Rozó la muerte en tres ocasiones y ahora hace 50 kilómetros al día para ayudar a los afectados por la DANA: "Esto va a durar meses"

No hay intención alguna, ni en este ni en ningún otro texto sobre la DANA, en romantizar la catástrofe. Lo que están viviendo los vecinos de los diversos pueblos valencianos afectados por las inundaciones es una pesadilla sin paliativos. Sin embargo, en ese infierno, y ante la inoperancia de quienes tienen el poder de actuar, siempre surgen figuras particulares, ciudadanos de a pie al fin y al cabo, que responden por encima de sus exigencias.

[Así se puede seguir ayudando a los afectados por la DANA]

Es el caso del valenciano Juan Dual, corredor de ultra trail —carreras de ultrafondo por la montaña— que cada mañana sale de su casa a las diez de la mañana para acudir a La Rambleta, un espacio cultural ubicado al sur de Valencia capital que funciona estos días como centro de suministro para todos aquellos voluntarios que quieran recoger alimentos y otros enseres y transportarlos a los municipios afectados.

"Desde allí, salimos por la CV-400, que es como la rama de una tomatera, según avanzas, vas dejando a los lados los pueblos afectados: Paiporta, Latorre, Catarroja, Masanassa...", explica Dual a Relevo cuando ya es noche cerrada y su labor ha concluido. "En 20 o 30 minutos nos plantamos en las puertas de las casas, algo imposible en coche".

"Vamos, entregamos todo, preguntamos qué hace falta, llamamos a La Rambleta para que gestionen los suministros y volvemos para cargar de nuevo". Así varias veces al día. "Hoy por ejemplo me sale que he hecho 55 kilómetros. Y en cada viaje vamos con 40 o 50 kilos en la mochila".

La clave, eso sí, no es llevarlo todo cuanto antes, sino prolongar los esfuerzos. "Se lo digo a mis compañeros de 'grupeta': no os carguéis ahora, dejad esa garrafa extra ahora, que esto va a ser muy largo y no nos pueden fallar las fuerzas", explica. "Al principio éramos 20 o 30 y ahora somos cientos de ciclistas cada día".

Todo surgió el primer día, pocas horas después de que la DANA arrasara con todo. "Ayudar caminando es súper útil, pero poco efectivo; en coche no tiene ningún sentido; así que pensamos hacerlo en bici, ya que podemos acceder a cualquier lugar de manera eficiente", apunta. "Al principio, la policía nos decía que no molestáramos, que qué estábamos haciendo, pero luego, al ver que éramos útiles, todo cambió".

"Ahora por las carreteras solo están permitidos los vehículos de emergencia y las bicicletas", añade. "Nosotros vamos por el arcén, que es a lo que estamos acostumbrados como ciclistas, a ir apartándonos, y llegamos a las casas de manera eficiente. Al final, la gente está encantada. Nos saluda, nos abraza".

Y eso que los ánimos están cada vez más caldeados. "Es normal", justifica Dual. "Son ya varios días. No tienen agua corriente. Tienen que comer, mear y cagar. ¿Y dónde lo hacen? En la calle, con lo que eso conlleva en cuanto a aguas estancadas".

"Nosotros llegamos y establecemos puntos de reparto en una finca, para que sean ellos quienes se encarguen de hacer el llamamiento a las dos o tres manzanas de alrededor", explica. "El objetivo, claro, es movernos nosotros, no que se mueva la gente cargando todo. Les entregamos todo, les preguntamos si necesitan algo en especial, alguna papilla en concreto, algún pan sin gluten o algo así, y volvemos a La Rambleta".

"Empezamos a pedalear a eso de las diez de la mañana y a las seis y media ya estamos de vuelta a casa", señala el valenciano. "A esas alturas ya no hay luz y hasta los camiones que asisten a los afectados tienen que ir escoltados para evitar los asaltos. Por ello, a la que empieza a caer el sol, ni luces ni hostias. Nos vamos".

"Lo que le diría a la gente, más allá de que envíen botas de agua o recambios para las bicicletas, que no paramos de tener pinchazos, es que tengan paciencia y que no lo gasten todo por ese ansia inicial", sentencia el corredor de ultramaratones, que lo hace sin estómago, colon, recto ni vesícula biliar. "Que no se olviden de nosotros porque esto va a durar meses. Es terrible. Meses y meses de gente sin trabajar, con sus casas descompuestas. Que no gasten todo ahora, que se mantengan en la retaguardia, por favor. En una semana vamos a necesitar la misma ayuda, y no queremos que la gente se haya olvidado de nosotros".