¿Por qué las mujeres ven menos deporte en vivo? Cuatro de cada cinco no acuden a las canchas
El INE revela diferencias entre hombres y mujeres en asistencia a los eventos deportivos en directo y los motivos por los que no van.

Ir a un estadio y observar más hombres que mujeres en el público es algo común. El porcentaje de mujeres que frecuentan deporte en vivo es mucho más bajo que el de los hombres. Y entre todos los motivos posibles por los que ellas no van, el desinterés se come al resto.
"Cada vez hay más mujeres, pero seguimos siendo muy pocas comparado al número de hombres que hay", dice Míriam Gamo, creadora de la peña Pioneras Blancas, la primera del Real Madrid Femenino, sobre la situación en las gradas de animación en el Bernabéu. En los partidos femeninos, su impresión cambia. "Hay muchísimas más mujeres que en el masculino", asegura. Ella es la excepción a estas cifras: "Rompo estos números porque voy a todos los partidos del Bernabéu, a todos los partidos del Real Madrid Femenino y, si no me coinciden los horarios, acudo a ver otros equipos, sobre todo del femenino".
Alrededor de una de cada diez personas (12,5%) ha ido a eventos deportivos en vivo más de tres veces en el último año, pero mientras que entre los hombres el porcentaje sube al 16,8%, en las mujeres baja al 8,4%, según la Encuesta de Condiciones de Vida de 2022 publicada recientemente por el Instituto Nacional de Estadística. Cuando asisten tres veces o menos (12%), las distancias se recortan (14,9% de ellos frente al 9,4% de ellas). Casi el 70% de los encuestados responden que no ha acudido a ningún evento deportivo en el último año, porcentaje que supera el 80% en el caso de las mujeres: cuatro de cada cinco no han visto deporte en vivo.
ASISTENCIA A LOS DEPORTES EN VIVO
El desinterés es el principal motivo
La encuesta refleja un mayor desinterés entre las mujeres que entre los hombres. De todos los motivos para no acudir a los estadios y pabellones, casi la mitad (43,9%) de las mujeres que no lo hacen eligen el desinterés, cuando entre los hombres el porcentaje ronda el 30%. Son porcentajes casi calcados a los de 2015.
Esto repercute en la asistencia. En 2006, el contraste entre mujeres y hombres que presenciaban deporte en directo más de tres veces era mayor, y en 2015 esta diferencia entre géneros se redujo algo, pero en 2022 hombres y mujeres vuelven a distanciarse. Según Pedro Malabia, director general de estrategia de la Liga F, es "parte de un proceso que llevará años". "Las niñas que hoy juegan serán aficionadas y consumirán fútbol, masculino y femenino, cuando crezcan".

Para Ana Pastor (@mundadeportiva), consultora y escritora de igualdad y brechas de género en el deporte, el problema de este estancamiento es estructural. "La institución franquista, por medio de la Sección Femenina, se encargó de que el mensaje sobre los peligros tiene para la masculinización del cuerpo de las mujeres quedara bien programado desde sus instituciones", valora sobre este punto. Motivos, en su opinión, para que las mujeres sigan viendo las gradas como un "territorio hostil o incómodo para ellas". "El estadio no nos pertenece", afirma.
"Estoy segura que muchas aficionadas que van con sus parejas hombres al estadio han sido señaladas por ir como 'novia de' y no como 'aficionada de", dice Pastor, que comenta que de un hombre se espera su faz deportiva, pero de la mujer no y "tendrás que ser la aficionada ideal que el sexismo espera: vestimenta, comportamiento y expresión adecuados, sentada en la grada, callada y sin hacer el más mínimo movimiento". La "independencia económica" y la "ausencia de descendencia", factores que también menciona Pastor, permanecen en el tiempo.
La consultora plantea varias preguntas para abordar el problema. "¿Cómo son esos entornos deportivos?" "¿Cómo hacen sentir a las aficionadas?" o "¿Se sienten bienvenidas?" son algunas de ellas. Pero para Gamo, en el caso del fútbol, la situación cambia entre categorías. "En el masculino ves cómo la gente insulta a los árbitros, a los futbolistas, y en el femenino es raro que lo haga de manera pública". La también socia desde pequeña del Real Madrid ve "otro grado de agresividad y amistades", comenta, y matiza que "energúmenos hay en todos los sitios, pero muchos menos en el femenino".
Una desigualdad desde jóvenes
A menor edad, menor diferencia entre hombres y mujeres en las respuestas sobre asistencia, pero con una excepción: los más jóvenes (16 a 29 años) muestran más diferencias entre géneros que aquellos de 30 a 44.
Atraer al público joven es "preocupación generalizada" en el caso del baloncesto, afirma Óscar Graefenhain, director general de la Federación Española de Baloncesto (FEB). Su estrategia pasa por "facilitar que las niñas y niños acudan a presenciar los partidos" y por las redes sociales para "la creación de referentes femeninos, como Laia Palau o Alba Torrens". Joaquín Piedra, profesor del Departamento de Educación Física y Ciencias del Deporte de la Universidad de Sevilla nota esa falta de referentes. "Redes como Twitter, Instagram o Twitch ofrecen un canal a los más jóvenes para descubrir deportes no mayoritarios para contactar a sus deportistas favoritos" frente a los medios tradicionales "en la misma situación que hace una década", opina.

Tanto Piedra como Pastor achacan la desigualdad en los estadios a la asociación de la mujer al hogar y al hombre al deporte. Pastor ve las gradas tanto como un lugar "hegemónicamente ocupado por hombres" como un "espacio de socialización". "Encontrar un grupo de mujeres que tenga tu misma afición, con el que formar tribu y socializar en la grada limita la asistencia a eventos deportivos", considera. Gamo sí disfruta del deporte en grupo, no solamente por parte de Pioneras Blancas. "Cuando hay partidos siempre quedo con las peñas a tomar algo antes o a quedar, o incluso nos quedamos con ellos en su casa", argumenta sobre sus "muy buenas experiencias en el femenino", y espera que "espera que siga siendo así".
"Las luchas feministas por la igualdad de las mujeres en nuestra sociedad, por ende también en el deporte, se están tratando de vender como una lucha de mujeres contra hombres", añade también Piedra como obstáculo. Pese al avance por el "esfuerzo del movimiento feminista", este profesor ve "un cierto rechazo ante los postulados de igualdad y equidad entre los más jóvenes, posiblemente fruto de no enfocar bien en algunos casos la formación en igualdad con los adolescentes".
Las perspectivas de futuro
Pastor lanza la pelota a las instituciones deportivas. "El ejercicio de autocrítica debería comenzar por transformar las gradas en un espacio diverso y acogedor en el que toda y todo aficionado se sienta bienvenido y cómodo, en un espacio libre de violencia", reflexiona. Sobre las sanciones por racismo e insultos, Gamo considera que "si se aplicasen con más dureza, se tendría un ambiente mucho más tranquilo y mucho más cuidado y respetado".
"A lo largo de 2023, las entradas puestas a la venta por la FEB han sido adquiridas por mujeres en un 35% de los casos", destaca Graefenhain en positivo para el baloncesto. El director general califica de "satisfactoria" la presencia de aficionadas en las gradas, empujada por el "mayor número de licencias femeninas de España", la participación de la mujer en todos los niveles del deporte (Elisa Aguilar acaba de ser elegida presidenta de la federación) y los valores que transmite el baloncesto, junto a medidas destinadas "la inversión de las diferentes marcas en el deporte femenino".
"Es evidente que el porcentaje de hombres que consumen deporte es mayor que el de mujeres, pero somos optimistas", comenta Malabia. "El fútbol femenino es seguido, admirado y disfrutado incluso por personas a las que no les gusta el fútbol, pero entienden que deben apoyarlo como manifestación de una sociedad mejor. Si a eso le añadimos que la calidad crece día a día, estamos seguros que el futuro será muy esperanzador", concluye. Gamo lanza una petición: "Ojalá no se contagie el ambiente del masculino a nivel femenino".