'EL VESTUARIO'

"A mi hija no es que ya no la llevo al estadio, sino que no le pongo el fútbol"

Ray Zapata, subcampeón olímpico, asegura que "nunca" ha sentido racismo en España y lamenta el ambiente que se vive en los partidos de fútbol.

Ray Zapata posa en un photocall. /GETTY
Ray Zapata posa en un photocall. GETTY
Equipo Relevo

Equipo Relevo

Ray Zapata nunca ha sufrido racismo desde que llegó a España, pero lamenta el ambiente que se vive en los estadios de fútbol tras el incidente ocurrido con Vinicius. En su paso por 'El Vestuario', el gimnasta explica a Quique Peinado que el insulto o la violencia no son el camino y que nunca pone fútbol a su hija en la televisión.

Tras la primera parte de la entrevista, Zapata profundiza en su amor por la gimnasia, el deporte que le permitió seguir en España, sus raíces dominicanas y la importancia de predicar con el ejemplo para los más jóvenes. Sobre todo ahora que es padre de una niña y está en camino el segundo.

Esto ha coincidido así. Esta entrevista estaba pactada desde hace muchas semanas, pero de repente, el racismo en el deporte se ha convertido en un tema central en este país.

Sí, totalmente.

No sé si tenéis que salir a dar explicaciones... ¿Te da un poco de cosa o es una buena oportunidad?

Creo que es una buena oportunidad. En mi caso, yo nunca he sufrido racismo aquí en España, he estado bien acogido, pero sí que es verdad que me parece bastante feo lo que está sucediendo con deportistas y que, al fin y al cabo, nosotros salimos con una presión a jugar un partido, una competición... Salimos con una bandera, con un escudo, representando, disfrutando y haciendo disfrutar a los demás. Imagínate un estadio encima tuyo, insultándote, y ya no solo insultos racistas, sino ya el insulto. Que se permita un insulto a un deportista que se levanta todos los días por la mañana, como todo el mundo pero que está ahí bajo presión, es feo. ¿Qué le estamos enseñando? ¿Está bien insultar? No es de recibo para las personas que, independientemente de la naturalidad que tengan o el color que tengan, se están esforzando.

Claro, ¿tú tienes una hija?

Sí, tengo una hija. Y de camino viene otro.

Sé que el fútbol no te gusta mucho, pero, por ejemplo, tu idea de llevar a un niño o una niña a un estadio de fútbol, ¿cómo la verías a día de hoy?

Pues ahora mismo no la llevaría, claro que no. Si van a estar escuchando abucheos a una persona que se está esforzando, un búúúú... porque ha fallado el gol. Porque él quería meter el gol más que tú y más que todos vosotros juntos, pero el deportista también falla, y más cuando hay insultos. Tu hija que va a estar escuchando abucheos e insultos, va a relacionar que eso está bien, porque va a haber una masa, tanta gente, diciendo un insulto y haciendo las cosas mal, y tu hija qué va a decir..., pues eso está bien. Entonces no la llevaría.

Uno de las análisis que se hacen estos días sobre Vinicius es que si mi hijo va al campo y ve que llamar 'mono' a una persona negra está bien, pues claro, a su compañero de colegio negro le va a llamar mono.

Exacto, entonces no la llevo. Directamente, no es que ya no la llevo al estadio, sino que no le pongo el fútbol. No se lo pongo porque también se va a escuchar. No se debe permitir eso. Los niños tienen como referente a Vinicius, a un montón de deportistas negros o blancos, y están viendo que le están atacando, que están insultando, que eso se permite y está bien. Se está humanizando y esto para nada está bien. Se debería erradicar y sancionar de alguna forma, no sé cuál, porque tampoco he pensado en alguna manera en la cual se debería sancionar a las personas por ese tipo de actos, pero no está bien.

"Se deberían erradicar los insultos en el deporte"

Ray Zapata Gimnasta español

En tu deporte la gente se calla cuando empiezas a hacer el ejercicio, que a lo sumo te aplaude cuando lo haces bien, pero es un deporte en el que la reacción con el entorno cuando estás compitiendo es muy distinta. ¿Tú te imaginas cómo tiene que ser competir con un insulto racista? ¿Cómo crees que será eso como deportista?

Tiene que ser bastante duro. Vinicius es un deportista experimentado y puede estar acostumbrado, entre comillas, a malos actos que hace la gente, que le hace feos y puede estar más acostumbrado. Imagínate un deportista joven que acaba de llegar y que recibe eso, pues puede causarle un problema psicológico de por vida. Podría haber muchos problemas que no te dejan avanzar, que te crean miedos, inseguridades, dudas, entonces todo eso... Yo creo que no es bueno. Imagínate yo, en mi deporte, que son todos bastante respetuosos y, aunque estén gritando, tenemos la capacidad de no escuchar nada del estadio. Escuchas a tu entrenador, por mucho que grite la grada, y al final, cuando terminas el ejercicio, es cuando ya empiezas a escuchar al resto. Eso, por la concentración, pero no me imagino salir a la pista de suelo, levantar la mano y que empiece... ¡Oh, mono! ¿Te imaginas? Que voy a hacer mortales y me parto la crisma.

Piensas que Vinicius es una persona experimentada, pero si alguien recibe ese nivel de odio racista de manera tan descarnada, en esa situación tan concreta... ¿Has hablado de consecuencias psicológicas?

Claro. Por mucho que sea una persona experimentada, también te hiere, ¿no? Yo he pasado momentos en mi entorno deportivo que no estaba cómodo en mi sala y supe evadirme de lo que no quería escuchar o de lo que no quería ver. Pero, obviamente, me hacía daño. Pues me imagino que a él, por supuesto, le hará daño. Está mostrando y denunciando que eso le hace daño. Aparte ya de que a la persona ya le hiere... pues a su fútbol, al mundo del deporte en general ya no solo a un deportista, sino a cualquier persona del mundo que esté desempeñando cualquier actividad no se le debe tratar así. Debería estar erradicado ya. Estamos en una época en la que eso ya no debería existir.

Por ejemplo, sus padres, sus hermanos... ¿no?

Pues sus padres, sus hermanos también... ¡cómo se deben sentir! La familia, los más cercanos, los amigos... ¡Me los cargo a todos! (los que insultan). Que están maltratando psicológicamente a mi hermano, a mi hijo, a mi amigo, ¿sabes? La violencia no es el mejor camino, el insulto no es el mejor camino, no es una forma de avanzar, se debería eliminar ya de una vez. No hay que darle muchas vueltas, hay que abrir la mente y pensar que somos personas, que tenemos sentimientos y que por colores distintos que haya, mucha variedad de nacionalidades que haya, todos somos humanos, tenemos sentimientos, somos personas, somos iguales.

"¿Si le pasa lo de Vinicius a alguien de mi familia? Me los cargo a todos"

Ray Zapata Subcampeón olímpico

Tú viniste a España con nueve años, ¿no? Un niño que se ha criado aquí. No sé si las cosas han cambiado mucho en 20 años. Tú has dicho que no has sufrido episodios graves de racismo, pero entiendo que sí te has encontrado con gente que los ha sufrido, ¿no?

Sí, hay gente que... se le ha ido la olla y el insulto fácil es decir negro de mierda, es el insulto fácil, ¿sabes? O decir gafotas, o gordo, pero al fin y al cabo yo creo que el insulto no es bueno, en ninguno de los sentidos. Tú no sabes por lo que puede estar pasando esa persona que el detonante sea que tú le digas gafotas, gordo o flaca, negro, blanco, ¿entiendes? Creo que hay muchas cosas más importantes en la vida que se deben valorar, ¿vale? Coas más importantes que insultar y deberíamos ponernos en el lugar de los demás para avanzar y que haya una convivencia. La vida es convivir con el que tienes al lado. Estamos en la Tierra y vivimos en el mismo sitio. Hay que aprender a convivir y ser un poquito más... ponerse un poco más en el lugar de los demás.

Por lo que estás diciendo ¿se deshumaniza un poco a Vinicius?

Exacto, totalmente. Es un tío que está ahí luchando por su equipo, los resultados son para su equipo, pueden ser para su país también, y se le está deshumanizando como si no tuviera sentimientos. A lo mejor ellos pensarán que, por decirle mono no le hace daño, ¿sabes? Y sí que le hace daño, lo está mostrando, le hace daño. Entonces, eso no está bien.

Ray Zapata realiza el ejercicio que le valió la medalla olímpica en Tokio.  Reuters
Ray Zapata realiza el ejercicio que le valió la medalla olímpica en Tokio. Reuters

Cuando ves las imágenes y ves cómo reacciona (Vinicius) ante cualquier insulto, se ve que a él le está hiriendo... Si te pones en su lugar ¿cómo reaccionarías?

¡Guau! Creo que hay que estar en su lugar para saber cómo reaccionar. Creo que pasaría por muchísimas etapas, desde devolver el insulto hasta marcharme del campo por mí solo, o seguir esforzándome aunque me estén insultando. Porque si yo quiero jugar al fútbol... no sé, pasaría por un bajón, me pondría a llorar, me secaría las lágrimas, me levantaría y seguiría. Hay que estar en esa posición para saber cómo reaccionar. Yo hubiera hecho... No se sabe. No se sabe cómo reaccionarías.

Pero cualquier reacción que hubiera tenido él hubiera sido válida. Si se hubiera ido del campo, a ti te hubiera parecido bien, si no...

Si se hubiera ido del campo me hubiera parecido bien, si hubiera devuelto el insulto, como bien he dicho antes, no creo que sea la mejor forma, pero en un estadio así... puede llegar a ocurrir. Hay que sentir toda esa presión y el instinto de supervivencia, por así decirlo. Y si se pone a llorar, pues también, o si sigue jugando, pues también me parecería bien. Nadie te obliga a estar jugando ese partido de fútbol, pero tú quieres estar ahí, es lo que te decía antes. Yo no estaba pasando una buena época en mi gimnasio y nadie me obligaba a estar ahí, pero yo estaba ahí porque quería conseguir mi objetivo por mucho que pudieran decir. ¿Entiendes? Cualquiera de las cosas que hubiera hecho, me llegaría a parecer bien. Obviamente, la violencia no, pero se podría llegar a entender.

Ana Peleteiro, que es amiga tuya, lo verbaliza muy bien porque tiene una manera de expresarse muy contundente. Hablaba de esa expresión de 'vete a tu país', es decir, tú has dado a España una medalla olímpica, eres uno de los deportistas españoles más importantes que hay... ¿has tenido que oír alguna vez el 'vete a tu país'? Y si no lo has oído, ¿cómo valoras que alguien diga 'vete a tu país'?

Uf... Es feo también, es que es feo, no sé si eres dueño del país, pero si yo me voy a Australia; no escucho que se diga 'vete a tu país'. Tú has nacido allí, da igual, el mundo es de todos. No sé contestarte, considero que este es mi país, al que represento, en el que me he formado, en el que me he criado, en el que me han apoyado, igual que en Santo Domingo, mi infancia la pasé allí. Tengo dos países, y si me voy a Australia pues tendré tres.

¿Cómo es tu historia familiar? ¿Tú vienes aquí con 10 años? ¿Por qué vienen tus padres para acá o cómo es la historia?

Mi madre, cuando teníamos siete años, se fue a Lanzarote para buscar una mejoría. Nosotros vivíamos no en buenas condiciones. Por ejemplo, hace una semana publiqué una foto de dónde vivía, antes de venir aquí a España, y era una casa de hojalata. Se lo contaba a mucha gente y la gente no me creía, sigue existiendo mucha pobreza en la República Dominicana. Igual que en otros países, pero la gente se cree que siempre he estado bien, en cuanto a la higiene, la alimentación y todo eso. Te ven con una medalla olímpica y creen que siempre has estado ahí. No saben todo el camino que he tenido que hacer, todo lo que he tenido que trabajar para llegar hasta aquí. Mi madre se vino a España ella sola, dejó a los tres hijos en Santo Domingo con mi padre, y estábamos con mi abuela, nos criaban, mis dos abuelas. Mi padre trabajaba por un lado, mi madre por otro, hasta que mi madre consiguió traer los tres hijos a España. Y luego, un par de años más tarde, vino mi padre. Y seguimos todavía luchando por mejorar, mejorar, mejorar... pero vivíamos una situación que no era para nada buena, no hay comparación con la vida que tenemos hoy en día. Me doy cuenta -paso a paso- de lo que voy consiguiendo (...) ahora a veces me quejo de cosas: de que no tengo esto o no tengo lo otro, o me ha salido mal esto. Ir allí de visita hizo darme cuenta de decir que 'a veces te quejas mucho, tío'. Mi idea es terminar ahí arriba, es mi forma de vida, levantarme cada mañana para seguir escalando y subiendo peldaños cada día.

Zapata saca músculo, con el nombre de su hija tatuado en el brazo, en los últimos Juegos Olímpicos.  AFP
Zapata saca músculo, con el nombre de su hija tatuado en el brazo, en los últimos Juegos Olímpicos. AFP

Y tú que eres padre, ¿cómo te imaginas que tuvo que ser? Supongo que lo habréis hablado mucho, ¿no? Que una madre coja y diga: 'Hijos, lo mejor que puedo hacer por vosotros es dejaros aquí, irme yo a un país a miles de kilómetros y a ver qué sale'.

Es que no tienes que estar en buenas condiciones de vida, ¿no? Querer una mejoría para tu familia, y esos pasos, igual que lo ha dado mi madre, lo ha dado mucha gente, la han dado muchas personas, y siempre es para bien. Creo que debe doler muchísimo y si me lo planteas ahora mismo diría que me perdería muchas cosas de mis hijos por su mejoría. Pero claro, estamos hablando que van a mejorar y que su futuro va a ser mucho mejor, por darle una oportunidad a ellos. Entonces, si me tuviera que ir a cualquier lado del mundo por dar una oportunidad a mis hijos, me iría, pero sin pensarlo.

¿Y tú eso cuándo has llegado a valorarlo?

Lo que hizo mi madre es increíble.

¿Desde siempre lo has tenido en mente?

Desde siempre porque mi madre es la única persona que pensaba que yo llegaría a hacer gimnasia. Empecé a los 11 años y había que pagarse los viajes, equipaciones... había que pagarse un montón de cosas. Mi madre sola con tres hijos en España no podía. Y ella hacía unos esfuerzos, igual que mi club, que también me apoyó bastante en ese momento. Hacía un esfuerzo monumental para que yo siguiera haciendo gimnasia. Y me decía que yo siguiera haciendo deporte y yo prácticamente no estaba en mi casa. Llegaba del colegio, del instituto, y estaba conmigo dos horas y me iba al gimnasio. A lo mejor no era mi hora de entrenar, pero yo me iba al gimnasio: a mirar, a ver. Y ya luego hacía mi entrenamiento y cuando terminaba, a veces también me quedaba a mirar, porque me gustaba mucho. Es también una forma para controlarme que tenía mi madre ¿sabes? Si estaba ahí, no estaba en la calle.. Ahora siempre digo que gracias a mi madre, primero por mi madre, estoy aquí hoy en día. Porque si ella no me hubiera apoyado económicamente o apoyado en lo deportivo para que yo pudiera crecer, yo no estaría aquí.

¿Y a tu madre, según cuando has ido ganando cosas y haciendo cosas, le agradarían más que a ti? 

Cuando conseguía alguna medalla, mi madre se la llevaba en el bolso para enseñársela a todas sus amigas, súper orgullosa. Y yo decía, , por Dios, 'que a tu amiga le da igual mi medalla'. Pero claro, obviamente, lo vas entendiendo, ¿no? Decir, hostia, me he esforzado tanto para que mi hijo consiga esto. Ella se pone mucho más contenta de lo que tú dices. Yo estoy súper feliz, contento, he conseguido mi objetivo. Pero ver a un padre que dice, empezamos aquí y mi hijo está llegando aquí, el trabajo que yo he hecho está muy bien, le he dado oportunidad de que crezca y estamos creciendo todos juntos. Debe sentir un orgullo pleno de su hijo y es normal. Vamos, yo estaría pletórico.

Oye, ¿y tú qué tienes de dominicano y qué tienes de español?

Pues todo. Todas las dos cosas. Me encanta la simpatía que tienen los dominicanos, igual que los españoles, creo que son bastante similares, la verdad. Les encanta la juerga, bailar, charlar, conocer gente. También la comida, hay variedad, pero es diferente. No te puedo decir qué comida es la mejor, porque según en qué momento esté, por ejemplo, cambio de elección (...) Creo que tengo algo de ambos sitios.

Y ahora que has vuelto a Dominicana, que has ido de viaje, ¿cómo ha sido ese viaje? ¿Ha sido un viaje personal o con tu familia?

Ha sido un viaje con el nuevo patrocinador, Azul Marino Viajes, y fuimos a hacer unas primeras vacaciones. Aprovechamos para hacer también la promo de las excursiones (...) y además aprovechamos para ver a la familia, que hacía ocho años que no iba a Santo Domingo.

¿Ocho?

Ocho años. Así que conocieron a mi mujer, conocieron a mi hija, conocieron al nuevo niño que viene en camino.

¿Y eso cómo ha sido?

Pues bien, ha tenido muy buena acogida, y la verdad es que esperamos volver pronto y estar más tiempo porque en una semana no te da tiempo a hacer prácticamente nada, pero lo disfrutamos muchísimo, estaban todos contentos de conocer a la niña. Yo conocí también a los hijos de mis primos, así que guay, fue muy guay.

Ray Zapata durante un entrenamiento.  Ricardo Otazo.
Ray Zapata durante un entrenamiento. Ricardo Otazo.

No sé cómo es vivir lejos de la familia, porque en mi experiencia personal, vivimos aquí o cerca. ¿Cómo es vivir lejos de la familia de uno?

Cuando te vas de allí tienes ganas de ver a tu abuela, tíos, primos, pero claro, también eres más pequeño, ¿no? Y con cualquier cosa te distraes. Entonces pasa el tiempo, y a veces incluso no te das cuenta. Cuando era más mayor, por ejemplo, tengo más ganas de vivir que cuando era pequeño, ¿sabes? Porque ahora también las relaciones son distintas, ya vas más por libre. Quiero enseñarles todo Santo Domingo a mi mujer y a mi hija, que prueben todas las comidas que puedan, y que conozcan un poco. A mí me pasó al llegar a España que me quería volver (...) Me encontré encerrado y yo no quería estar aquí. Pero luego encontré la gimnasia, y ya, pues no me quería volver. Ya estaba ocupado, mi cabeza estaba ocupada con otra cosa.

¿La clave de que arraigaras en España fue la gimnasia?

Sí, yo creo que sí. Yo me quería volver, obviamente, un niño de nueve años llega en plenas vacaciones de diciembre a España, no hay cole, no conoces niños, estás en casa todo el tiempo. Para ir al parque tenía que ir con un adulto, te asomas por la ventana y no ves ni un gato, pues, dices, qué aburrimiento, ¿no? Allí jugaba, salía a la calle cuando quería y entraba cuando yo quería. Hasta que empecé a ir a clase, conocer a otros niños, a hacer gimnasia, lo que te gusta, entonces ya dices, ahora estoy bien, ya estoy haciendo algo que me gusta, aparte, yo llegaba a mi casa destrozado, todo el día saltando de aquí para allá, llegas fundido, mi madre empezó a estar mucho más contenta.

"Yo pensaba que la gimnasia era de niñas"

Ray Zapata Gimnasta español

¿Qué tenía la gimnasia? Había mil deportes para elegir...

Mis hermanas hacían gimnasia y claro yo pensaba que la gimnasia era de niñas. Y fui a verlas en una exhibición y vi que había niños, que eran de otro club y hacían mortales; yo ese día estaba en las gradas y según terminó la subdivisión, me quería meter en la pista de suelo a saltar, me quería meter en plan como si supiera hacerlo. Yo nunca había hecho ningún deporte, bueno, sí, béisbol, desde pequeño, pero nada como profesional ni hobby ni nada, he jugado a béisbol de vez en cuando y ya está. Al día siguiente me apunté y empecé a hacer mortales desde el primer día. Es algo que tenía dentro y que no lo sabía hasta que lo vi. Y aprendí copiándome y mirando, aunque obviamente también con la ayuda de los entrenadores.

¿Tienes el estigma de que hacías un deporte de niñas desde pequeño? ¿Te lo decían?

Llegaron a decírmelo, pero me da igual. ¿Por qué me lo decían? Porque lleva una malla, un maillot y eso es de niñas. Además tenía una coleta, ahora me estoy quedando calvo, pero tenía una coleta, y entonces pues me llamaban: mariquita, no sé cuánto... sólo por llevar un maillot, simplemente por eso. Los halterófilos llevan maillot, pero lo que pasa es que cuando levantan pesas, son fuertes, ¿entiendes? Los de atletismo también llevan maillot, llevan una malla...

Pero se asocia la gimnasia a lo femenino.

Claro, exacto. Entonces, ahora ya, por suerte, eso se ha aclarado, porque hay mucha gente, muchos tíos por la calle que llevan unas mallas compresivas...y ya no son maricones. Y luego hay homosexuales que no llevan mallas y lo son, o sea, me refiero, no por llevar una malla o por no llevarla tienes que ser hetero o homosexual, cada cual vista como le dé la gana. Y además, el deporte de la gimnasia es un deporte bonito, al fin y al cabo es arte y tiene que ser lo más bonito posible.

Para hacer un deporte de chicas, con la piel de otro color, hay que tener muy buen talante para llevar eso siendo un chiquillo, ¿no? Se te ve que a ti tienes buen talante.

Es lo que te digo… te llamaban mariquita. O bueno, alguna mirada rara, pero no me daba ni cuenta porque estaba haciendo gimnasia, que es lo que yo quería. Lo que dijeran es que me daba totalmente igual, yo quería hacer mortales. Luego vi las Olimpiadas y dije, yo quiero ir a unos Juegos. Y ya me daba igual, a mí no me elegían primero para jugar al fútbol, aparte porque soy malísimo, y no me gustaba. Yo estaba jugando al fútbol y me ponía a hacer gimnasia en el suelo.

¿En el patio del cole?

Claro, me ponía a hacer el pino, a mi rollo, a mi bola, me daba igual lo que hiciera los demás, yo quería hacer gimnasia. Me apunté, vi los Juegos Olímpicos, quería ir a los JJOO y en muy poco tiempo -cuando empecé a competir a nivel internacional-, empecé a conseguir muchos resultados muy importantes. En dos años prácticamente tenía la clasificación olímpica individual, o sea, nominativa: iba yo o no venía nadie en mi lugar.

Oye, y ese patio del cole... dices que los niños no te elegían para jugar al fútbol, ¿no te elegían?

No, o me elegían el último.

¿Y era porque eras malo o era porque eras el que hacía gimnasia?

No sé… los niños muchas veces van al mismo equipo de fútbol, al mismo cole y a mí no me veían en ningún equipo. Supongo que una de las cosas es que también era malo porque no practicaba el fútbol. Si faltaba uno, pues sí me elegían, claro que sí. O me elegían el último, es que no sé, tampoco le prestaba tantísima atención a todo eso. No me ha dolido nunca que no me eligieran para jugar al fútbol. O eso pienso yo, a día de hoy lo veo y digo: "me da igual".

Zapata, en una competición celebrada en Liverpool el año pasado. Getty
Zapata, en una competición celebrada en Liverpool el año pasado. Getty

Pero tengo la sensación de que muchas de las cosas que dices (racismo, etc) han sido porque te flipaba tanto la gimnasia que te daba igual todo lo demás.

Sí, exacto, se puede traducir como bullying, ¿no? Es gimnasia y tal... puede ser una vía de escape, ¿sabes? Puedes tener una situación mala en tu casa y llegas a hacer deporte y esa situación desaparece, por lo menos en el tiempo que estás practicando deporte. Pues también siempre es bueno practicar deporte, te evades y te ayuda a avanzar, ¿no? Se puede traducir como bullying, aunque yo no me sentía tan apartado. A veces me apartaba porque lo que quería era eso. Porque en el otro lado, también, cuando jugaba no estaba cómodo, tampoco me pasaban el balón. Era malo, sí, pero da igual, me tenían que haber dado la oportunidad de que chutara un día a portería. A lo mejor chuta a portería (ese niño), gana confianza, se apunta a fútbol porque le ha molado muchísimo marcar ese gol y cree que puede marcar más goles. Al final se apunta a fútbol y sale una estrella.

Por ejemplo, si tú no hubieras descubierto la gimnasia, ¿cómo crees que hubiera sido tu vida? Ya no solo en el deporte, sino la vida en general.

Pues no sé, bastante diferente, creo yo, ¿no? Estaría trabajando en cualquier cosa.

¿Y de niño? ¿Cómo hubiera sido tu vida de niño si no te hubiera flipado tanto la gimnasia?

Estaría jugando a los videojuegos en casa. Igual me hubiera vuelto a Santo Domingo.

¿Tú crees?

Yo creo que sí. Si no hubiera descubierto la gimnasia o ningún deporte que me molara, me hubiera vuelto a Santo Domingo a jugar allí, en la calle, con los niños. Yo creo que es muy importante eso, que los niños puedan jugar, relacionarse con otros niños, que puedan jugar, son niños... Está bien que jueguen a los videojuegos también, está muy bien, pero que el niño practique deporte. El deporte el niño empieza a practicarlo porque quiere jugar. Eso es lo primero (...) Al final está haciendo deporte para competir y no está jugando. El adulto también sigue jugando, el empresario sigue jugando. Quiere jugar a ver si puede ganar dos millones más. ¿Cómo? Pues tengo que inventar. Y los intentos para mí son jugar a conseguirlos. Yo ya soy profesional, tengo mi medalla olímpica, ya estoy como coronado, vamos a decirlo así. Pero quiero seguir jugando a inventar elementos nuevos de gimnasia. Quiero jugar un juego más difícil, inventar cosas que no hace nadie, que es una forma de juego. El científico también tiene que inventar algo para alguna cura. Yo juego a inventar elementos nuevos, pero para llegar a inventar esos elementos nuevos, hay que trabajar mucho. Trabajas para conseguir lo mortales, no sale, te caes. Te levantas y vuelves a intentarlo.