¿Dónde están los 50 millones de euros de la 'Libreta Campeones' de Barcelona 92? Hasta un preso todavía no lo ha cobrado...

Es pequeña, dorada y con unos característicos cinco logos de La Caixa [actual Caixabank] en contraste destacado. Está fabricada de ese cartón típico de las libretas de banco, cada vez más difíciles de ver. Hace 35 años, se comenzaron a fabricar hasta un total de 676 cartillas iguales y en su serigrafía un nombre grandilocuente que empieza a desvelar su valor y le pone nombre a una de las creaciones más increíbles en la promoción y crecimiento del deporte español: Llibreta Campions (en castellano, Libreta Campeones).

El proyecto de la caja de ahorros barcelonesa en 1988, creado entre Juan Antonio Samaranch, presidente del Comité Olímpica Internacional, y Josep Vilarasau, entonces director general y posterior presidente de La Caixa, buscaba asegurar y otorgar una cantidad de dinero en el futuro, en un modo similar a un plan de pensiones, para los deportistas exitosos en esos años clave para el deporte español.

Según indican a Relevo desde la entidad bancaria, el objetivo era "estimular y reconocer el esfuerzo diario de los deportistas colaborando en su seguridad económica en el momento de la jubilación, en la mayoría de los casos, no garantizada por su actividad deportiva" entre los Juegos Olímpicos de Seúl 1988 y Barcelona 1992.

Campeones olímpicos en las dos citas olímpicas, títulos mundiales y europeos en el ciclo olímpico de cuatro años y récords nacionales fueron premiados con un premio especial que no cobraría al instante, si no cuando cumplieran la edad de 50 años. Después de los logros sin precedentes, la cantidad se disparó hasta unos actuales 50 millones de euros.

La mayoría de deportistas, bajo un régimen estricto de entrenamientos para dar el gran salto de calidad del deporte español en aquellos años, ni siquiera conocía la existencia de este apetitoso regalo para los que consiguieran una posición de privilegio. Uno de estos despistados terminó siendo uno de los grandes protagonistas de aquellos Juegos, Fermín Cacho: "Me dijeron que viniera a un acto, que me iban a dar una 'Libreta Campeones". ¿Qué creía Cacho que era aquel acto? "Que sería una agenda o una cosa de esas", le contó al banco hace unos años.

Otro de los sorprendidos aquellos días de verano del 1992 fue el encargado de ganar la primera medalla (y de oro) para la delegación española, el ciclista en pista José Manuel Moreno Periñan. "Cuando gané, empezaron a darme premios. Empecé a verlos y dije '¡hostia! ¿Una cartilla?' Yo miraba a los compañeros y les decía: 'Tíos, ¿esto qué es?' Es que eran 125 millones [de pesetas]...".

'El Ratón', como apodaban a este sevillano nacido en Ámsterdam, tenía 23 años y las entendibles ganas de cobrar aquel 'cheque': "Pensaba: 'Puf, me quedan 27 años para cobrar esto... Cuando llegué a mi pueblo, busqué a un amigo mío 'muy potente' y le dije: 'Oye, tengo esto. ¿Cuánto me das?' Que me quedan 27 años...". ¿Por qué quería venderla? "Yo tenía 23 años y pensaba que con 125 millones, yo podía ser el rey de aquí".

El intento de reventa de aquella - literal - primera 'Libreta Campeones' terminó con un consejo y una lección de vida de aquel amigo, ya fallecido, que sigue muy presente en Moreno Periñán: "Jose, te voy a decir una cosa y haz lo que tú quieras: Cógela, tírala en un cajón... y olvídate". Y así fue hasta el 7 de mayo de 2019, cuando la sacó, los 27 años ya habían pasado y el dinero era suyo.

La Libreta Campeones ha vuelto 'a la fama' estas últimas semanas por alguien que, a diferencia del rey del velódromo de la Ciudad Condal, no ha llegado a tener ni un sólo céntimo de la cartilla en sus manos. El cobro del premio por parte de la extenista Arantxa Sánchez-Vicario está embargado para pagar su deuda con el Banco de Luxemburgo por el que está siendo juzgada estas semanas con petición de cárcel incluida. La catalana, además, tenía dos libretas por las dos medallas logradas con el bronce en categoría individual y la plata en el dobles femenino junto a Conchita Martínez.

Es necesario señalar que el cobro de números de cinco o seis cifras es un soplo para las vidas de unos deportistas de disciplinas minoritarias que dejaron unos años de su vida para poder lograr el que aún sigue siendo el mejor resultado español de la historia. A no todos les fue tan bien en la vida como a, por ejemplo, un buen número de jugadores de la selección de fútbol con nombres que destacan como Pep Guardiola y Luis Enrique. O como Kiko Narváez y Alfonso Pérez, que fueron los últimos de aquel combinado nacional en cobrar el año pasado.

A día de hoy, la grandísima mayoría de los deportistas ya ha cobrado las cantidades que ganaron hace más de un cuarto de siglo. Sólo un muy pequeño porcentaje de deportistas queda por hacerse con el dinero de la 'Libreta Campeones' porque todavía no han cumplido 50 años. Son los que 'niños prodigio' que sorprendieron a todos subiendo al podio rondando la mayoría de edad. El caso más llamativo que continúa en espera es el de Faustino Reyes. Este marchenero se colgó la medalla de plata en la categoría de 57kg. de boxeo pero la vida parece que le golpeó a él.

Las últimas noticias de Reyes le situaban en la prisión más peligrosa de España, el centro penitenciario Sevilla II cumpliendo una pena por incumplimiento de condena de un presunto allanamiento de morada sin violencia. Antes, un centro de desintoxicación por una adicción a las drogas y un desfase nocturno que le arrebató todos lo ganado en el ring. Todo puede cambiar en unos meses cuando salga en libertad y, ahora con 48 años, pueda cobrar sus 420.000 euros en abril de 2025.

La primera propietaria de una libreta de Barcelona en poder acudir a su oficina bancaria fue Masa Rodríguez. La jugadora de hockey sobre hierba se proclamó campeona olímpica con la selección española con 35 años, en la última etapa de su carrera y fue quien primero cumplió los 50 en 2007.

Carolina Pascual se colgó la medalla de plata en el ejercicio individual de gimnasia rítmica con sólo 16 años y será la última en recibir su pensión de oro en 2026. La gimnasta de Orihuela es otra de las pocas que queda por sacar rendimiento a la cartilla dorada y parece que le vendrá muy bien. En varias entrevistas en los últimos años, ha señalado que piensa en ello todos los días porque es su "seguro de vida para la vejez" y ha reconocido que tuvo años complicados tras su éxito. Como tantos otros.