Damián Quintero, entre Cata y Kata: "El deporte de élite me va a quitar un tiempo que no quiero perderme con mi hija"
El próximo fin de semana, el subcampeón olímpico en Tokio disputará su última competición en España en la Copa del Mundo de Pamplona.
Uno de los temas del verano olímpico giró en torno a la aparición del Breaking y su polémica inclusión en el programa olímpico de París 2024. En España, además, se unía a que la aparición del baile deportivo por primera vez coincidía con la salida del kárate que en Tokio había sumado dos medallas con dos deportistas participantes. Aquel podio sigue acompañando el nombre de Damián Quintero [Buenos Aires, Argentina, 1984], uno de esos deportistas fuera de los deportes de grandes masas que han conseguido cruzar la línea de la fama para vivir de su trabajo y todo lo que le envuelve. 342.000 seguidores lo confirman en su cuenta de Instagram en el momento de esta entrevista.
A los 40 años y con un palmarés rebosante, está a punto de ser papá y el nombre de su futura hija no puede representar más de quién va a ser hija: se llamará Cata. De Catalina y no de Kata, la disciplina que le ha llevado a lo más alto en el mundo del deporte. Y ahora, su cabeza pasa entre Cata y Kata para decidir cuándo será el momento de dejar el deporte y dar el paso a una nueva vida.
¿Cómo has vivido el verano olímpico sin el kárate en los Juegos?
Con recelo, no te voy a decir que no. Bastante envidia sana porque sigo en activo. Recuerdo que estaba en Asturias, en casa de mis suegros, y cuando me levantaba por la mañana, lo primero que hacía era poner la tele mientras desayunaba para ver los Juegos. Quería ver a muchos amigos de otras disciplinas que están compitiendo. Y además, es que me gustan todos los deportes y me enganchaba a cualquiera. Pero sí es verdad que con pena, porque podría haber estado perfectamente ahí, porque yo sigo en activo y a buen nivel. ¿Por qué no haber soñado con otra medalla olímpica? Pero bueno, era un sueño era imposible.
¿Viste el Breaking?
Vi los memes del Breaking, la verdad (sonríe). No lo entiendo y no vi nada. Sí que es verdad que vi el meme de la chica australiana, creo que todo el mundo ha conocido el Breaking por eso. Me da la impresión, aunque es cierto que no teníamos representación española, que fue una modalidad deportiva que pasó desapercibida dentro de los Juegos.
"Que el kárate no estuviera en París fue una jugarreta, era para habernos mantenido una edición más"
Evidentemente, te lo preguntaba porque en la creencia popular ha calado que el Breaking fue lo que quitó el hueco a 'tu' kárate.
Pero no nos sustituyó. El tema fue lo de las vacantes. ¿Por qué París no metió al kárate teniendo todavía una vacante entre sus elecciones de deportes? Pero en ningún momento me quiero comparar con el Breaking. Al final, fue una decisión que tomó el comité organizador, que decidieron meter esa modalidad olímpica que ya, fíjate, ya no va a estar en Los Ángeles 2028, ni creo que vuelva para Brisbane. Entonces, fue un poco jugarreta en el sentido de que no estuviera nuestro deporte porque creo que en Tokio hicimos muy buen papel. Ya no por la medalla que conseguimos los españoles, sino simplemente porque el kárate en sí dio buen espectáculo y gustó. Era para habernos mantenido, al menos, una edición más. Además, Francia también es una potencia mundial dentro del mundo del kárate y se hubiera aprovechado un poquito ese tirón.
Tengo algún amigo que con el argumento de que el Breaking no era un deporte me dijo que la 'kata' tampoco. «Son puñetazos al aire», me dijo.
¿Quién dijo eso? Que voy a hablar con él. No, también tengo amigos que me dicen que lo que yo hago es ruiditos y pegarle al aire. Y les digo, mira, nosotros lo bueno que tenemos es que no es un ejercicio inventado. Los 'katas' tienen sus nombres, tienen sus técnicas, tienen su estructura. Hay técnicas tanto de puño como de pierna, de mano abierta, de mano cerrada. Son distintas líneas de ataque y defensa. Entonces, para que el público en general lo entienda, la traducción en japonés de 'kata' es 'formas'. Y lo que hacemos es un combate imaginario. Si alguien se colocara delante de las líneas que hacemos nosotros, de ataque y defensa, somos capaces de plasmar lo que sería un combate real.
Sobre esto del Breaking. Durante los Juegos, subiste un vídeo a tus redes sociales intentando explicar a la gente que no estabas en París, pero que no arremetieran contra el Breaking como se llegó a hacer incluso desde el mundo del kárate.
Sí, porque ya tú sabes que la gente en redes sociales se calienta. Cuando no entiendes, tiendes a poner ahí un comentario y todo el mundo estaba con el tema de por qué no está el kárate y sí otros deportes. Creo que tampoco hay que faltar respeto a esa modalidad deportiva o ese deporte, o como se considere a día de hoy, no hay que faltar el respeto. Ellos no tienen culpa, ellos al final hacen su negocio y es lícito que estén ahí. Quería aclarar a la gente para que no hubiera tanto hate en ese sentido. Y también lo hice porque muchos de mis seguidores me escribían deseándome suerte para París, a pesar de que llevamos años hablando de esto. "Voy a ver los Juegos Olímpicos por ti" y ese tipo de comentarios, entonces quería aclararlo.
Durante los Juegos y aprovechando las críticas al Breaking, la federación internacional de kárate abrió una campaña para el reconocimiento de su deporte y su vuelta a los Juegos.
Creo que ese movimiento vino tarde. Tú no puedes intentar hacer un movimiento en medio de unos Juegos Olímpicos. Yo creo que sí, como persona, puedo llegar a hacer ese vídeo en medio de los Juegos porque encima sé que es donde más revuelo va a haber. Pero, como organización e institución, creo que en este caso la Federación Internacional de Kárate tendría que haber hecho ruido los años previos. Se hizo después de Tokio obviamente, pero no haber dejado pasar tanto tiempo para hacer que la gente nos hubiera empujado de alguna manera o haber estado a hablando con instituciones. Haber trabajado de otra manera para estar allí. No tiene sentido ni durante los Juegos, ni después los Juegos de París haber hablado de eso.
¿Hay que crearla ahora?
Para Los Ángeles 2028 sabemos que estamos fuera, así que seguimos sin crearla. Veremos a ver para Brisbane 2032, pero no tiene buena pinta. Sinceramente, creo que es el momento quizás de no obsesionarnos con los Juegos Olímpicos y a lo mejor, empezar a pensar en un karate más profesional. Oye, que no todos los deportes están en los Juegos Olímpicos, hay algunos que funcionan muy bien y ahí está el caso del pádel. ¿Por qué no copiar cosas de otras disciplinas deportivas para la nuestra, hacerla más accesible, hacerla más visualmente fácil de ver para cualquier persona no especialista en artes marciales o karatekas? Y sobre todo, para los deportistas hacerlo más profesional para que no tengamos que estar tanto dependiendo de estar dentro de un programa ADO donde puedan tener subvenciones, lograr acceso más visible a los medios de comunicación y trabajar de otra manera y hacerlo más profesional.
Pero... ¿se puede ser profesional con el kárate fuera del foco de los Juegos?
Yo lo soy. ¿Se puede? La mejor respuesta es que no. Yo lo soy porque creo que arrastro esa medalla olímpica que conseguí en Tokio, Lo he conseguido porque hemos trabajado muy bien y no solo en ese ciclo olímpico, sino antes de llegar hemos trabajado con un equipo que he formado, he invertido en mí mismo, en mi marca... Creo que si uno no invierte en uno mismo, no lo va a hacer otro. Entonces, si pensamos siempre en depender de una federación, de una institución o una subvención, vamos jodidos, hablando mal y pronto. Cada uno tiene que ser consciente de elaborar su marca. Yo lo hice y gracias a mis patrocinadores privados he estado tres años más después de esos Juegos compitiendo en activo sin tener ninguna ayuda extra, como esa Beca ADO. Si tienes muy buenos resultados en unos Juegos, las cuantías son muy buenas y se echa de menos esa 'paguita', pero también hay otros recursos y otras maneras de hacerlo. El sector privado está ahí para todo el mundo, que creo que yo me he considero más afín a ese, y yo lo he podido conseguir.
Tú lo has hecho. Ahora que sigues en el equipo nacional y ves a los jóvenes...
Es muy distinta mi posición con respecto a las generaciones que vienen detrás mía. Es poco probable que lo puedan hacer. Porque si son muy jóvenes, están todavía con los estudios y demás. Y si no, tienes que dedicarte a compaginar tanto trabajo como el kárate, y en ese caso es muy complicado mantenerse al nivel que exigen los campeonatos del mundo y el circuito mundial.
Decías al principio eso de «sigo en activo». ¿Cuánto queda de Damián Quintero?
Dentro de dos semanas en Pamplona se celebra la Copa del Mundo por equipos y este será mi último torneo en España. No te sé decir cuándo me voy a retirar, porque dependo de mis contratos privados y tengo que ver a final de temporada. Entonces, como llevamos haciendo desde hace tres años, nos sentaremos todo el equipo y veremos qué podemos hacer. Mi gustaría continuar porque me encuentro bien, porque me gusta entrenar, pero a la vez también que tengo otros proyectos. Primero a nivel personal, con una niña que viene en camino. El deporte de élite me va a quitar muchísimo tiempo y yo no quiero perderme ese tiempo de mi hija. Y además, en otros proyectos profesionales que también me apetece hacer. Entonces el entrenar tantas horas y la exigencia que tiene la alta competición es mucha y no quiero arrastrarme. Eso siempre lo he dicho: antes de arrastrarme por un tatami, me iré.
¿Aún podrías agarrarte a algún último objetivo?
El año que viene estoy clasificado para los World Games, que son en agosto. Hay que ver cómo se baraja, si la federación tiene proyecto, si me apetece ir a competir al circuito mundial o no...
¿Te da miedo dar el paso de la retirada?
Es un paso complicado, pero no tengo miedo. Creo que lo hemos hecho muy bien para no llegar a ese precipicio que tienen muchos deportistas cuando hablan de la retirada. He gestionado bien mi patrimonio, tengo una carrera, dos másteres y tengo varios caminos donde seguir trabajando. Por supuesto, me encantaría también seguir muy vinculada al deporte. Tengo la tranquilidad de que, cuando llegue el día de retirada, renunciaremos, se caerá la lagrimilla y con mucha pena y dolor nos iremos. Dejaremos paso a los que vienen por atrás, pero con la conciencia de haber hecho un buen trabajo.
Tienes 40 años. Seguramente seas el más mayor de las competiciones.
Me veo entrenando, miro a los chavales que tengo al lado y a uno le saco 12 años y a otro le saco 17. Imagínate. Van como tiros, son hiper rápidos, entrenan durísimo... pero me veo al nivel. Entonces, yo digo: tengo 40 años y me veo al nivel de estos... ¿porque no seguir un poco? Y no es por miedo a la retirada, sino al hecho de que nos encanta tanto esto y la adrenalina del deporte que vas a decir: ¿dónde busco eso ahora? ¿En un partido de padel con los amigos? Ahí soy un picado, sí pero no es lo mismo. ¿En los juegos de mesa con la familia? Tampoco. Tienes esa sensación es que es difícil de explicar, pero la competición nos gusta tanto al deportista que quizás por eso a veces decimos: venga, vamos a intentarlo un añito más. Si encima salen los resultados, pues aún más.
¿Decías que te ves en el mundo del deporte? ¿Entrenador? ¿Presidente de la federación? ¿Dónde te ves?
Yo me veo en un trabajo más fijo dentro de la industria del deporte. Sí en puestos gestores y no como entrenador. Mucha gente me pregunta si voy a ser el próximo seleccionado nacional y no, el que quiera serlo puede estar tranquilo porque tendrá el puesto libre. Sí que viajo mucho por el extranjero haciendo 'trainings', enseñando cómo entreno y todo esto, pero no me veo como programando una temporada de 9-10 meses con tanta competición o llevando un grupo de entrenamiento. Está mal que lo diga yo, pero puedo ser una buena imagen que los árbitros me vean como entrenador tras ser medallista olímpico y porque me conoce todo el mundo, pero no me veo.
¿Y de 'presi'?
El tema de la gestión me llama un poco más. Me veo más en ese ámbito. Estamos viendo distintos presidentes que han sido deportistas como Javier Hernanz (piragüismo), que es muy amigo mío. U otros que están llevando federaciones como Raúl Chapado (atletismo) o que lo hicieron, como Jorge Garbajosa (baloncesto). Ellos han dado el salto para estar ahí y creo que es muy importante que la visión del deportista esté dentro los puestos directivos. Tenemos una visión un poquito más clara de la que puede tener una persona súper política.
Vas a tener una niña. Ahora que has visto el kárate desde dentro, ¿le recomendarías que lo hiciera o mejor que se dedique a otros, por ejemplo el tenis, para ganar más dinero y vivir más tranquila?
Esta pregunta es trampa (sonríe). A ver, yo creo que no le recomendaré nada porque quiero que ella decida por sí sola. Cuando son 'chiquitillos' tienen que disfrutar. Cuando sea pequeña, que disfrute con lo que haga y que no tenga que hacer kárate porque su papá haya hecho karate. Que haga karate si le gusta. Estaremos para apoyarla ella en la decisión que tome. Si me sale tenista, pues mejor que karateka... ¡no te voy a decir que no! (risas) Si no le diré a Carolina Marín que le enseñe badminton y ya está. Fuera coñas, si está dentro del mundo de deporte, me encantará porque ha sido mi vida.
Mira que si termina haciendo Breaking...
Bueno, mientras haga la cucaracha...
Como no sabemos si será tu última competición, habrá que ir a la Copa del Mundo por equipos de Pamplona por si acaso...
Y nosotros vamos por el oro. Será la última competición en España seguro, eso está decidido. No voy a competir más a nivel nacional y no hay campeonatos internacionales en España el año que viene. Ya después ya iremos viendo, pero a ver si la última en España es un oro.