Finney deja a Er-Ramy sin contrato en UFC
El hispanomarroquí cayó, por TKO en el primer asalto, ante Torrez Finney, quien en su tercera participación en el Dana White's Contender Series logró un contrato con UFC.
La de este martes no fue la noche de Abdellah Er-Ramy. El hispanomarroquí, de 28 años, se presentó en el Dana White's Contender Series (DWCS) con el único objetivo de sellar un contrato con UFC (se trata de un programa en el que los luchadores pelean por gustar a Dana White, quien tiene la potestad de otorgarles un contrato en su empresa). No será así, al menos de momento. El Golden Boy fue superado por el estadounidense Torrez Finney, quien le venció por TKO en el primer asalto.
Ganar en el DWCS no es sinónimo de conseguir entrar en la mejor empresa de MMA del mundo. Finney puede dar buena cuenta de ello. Llegó ante Er-Ramy invicto en nueve combates y con dos victorias en el programa. De hecho, aceptó la pelea después de ganar en la segunda semana de la temporada (estamos en la octava) ante la caída de Logan Woods. Su tercer triunfo le dará su tan ansiado objetivo. El que la sigue la consigue. Nunca una frase se adaptó tanto a un luchador.
Finney es un luchador muy potente físicamente. Su físico es más parecido al de un culturista y eso es un factor clave en el suelo. El peor escenario para Er-Ramy pasaba por ahí. El estadounidense era consciente del poder de las manos del hispanomarroquí, por ello tardó 15 segundos en intentar el derribo. Lo llevó al piso y ahí empezó a trabajar. El Golden Boy lució tranquilo y fue escuchando a su esquina, donde Enrique Wasabi Marín, primer español en la etapa moderna en UFC, le iba telegrafiando los movimientos que debía hacer para volver a ponerse en pie.
Er-Ramy se defendió bien. Protegió la espalda, evitó un triángulo de brazo que se vio demasiado cerca... pero casi cinco minutos con la presión de Finney era demasiado tiempo. Después de varios intentos de acercarse a la jaula para levantarse, Er-Ramy se quedó boca abajo y el estadounidense comenzó percutirle con dureza con sus puños. Intentó zafarse el hispanomarroquí, pero el ritmo de su oponente fue demasiado. Pasaron varios segundos sin respuesta y cuando se entraba en el último minuto del round el árbitro paró el combate. Finney se fue a por Dana White y le empezó a bailar. No tiene escapatoria para convertirle en luchador de UFC. Para Er-Ramy es el momento de corregir errores antes de volver intentar entrar y asentarse en una gran liga.