ENTREVISTA

Jesús Álvarez vivió un 'via crucis' al recibir el premio de ser jefe de deportes de TVE: "Me dije ¿dónde te has metido? Con lo bien que estabas en el Telediario"

El histórico presentador del bloque de deportes fue dos años el mandamás de la sección, un lugar en el que se dio cuenta de lo poco que se puede hacer incluso cuando se tiene ese poder.

Jesús Álvarez, tras su entrevista con Relevo. /ÁLEX CORRAL
Jesús Álvarez, tras su entrevista con Relevo. ÁLEX CORRAL
Gonzalo Cabeza
Álex Corral

Gonzalo Cabeza y Álex Corral

Jesús Álvarez pasó dos años en la jefatura de deportes de Televisión Española, el puesto al que nadie dice aspirar pero en el que se ven verdaderas carreras de pasillo para conquistarlo. Por más que sea la ambición, cuando se desbloquea esa pantalla, el elegido entra en una dimensión nueva, y no necesariamente grata para el que lo consigue. No tardó mucho Álvarez en darse cuenta que algunos premios llegan envenenados.

Haber trabajado mucho tiempo en TVE implica haber conocido muchos jefes de deportes, porque hay una rotación vertiginosa. Además, son cambios bastante brutales, cuando llega el siguiente suele cambiar muchas cosas, pero el anterior permanece en la misma redacción. No tiene fama de ser el lugar con el mejor ambiente. ¿Cómo lo has llevado tú?

Bueno, yo lo que he tenido ha sido muchos directores generales y presidentes a lo largo de los 47 años. Una vez me acuerdo que los conté y ya iba por 15 o una cosa así. Pues evidentemente cada maestrillo tiene su librillo, como se suele decir. Y lo mismo que ha habido muchos directores generales que han puesto a su equipo y que han decidido su alineación, pues cuando eres jefe o director de deportes, también haces tu alineación y también piensas lo que puede ser mejor para la empresa, no hay tratamientos personales ni nada, sino que es, 'oye, pues yo creo que esta persona es mejor, o por esto, por esto, por lo otro, y quiero que este sea la persona que esté ahí'.

Yo he pasado por eso, he pasado de gente que te ha tenido en el ostracismo una temporada porque no entrabas en sus planes o porque no le parecías la persona adecuada a que de repente ha llegado otro que te ha puesto para hacer de todo: programas, transmisiones, entrevistas, reportajes... Yo lo he vivido todo este tiempo, todo eso, en Televisión Española, y hay momentos que estás mejor y momentos que estás peor, pero entiendo también que son cosas lógicas, porque si has tenido tantos directores, tantos cambios, tantos jefes de informativos y tal, pues al final, claro, cada uno va acoplando y va poniendo lo suyo.

¿Cómo redunda eso en el ambiente?

Pues esto es como todo, cuando te ponen en un sitio bueno y estás a gusto, estás en el candelero, pues estás muy a gusto, evidentemente, porque estás haciendo lo que quieres y encima está teniendo repercusión con lo que haces. Cuando te apartan, cuando estás en otro sitio, yo siempre decía, 'bueno, ya volveré'. Y, efectivamente, siempre terminabas volviendo. Y pasabas una temporada, no en el ostracismo, pero haciendo cosas diferentes. Por eso te he dicho que yo he presentado telediarios, he hecho transmisiones, he hecho reportajes, he hecho no sé qué, o sea, he estado aquí, aquí, aquí, aquí. Y, bueno, y al final te utilizan para todo porque vales para todas esas cosas.

Siempre que entrevistamos a periodistas de TVE nos cuentan que no tenían ambición, que no buscaron ninguna jefatura, que si les vino fue casi por casualidad. Tú fuiste director de deportes, aunque es cierto que la oportunidad te llegó después de muchísimos años en la casa. ¿Cómo fue ese tránsito hasta la jefatura?

El tránsito es que por los años que llevabas y por la experiencia que ibas adquiriendo, ya pensabas, 'bueno, ya me va a tocar, o al próximo nombramiento, cuando cambien, entonces entraré...'

Son un poco elucubraciones que te haces que al final no se cumplen, porque luego te encuentras que ha habido directores de deportes en la tele, no voy a decir nombres, pero que dices '¿con quién ha empatado para estar aquí?' No por nada, sino porque a lo mejor no eran periodistas o no eran personas habituales en la información deportiva y te sorprendía un poco. Eran más bien gestores.

Y yo tengo que decir una cosa, yo, cuando llegué al cargo de director de deportes, me sorprendió mucho todo porque, claro, nosotros estábamos acostumbrados siempre cuando iba algo mal en la tele o veíamos algo que se hacía mal, decíamos 'cuando yo sea director de deportes, cuando yo sea jefe, yo haré esto, esto, lo otro'. Cuando llegas, no puedes hacer nada, estás totalmente atado, porque las circunstancias son diferentes. Te encuentras que no tienes presupuestos porque están ya comprometidos con los Juegos Olímpicos, con la Champions, etc. Y no puedes contratar ni a un buen narrador o a un comentarista relevante o famoso que le pueda dar prestigio a la transmisión o que pueda ser llamativo para la gente que esté.

Y yo creo que... iba a decir que me equivoqué, no sé si me equivoqué. Bueno, es una experiencia muy buena, claro, porque me di cuenta de lo duro que es a veces el hacer cosas que piensas que tú lo vas a solucionar y luego te das cuenta que no puedes solucionarlo y así ha sido uno y otro y otro y te das cuenta que no encajas, que aquello no funciona ni contigo ni sin ti.

Y entonces, pues mi experiencia como director de deportes fue una experiencia para el currículum, pero nada más. Los ingleses dicen, "it's not my goal". Yo me di cuenta de que no era mi objetivo después de estar allí. Me dijeron cuando me nombraron que hay dos días importantes cuando te dan un cargo, uno es el día que te nombran y el otro el día que te vas. Esos son los más felices de tu vida. Efectivamente, yo lo experimenté también, fueron los dos días más felices, el que te nombran, por la novedad, porque estás eufórico, como 'hombre, por fin he conseguido llegar aquí' y cuando ves que no puedes hacer nada de lo que querías hacer dices 'bueno, pues que pase cuanto antes esto'. Cuando pasa esto, sientes un alivio, 'por fin me he librado'.

Ser director de deportes tiene, lógicamente, una parte periodística, que tiene que ver con elegir perfiles o marcar líneas informativas, pero en la televisión es quizá todavía más una cuestión de gestión, tienes que pelearte con los derechos, negociar con federaciones... cosas que un periodista no se encuentra en su vida cotidiana y que requeriría de un aprendizaje específico. ¿Cómo lo llevaste?

A mí me sorprendió mucho. Yo creo, no sé, que lo llevé lo mejor que pude. Te iba a decir que lo llevé mal... No, lo llevé lo mejor que pude porque, bueno, ya una vez metido en la salsa, pues lo que tienes que hacer es dar de ti todo lo mejor que lleves dentro para intentar hacerlo bien, ¿no? No era lo que quería, yo me di cuenta, me di cuenta a las dos semanas de estar allí. Me dije 'Jesús, ¿dónde te has metido? con lo bien que estabas en los telediarios'.

No estuve mucho tiempo, estuve dos años, pero durante mi mandato tuve una cosa muy buena, y es que, por el motivo que fuera, el TD2 no funcionaba bien, y quisieron que Ana Blanco, que estaba en el 1, pasará al 2 y yo había trabajado muchos años con ella. Cuando tienes un cargo de estos directivos no puedes aparecer en imagen, claro, porque entienden, y con buen criterio, que te tienes que dedicar más a la gestión, al despacho, que a estar en las dos cosas, en misa y repicando. Entonces, bueno, yo no sabía cómo salir de esa situación y me dijeron 'Oye, queremos poner a Ana en el 2 ¿tú podrías hablar con ella para ver qué tal?' y se me ocurrió decir 'bueno, pero Ana no va a querer hacer el 2 si no estoy yo también con ella haciendo el bloque de deportes'. 'Hombre, pero Jesús, ya sabes que no se puede, que los directivos no podéis hacer...' 'Bueno, bueno, como queráis, pero yo creo que yo la convencería'. 'Bueno pues venga, inténtalo'. Y la convencí, y Ana me preguntó '¿Pero tú estarás también, no?'. 'Yo estaré también', aunque no sabía si al final iba a estar o no. Les dije que ya está, que Ana dice que sí, y que qué hay de lo mío. Me dijeron 'pues haces el bloque de deportes con ella'. Fue mi válvula de escape.

Hace unos meses, en un reportaje en este medio, Paloma del Río nos comentaba que compaginar la dirección de deportes con presentar un informativo, como hicisteis tú o Arsenio Cañada, es un disparate. Tú lo hiciste. ¿Qué recuerdas?

Yo hacía el de la noche, el telediario de las 9, con lo cual quiere decir que yo hasta las 8 de la tarde era director de deportes y de 8 a 10 me volcaba en el telediario. O sea, que me pasaba ahí el día entero. Distinto hubiese sido si estás ahí y tienes que hacer el de las 3, que ya te corta todo el día. Yo me dedicaba el día entero a ser director de deportes y por la noche hacía el telediario, pero entiendo que era casi prácticamente imposible. No puedes atender a todo. Tienes que viajar, tienes que reunirte, tienes que estar en sitios, te reclaman para estar en muchos sitios y no puedes estar en todo, claro, te tienes que dedicar exclusivamente a eso. Pero yo conseguí, al menos, que me permitieran hacer el bloque de deportes del telediario, en contra de la norma. Yo también lo busqué un poco.

Por lo que sé, tu jubilación ha sido en contra de tu voluntad.

Sí.

¿Cómo fue?

Es que, a ver, nosotros teníamos un convenio colectivo que lo decía claramente, cumplías 65 años, llevabas más de 37 y medio cotizados a la Seguridad Social y tenías que marcharte para, en teoría, dar entrada a gente joven, a gente que estaba con un contrato indefinido, para hacerlos fijos, porque pretendían convocar unas oposiciones. Pero, no se cumplió nada de eso, al menos en el tiempo y forma que se tenía que hacer, y de repente llega el día que cumples 65 años y es que te cortan hasta el correo electrónico. Entonces, yo entendí que eso no era motivo y, además, que yo quería seguir trabajando porque creo que estaba en mi mejor momento, en mi mejor momento intelectual y de conocimientos y de experiencia, y con mucha ilusión y ganas de seguir haciéndolo. Creo que la imagen también me acompañaba, o sea, que no llegué a entender muy bien eso.

La prueba es que al poco tiempo de sacar esta norma, me parece que a los seis o a los ocho meses, cambiaron y ya dejaron a la gente que siguiera trabajando, con lo cual yo creo que hicieron esa ley para tres que nos tuvimos que ir en esas circunstancias.

¿Qué te encontraste al salir? Porque llevabas 47 años allí metido.

Pues, mira, hablando de la salida tal cual, me encontré mucho más trabajo. Me encontré mucho más trabajo porque, claro, la gente, al enterarse de que ya no estaba sujeto a la norma de televisión, que nosotros teníamos exclusiva con televisión y no podíamos movernos, no podíamos hacer cualquier otra cosa, pues me encontré con mucha facilidad y con mucha gente que quería contar conmigo para hacer cosas. He estado en concursos, he estado en programas, he estado contando cosas, he dado clases en la universidad, charlas. O sea, que mi salida ha sido para abrir un mundo que hasta ese momento había estado bastante restringido para mí, y me he encontrado con muchas facilidades para hacer muchas cosas que no pensé que me fueran a surgir.

A mí me han ofrecido hacer publicidad en televisión cuando estaba fijo de la casa y no he podido hacerla, porque nosotros, al menos en informativos, teníamos prohibido hacer publicidad por la repercusión que tiene nuestra imagen, nuestra cara, que estemos haciendo publicidad de algo y que luego estés contando algo en los telediarios. Entonces, lo que me he encontrado es una serie de cosas con las que no contaba y que me está apeteciendo mucho hacer, porque no las he podido hacer en 47 años que he estado en esa casa.

Y, luego, bueno, pues te encuentras cosas que te sorprenden un poco. Haber estado 47 años y, de repente, como si te hubiesen borrado del mapa. Intentas hablar con unos 'oye, pues tengo un proyecto que a lo mejor le puede interesar a la casa, tal' no te recibe nadie, nadie te llama, nadie te dice qué pasa. Estás aquí 47 años y no vale para nada, te sorprendes un poco por la frialdad con la que se acaba todo.

En TVE siempre se habla de la cuestión política, de la presión. ¿Tú lo has notado en los informativos?

Afortunadamente, en deportes no ha habido tanto, o no se ha sentido tanto esa presión, que no digo que no la hubiera, pero no ha sido, o sea, nosotros no éramos políticos, no hablábamos de política, hablábamos de circunstancias donde el resultado es 3-0 y es 3-0, no hay vuelta de hoja, ha sido 3-0. Luego puedes discutir si fue penalti o no fue penalti, pero el resultado es 3-0. Si lo que me quieres preguntar es que si hay influencias en un medio público, en una televisión pública, sobre los diferentes gobiernos que han ido pasando, pues te diré que es como las meigas, que creer no creo pero haberlas, haylas. Yo no las he sufrido directamente, pero sí he visto ciertas cosas que me han chocado un poco, y que cada uno las interpreta como quiere. En ese sentido, yo he tenido la fortuna, ya te digo que en deportes, que al ser todo más matemático, no hemos podido especular tanto, no nos han podido manejar en ese sentido. A mí me preguntan muchas veces, 'oye, ¿hay libertad de expresión, hay libertad de prensa en este país?' Y yo digo, la libertad de expresión o la libertad de prensa es directamente proporcional a la subvención que recibes.

Para la gente de medios escritos, los informativos de televisión tienen mucho de repicar lo que sale en el periódico de la mañana. ¿Para los deportes de TVE es importante dar noticias, exclusivas...?

Bueno, claro, como todos los medios, claro que es importante. Lo que pasa es que en televisión hemos pasado de un extremo a otro. Antes las noticias no eran noticias hasta que uno las daba al telediario, o sea, hasta que uno las daba a televisión. Y ahora parece que muchas veces el telediario da las noticias que dan otros, va a remolque de las noticias que dan otros. A mí me ha pasado muchas veces en deportes de proponer algún reportaje y oír 'bah, eso no interesa', y verlo al día siguiente en algún diario y decir, 'hombre, ¿podríamos hacer un reportaje de esto?', 'pero si te lo ofrecí ayer y no quisiste hacerlo'. Sí ha pasado un poco que hemos despreciado lo nuestro, nuestras propias fuentes.

Veces que decías 'tengo la idea de hacer esto por esto, por esto y por esto' y no y luego lo veían en un periódico en otro medio, en otra radio, en otra televisión y les llamaba la atención. Es un poco una lucha que yo eso sí lo he vivido y lo he sentido en Televisión Española.

Comentando que te iba a entrevistar, varios compañeros han tenido curiosidad por saber de qué equipo eres, que es algo que nunca has dicho. Entiendo que ya ha prescrito y lo puedes decir.

[Se señala la muñeca, en la que lleva una bandera de España] Mira, mira de dónde es Jesús Álvarez, de la Selección española. Así no me equivoco. Selección española, de todos y de ninguno. No me ha parecido correcto ni oportuno a lo largo de estos años explicar a nadie si soy de tal o soy de cual.

Cada uno tenemos lo nuestro, como cada uno votamos a quien queremos y cada uno tenemos nuestros equipos y tenemos nuestros favoritismos, pero yo creo que en el desarrollo de mi actividad profesional, en la información deportiva, mejor era no ser de nadie para que no hubiera dudas de favoritismo y cosas así. He intentado ser lo más objetivo posible siempre.

Quiero preguntarte un tema que no tiene que ver con tu carrera profesional, pero que sí forma parte de tu vida y doy por hecho que te marcó especialmente, que es el secuestro de tu suegro, Emiliano Revilla, por parte de la banda terrorista ETA.

Pues, hombre, yo siempre digo que nos lo podíamos haber evitado, ojalá nos lo hubiéramos evitado. Es una experiencia desagradable, una experiencia desesperante, porque nosotros tuvimos 249 días sin tener noticias para nada de mi suegro, y fue, pues, una larga noche, una larga noche de espera y una larga noche de acontecimientos y de sucesos que iban pasando y que los veías pasar en tu vida y estabas como inmóvil, como quieto. Lo veías pasar, pero no podías hacer nada. Sí, es una experiencia que poca gente la puede contar, pero a mí me hubiera gustado evitarla.

Para terminar. Me has dicho que estás preparando un libro sobre tu vida. ¿Cómo vas? No te tienen que faltar cosas para contar.

Sí, ya me ha dicho la editorial que tengo que recortar porque llevo no sé cuántas páginas, 600 y pico, que es una barbaridad, y que tengo que meter la tijera. Vamos a ver por dónde le metemos la tijera. Yo he contado todo, todo lo que he recordado, todo lo que me ha sucedido. En mi vida personal, pues yo creo que ese es el único capítulo que refleja mi vida personal, la del secuestro y la liberación. Y luego son cosas relacionadas con la televisión y con lo que he vivido.

Yo siempre digo que amo profundamente a Televisión Española, porque me ha permitido estar en sitios y circunstancias que, como vulgarmente se dice, hay gente que mataría por haber estado, tener la suerte de estar en los grandes acontecimientos deportivos y, encima, poder contar grandes triunfos de deportistas españoles. Y en ese sentido me siento un privilegiado por haber estado todo este tiempo en televisión y haber podido dedicar mi vida a esto. Y en el libro está reflejado todo eso. He querido contar todo y ahora a ver qué es lo que quito. Vamos a ver todo por la parte y vamos a ver cómo le puedo meter la tijera para no desvirtuar tampoco el relato.

Los capítulos los he relacionado siempre con acontecimientos deportivos. Han sido, sobre todo, cosas relacionadas con Juegos Olímpicos, Mundiales y a raíz de eso yo contaba cosas que sucedían en Televisión Española y tal. No sé si se va a aburrir la gente leyéndolo, pero desde luego si quieren saber un poco lo que ha vivido Jesús Álvarez en 47 años en Televisión Española, ese es el libro.