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Ilia Topuria aniquila a Emmett y apunta al título de UFC: "Soy el siguiente"

El hispano-georgiano derrotó al número cinco del ránking del peso pluma en el combate estelar del UFC Jacksonville. Se fue a las cartulinas, pero dio una tremenda exhibición de poderío.

Ilia Topuria golpea a Josh Emmett durante su combate en el UFC Jacksonville./UFC
Ilia Topuria golpea a Josh Emmett durante su combate en el UFC Jacksonville. UFC
Álvaro Carrera

Álvaro Carrera

Un traje negro hecho a medida y unas gafas de sol, ese fue el atuendo que Ilia Topuria eligió para acudir a su pelea más importante hasta el momento. "Es un paso más en el camino", afirmó el hispano-georgiano en la previa. Él no estaba nervioso, normalizó todo: "Llevo trabajando por ello mucho tiempo", espetó cuando se le preguntó.

Lo cierto es que ese mensaje se reflejaba en la actitud de El Matador. Entró tranquilo al VyStar Veterans Memorial Arena de Jacksonville (Florida). Iba un paso por delante de su equipo, miraba al frente y se le veía convencido. Josh Emmett, por el contrario, apareció con la capucha puesta y mirando al suelo. Ambos se dijeron antes del pleito que "se equivocaron" al aceptar la pelea. El octágono dictó sentencia. Emmett fue el que erró. Topuria dio la mayor exhibición que se le recuerda. Se metió en la jaula con un top5 y le maltrató durante cinco asaltos para ganar por decisión unánime (50-44, 50-42 y 49-45).

Era un momento clave para la carrera de Topuria y el hispano-georgiano mostró una madurez impropia de los 26 años que tiene. Los finalizadores suelen ser de sangre caliente, pero él demostró que su cabeza va a otros ritmos. La mesura marcó la previa, el post y también el combate. Sabiendo de las bombas que podía sacar Emmett, Ilia decidió salir con la barbilla pegada al pecho y la guardia alta. Con unas botas podría parecer un púgil.

El Matador hizo la mitad de su campamento en Miami y su equipo viajó en dos tantas. Desde el primer día tuvo con él a Javi Climent, su entrenador de boxeo. Está claro lo que más trabajó para este combate. Ilia se dedicó a boxear. Tomó el centro de la jaula, estuvo activo en defensa con el paso atrás y seleccionó sus golpes. Cada vez que sacaba sus manos, las conectaba.

Con diez minutos de pelea la intranquilidad que los aficionados españoles podían tener desapareció. Ilia estaba dando un recital y el rostro de Emmett así lo evidenciaba. En el segundo acto el estadounidense lo pasó mal. Se fue al suelo tras una mano, pero Topuria no se aceleró y siguió con su plan. Tuvo opciones de irse al suelo, pero nunca quiso hacerlo. Dio la sensación de que quería acabar con el striker en el striking. Con el paso de los minutos, Emmett cada vez tenía menos energía, lo que le hacía más previsible. Poco a poco Topuria pegaba mas y lo hacía con mayor soltura.

El cuarto asalto fue una masacre. No hay otra forma de definirlo. Ilia dio una paliza a Emmett, quien se fue varias veces al suelo después de golpes muy duros. De hecho, un juez lo puntuó con un 10-7, una puntuación muy extraña. En el último minuto el hispano-georgiano pudo finalizar a su oponente, pero quería el KO. Llegó incluso a estampar la espalda de Emmett contra la lona para seguir golpeándole con sus puños. Un abuso.

Sergio Ramos, presente en el público junto a su mujer Pilar Rubio y Ferran Torres, celebró la entrada del médico antes del quinto asalto. El rostro de Emmett estaba muy dañado, pero el estadounidense no conoce lo que es el riesgo. Pidió seguir y le dejaron. Busco un golpe de suerte. Topuria le quitó la idea de la cabeza con una gran defensa y los dos últimos minutos lo llevó al suelo. Intentó el estadounidense levantarse, pero su inferioridad era evidente. No logró quitarse de encima a El Matador.

No había duda del resultado, por lo que Ilia tampoco hizo una celebración muy llamativa. Siguió calmado. El mensaje ya estaba enviado. Puede hacer cinco asaltos. Sabe regularse y ser dominante si hace falta. "Soy el siguiente para disputar el título. Que Alex (Volkanovski) gane su próximo combate (8 de julio) y que venga aquí. Será el final de su época y el inicio de la mía", espetó antes de abandonar el octágono. La era de El Matador es una realidad. Topuria se enfrentó un a top5 y le dio una de las mayores palizas que ha recibido. Su amenaza es real.