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Soy deportista olímpica y me lo juego todo en unos segundos: "En España, ni los buenos se están ganando un futuro"

Adriana Cerezo y Lucía Martín-Portugués, referentes españolas del taekwondo y la esgrima, conversan sobre la realidad de sus disciplinas.

Lucía Martín-Portugués, durante los pasados Juegos Olímpicos de París./EFE
Lucía Martín-Portugués, durante los pasados Juegos Olímpicos de París. EFE
José M. Amorós

José M. Amorós

La llegada de los Juegos Olímpicos implica muchas ganas de sentarse delante del sofá, coger el mando y ver un sinfín de horas de deporte durante las dos semanas del mayor evento deportivo internacional. También es tiempo de quinielas sobre medallas, acompañadas de alegrías y decepciones según la suerte caiga o no del lado español. Pero los Juegos, sobre todo y detrás de todo el espectáculo de luces y color, significan el todo o nada para cientos y cientos de deportistas que se juegan su futuro en apenas unos segundos. Becas, patrocinios y la cobertura de los próximos cuatro años de ellos, y de sus entrenadores, se juegan en apenas unos segundos de competición.

Lucía Martín-Portugués y Adriana Cerezo debaten sobre el 'todo o nada' de sus deportes.RELEVO

Adriana Cerezo y Lucía Martín-Portugués conversan en la segunda parte de la tertulia organizada por Relevo [tras reclamar la atención de los medios de comunicación] para analizar la realidad invisible de los deportistas de disciplinas minoritarias, o 'emergentes' como le gusta llamar a la esgrimista. Y es que ambas, una campeona de Europa este mismo año y la otra dentro del TOP5 del ranking mundial, vivieron la peor cara del deporte en París en dos deportes que se juegan al 'todo o nada' en cada combate. Adriana cayó en cuartos y Lucía, en dieciseisavos de final, volviendo a casa sin medallas y peor, lejos de los objetivos que les aseguraban las becas para los próximos meses y años.

En una situación como esta, no tarda en salir a relucir con añoranza y desazón lo que ocurre en otros países. "En Hungría, si haces una medalla mundial u olímpica tienes un sueldo vitalicio", comenta Lucía a una Adriana que, hablando de ayudas y recompensas, ya tendría asegurada una renta vitalicia de unos 750 euros en cuanto cumpliese 35 años si hubiera nacido en Budapest y no en la localidad madrileña de Alcalá de Henares.

Una situación que la taekwondista conoce bien porque comparte club, entrenamientos y amistad con Viviana Marton, campeona en París representando al país magiar aunque naciera en Tenerife. Por esto, puede aportar otra realidad que todavía se comenta menos: "Y no solo lo cobra el deportista, también el entrenador tiene esa renta a partir de los 45 años". Porque en la realidad español, el resultado del deportista en la gran competición anual también se juega el futuro de su técnico y el resto de su equipo.

"¿Cómo pretendes que vuelva a mantener mis resultados si le estoy diciendo que ya no puede ser entrenador de Adriana Cerezo?

Adriana Cerezo Taekwondista

"Ese sistema que estás construyendo [a tu alrededor], de repente se te puede caer. Si tú pinchas en el evento más importante del año... ¿qué va a pasar? Es complicado tener esa incertidumbre. No solamente por mí, sino por mi equipo, mi entrenador... hasta ahora, [Jesús Ramal] era 'el entrenador de Adriana Cerezo' con beca ADO. De repente, desaparece el resultado importante de un año y a mí me baja un poco, a la mitad, pero mi entrenador se queda sin nada. ¿Cómo pretendes que vuelva a mantener mis resultados si le estoy diciendo que ya no puede ser entrenador de Adriana Cerezo y ya tiene que hacer otra cosa?". Cuando se habla del resultado importante de un año hay que recordar que la española logró el oro europeo en este mismo 2024, pero la competición más importante de este 2024 en la que se fijaban las grandes becas eran los Juegos. "Cuando no has conseguido los resultados, yo entiendo que la cantidad de ingresos no puede ser la misma, porque tu rendimiento ha bajado y soy defensora de la meritocracia. Pero... ¿o todo o nada?".

Sobre la parte de los equipos y los entrenadores que consiguen llevar a los deportistas españoles a la élite sacando su máximo rendimiento, Martín-Portugués amplía la reclamación: "Es que la figura del entrenador es otro melón. Quedas campeona de Europa y, por ejemplo, ellos te dan un premio directo de no sé cuánto, que tampoco es una fantasía de dinero, pero es que el entrenador ni siquiera está contemplado. Y yo digo: ¿cómo se cree esta gente que hemos llegado hasta ahí? ¿Solas?".

Ambas coinciden que seguramente el sistema húngaro no podría afrontarse en España, pero es una idea o alternativa para aportar seguridad a unos deportistas que se convierten, en muchas ocasiones, en un eslabón débil en la estructura del deporte. Y, por cierto, contra la que también combaten a la hora de enfrentarse a sus rivales. "En Hungría, al menos, esa persona que está haciendo una inversión 'tocha' y consigue un retorno en forma de una medalla olímpica, tiene su vida... no sé si solucionada, pero tiene un futuro. Eso, aquí, todavía no pasa. En España, ni los buenos se están ganando un futuro a pesar de llegar a unos resultados para los que sacrificas tu vida laboral, porque podrías estar haciendo otra cosa y ganándote un futuro".

Cuando este tipo de debates se abren, siempre saldrá la opinión de que si un deporte no es rentable en lo económico o hay que mantenerlo, no hay que 'salvarlo de la quema' con recursos del Estado. Pero, a la vez, el deporte más allá de la profesionalidad del fútbol, baloncesto, tenis o el motor es una política nacional y social de cualquier país porque cabe señalar que todos, en cada edición de los Juegos y otros grandes campeonatos, exigimos, pedimos o al menos, nos gusta celebrar medallas de los nuestros. Por lo que, para que eso ocurra, hay que tener a los deportistas en unas buenas condiciones para que continúen con su carrera deportiva y mejores en sus prestaciones.

"Hay que estudiar el modelo español"

Lucía Martín-Portugués Esgrimista

Tras cada edición olímpica, se abren mesas redondas en busca de un nuevo modelo para el deporte español que dé mejores condiciones a todos sus miembros para, por fin, dar un salto de calidad en el medallero y romper de una vez el récord de 22 medallas de Barcelona. Sobre los recursos del Estado, a lo largo de la tertulia entre ambas deportistas se cree que el asunto debe ir más hacia una mejor gestión que a un aumento de las cifras. "Se dice 'vamos a estudiar el modelo coreano, vamos a estudiar el modelo ruso...'. ¿Qué dices? Si lo que hay que estudiar es el modelo español. Si teniendo una décima parte de recursos y menos organización lo conseguimos", señala Lucía, mientras Adriana lo confirma afirmando que "no podemos conseguir más inversión o más dinero, pero sí se puede gestionar mucho mejor con la misma cantidad de recursos".

En una situación así, ¿es fácil ser deportista de élite en España? Responde Cerezo: "Si tienes suerte que toca la campana y te llegan otras formas de tener ingresos, o si no es complicado vivir como deportista. Y puedes hacerlo cuando estás en el Alto Rendimiento, pero una vez que has terminado todo se acaba y no hay más".

Patrocinios privados

Para mejorar la situación, los deportistas más afortunados tienen la oportunidad de mejorar sus condiciones con recursos privados. "El apoyo de los patrocinadores es súper importante", relata Lucía. Por ejemplo, el equipo de sable del que forma parte, por iniciativa propia, logró contratar al técnico José Luis Álvarez, que les ha dado una gran subida de nivel en el último ciclo, gracias a la entrada de un patrocinio privado de Iberdrola que, en la mayoría de ocasiones y por el plan de negocio de las empresas, tampoco llega tan fácil como en otros países.

En ese sentido, la tiradora de Villanueva de la Cañada pide un abrazo también por parte de las empresas: "Me gustaría que los españoles tuviésemos más patriotismo en el sentido de generosidad y aporte con nosotros mismos. Yo veo otros países que se sienten orgullosos de decir que le están dando su dinero a esta persona porque está representando a nuestro país, está divulgando estos valores. En España, tenemos un problema con el patrocinio. Si no hay un retorno directo, de visibilidad o de lo que sea, no tenemos ese sentimiento de generosidad y apoyo al deportista". Una reflexión que Cerezo condensa en una frase que define la situación a la perfección: "El deporte se ve como un gasto y no como una inversión; y si alguien te da algo, se ve como caridad".

"La llegada de un patrocinio es un antes y un después muy grande... con muy poco. Con una pequeña inversión, que para muchas empresas es insignificante, es un mundo para nuestras disciplinas. Hay tan poca inversión [previa] que cambia todo", relata Adriana Cerezo. Y la realidad es que, con muy poca aportación, la diferencia se nota y mucho como cuenta, por experiencia propia, la propia Martín-Portugués: "En solo cinco años con la llegada del nuevo entrenador, hemos hecho un récord histórico. Todas las del equipo tienen, como mínimo, una medalla europea en categoría absoluta o inferiores. Hay medallas mundiales, europeas... algo que no existía. Los impulsos en deportes como el nuestro son muy importantes".