Luke Littler, el niño que arrasa a los dardos con 16 años y que puede ganar medio millón de euros
El británico se clasifica a la final de final al vencer a Bob Cross, octavo del ranking. Si gana el miércoles, se embolsará más de medio millón de euros.

Con una sonrisa en la boca y un kebab en la mano. Esa era la instantánea que Luke Littler colgaba en sus redes sociales. Una foto que no llamaría la atención si no fuera porque era la celebración del triunfo de un adolescente de 16 años en los octavos de final del Campeonato del Mundo de dardos. El joven británico apareció en la primera página de todos los rotativos de su país. Pero la gesta se le ha quedado pequeña en un pestañeo, porque unos días después se acaba de colar en la gran final del torneo.
'El misil nuclear', como es conocido en el mundo de los dardos, sigue rompiendo barreras y sin poder todavía conducir o tomarse la tradicional pinta de cerveza para celebrar sus victorias, ha conseguido imponerse a todo un campeón del mundo como Raymond Van Barneveld (4-1) en octavos y ahora en semifinales a Bob Cross (6-2), el octavo del ranking mundial.
Un triunfo a lo grande que le confirma como la gran sensación en el mundo de los dardos. Lleva ya más de 200.000 euros y si este miércoles se impone en la gran final, la bolsa final será mayor premio de su vida: nada menos que 550.000 euros. Ahora, con el cartel de mayor promesa de este deporte colgada en sus anchos hombros, Littler tendrá que demostrar que sabe llevar la presión.
Pero su triunfo va más allá de la diana. Muchos expertos ya ven en él un fenómeno capaz de mover masas y atraer a más jóvenes al mundo de los dardos. "En el mundo del deporte existe una raza rara y extraordinaria de individuos: los adolescentes prodigios del deporte. Lo que hace que estos prodigios sean aún más significativos es el impacto que tienen más allá de los límites de sus respectivos deportes", asegura Mark Borkowski, experto en marketing en declaraciones recogidas por The Sun, que comparaba su ascenso con el de Wayne Rooney.

Este adolescente amante del kebab se ha ganado el cariño del público, que le recibía con cánticos de "Mañana no tienes que ir al colegio" mientras se preparaba para acertar y lograr una gloria que ya nadie le puede arrebatar. Esa ya la tiene en el bolsillo y ahora le toca ir a por los 500.000 libras que esperan al ganador de un campeonato en el que ya sólo se habla de él.