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James Krause: el entrenador que ganaba más en apuestas que por su trabajo en UFC

La investigación del FBI sobre el entrenador ha puesto el foco en el mundo de las apuestas entorno a UFC.

James Krause da indicaciones a uno de sus luchadores durante un combate./UFC
James Krause da indicaciones a uno de sus luchadores durante un combate. UFC
Álvaro Carrera

Álvaro Carrera

James Krause es uno de los veteranos de UFC que gozaba de mayor prestigio pese a ser un hombre que nunca llegó a disputar un cinturón. En trece combates en la empresa ganó nueve y de los últimos ocho se había impuesto en siete. Su último pleito fue en octubre de 2020. Mientras no competía, el estadounidense se centraba en enseñar su deporte. Se le daba bien y poco a poco se le fueron sumando importantes competidores. En verano de 2022, después de la victoria de Brandon Moreno sobre Kai Kara-France (alzó el cinturón interino del mosca), el entrenador afirmó que no volvería a pelear y que estaba en paz. Con 36 años podría pensar en regresar, pero ahora le motivaban otras cosas.

La vida del entrenador sería ahora su nuevo desempeño. Su buen trabajo pronto le reportó fama y poco a poco mas luchadores querían estar en Glory MMA. Todo iba viento en popa para él. Además del deporte, Krause disfrutaba con las apuestas. Aprovechando su amplio conocimiento de las MMA, el exluchador creó un grupo de pago de Telegram y un canal de Youtube para dar tips sobre apuestas a sus seguidores. Era un poco extraño que alguien de dentro de la UFC diese recomendaciones para apostar en peleas de la empresa. Podría tener filtraciones y que el negocio no fuese limpio, pero parecía no importar. La máxima que seguía era nunca apostar en los combates de sus luchadores.

Un combate sin mucho foco fue lo que provocó la investigación

La visión sobre la segunda actividad de Krause cambió el 2 de diciembre. Ese día la UFC sorprendió con un comunicado en el que suspendía al entrenador y a Darrick Minner por un posible amaño del último combate del estadounidense. La bomba saltó y se tiró de la manta. La Comisión Atlética de Nevada, organismo que reguló la velada de UFC que se celebró el 5 de noviembre y en la que peleó el sancionado, estaba investigando el resultado por ser sospechoso. No eran los únicos, el FBI también estaba tras la pista.

Según la investigación, Minner se presentó lesionado en una rodilla ante el chino Shayilan Nuerdanbieke. El estadounidense lanzó una patada y se hizo daño en la pierna (a priori sana), lo que provocó que Nuerdanbieke tardase muy poco en noquearle. El movimiento, según las pesquisas, estaba organizado por Krause, quien era el único que lo sabía junto al luchador. Las alarmas saltaron cuando horas antes del pleito se empezó a registrar una gran cantidad de apuestas por la victoria del chino y, sobre todo, por el KO en el primer asalto a su favor. 

El detonante para que la Comisión de Nevada, que ha retirado su licencia de entrenador a Krause y de luchador a Minner, y el FBI entrasen en escena fue ese combate, pero según el periodista Ariel Helwani el adiestrador tenía un sistema establecido cuando peleaban algunos de sus pupilos. El periodista afirma que Krause podía ganar más dinero de las apuestas (utilizaba a terceros para que su nombre no figurase) que de su porcentaje como entrenador. 

La UFC cambia su normativa por este caso

La noticia provocó cambios inmediatos en la política de UFC. Desde el momento que publicó el comunicado el 2 de diciembre, la compañía prohibió pelear a cualquier luchador que siguiese ligado a Krause o su equipo. Además, también modificó la política interna y nadie relacionado con UFC puede apostar sobre los eventos de la empresa. Mientras, en Canadá las regiones de Alberta y Ontario paralizaron todas las apuestas sobre UFC. Días después, Alberta concluyó su investigación y levantó el veto. Desde el punto de vista de Krause, el estado de New Jersey no le permite apostar allí.

Mientras la investigación sigue su curso, Krause guarda silencio. Algunos de sus luchadores, como Brandon Moreno, defendieron su inocencia en redes sociales, pero no les ha quedado otra opción que buscarse otro gimnasio. El mexicano prepara su pelea por el título del peso mosca en el UFC 283 (21 de enero) junto a Sayif Saud. Por otro lado, según informa MMA Insiders, Krause está intentando vender Glory MMA para desvincularse de la marca y que la gente que trabaja allí pueda seguir contando para UFC. Su idea, según el citado medio, es alejarse del deporte y del foco mediático mientras todo se clarifica. Lo que sí que hizo el exluchador fue cerrar sus canales de Telegram y YouTube en el momento que se conoció la investigación.