RELEVO X CHANGE

Carolina Marín, o cuando los valores valen más que las medallas

La campeona española ha sido una de las grandes protagonistas de Relevo X Change por su trayectoria marcada por valores.

Carolina Marín celebra su título del All England 2024, el 'Wimbledon' del bádminton./GETTY
Carolina Marín celebra su título del All England 2024, el 'Wimbledon' del bádminton. GETTY
José M. Amorós

José M. Amorós

Carolina Marín ha sido una de las figuras del deporte internacional reconocidas con uno los premios de la primera edición de los Relevo X Change, una gala con el objetivo de honrar los valores y el ejemplo para construir una sociedad mejor a través del deporte. Y es que, en la figura de la campeona española, es complicado saber qué tiene más peso en la carrera deportiva, su palmarés o sus valores más allá de los podios.

Sus triunfos son historia del deporte español, pero también internacional siendo la única jugadora con tres oros mundiales [2014, 2015 y 2018] en toda la historia de la competición. Más complicado si cabe fue su éxito en los únicos Juegos en los que llegó en plenitud y no se encontró el muro de las lesiones, en Río 2016: es la única jugadora femenina no asiática en colgarse el oro olímpico en las hasta ahora nueve ediciones en las que su deporte ha formado parte del programa, además de la única no nacida en suelo asiático que ha logrado una medalla de cualquier color. En su mochila, se pueden contar hasta 16 títulos del circuito mundial contra las mejores jugadoras del mundo, destacando sus tres victorias en el reconocido All England.

El número de alegrías se dispara si echamos un vistazo al palmarés a nivel continental, donde ha cimentado una era de oro incomparable. La española ha vencido todos los campeonatos de Europa desde 2014, sumando siete títulos junto a la medalla de oro de los Juegos Europeos de 2023. Y tiene mucho mérito, porque algunos de estos europeos coincidieron con la vuelta de 'Caro' tras sus graves lesiones pero ni siquiera la falta de preparación pudo frenar su triunfo.

Carolina Marin habla tras recibir el reconocimiento 'Relevo x Change'. Relevo

Visto lo visto en las primeras rondas, es casi inevitable pensar que solo la rotura de la plastia del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha pudo frenar su segundo oro olímpico en las semifinales de París. Tras un torneo inmaculado y un encuentro ante la china He Bing Jiao que controlaba con mano de hierro, llegó el fatídico momento a falta de solo 11 puntos para clasificarse para la ansiada final ante la número 1 del mundo, la coreana An. Una rival en la que había fijado su preparación y a la que la propia jugadora andaluza estaba convencida de poder vencer tras unos duros meses de entrenamiento que desvelará próximamente en un documental de Movistar Plus+.

Carolina Marín recoge el oro olímpico en Río 2016. ARCHIVO ABC
Carolina Marín recoge el oro olímpico en Río 2016. ARCHIVO ABC

Su camino victorioso había empezado mucho antes, en 2009, cuando con solo 13 años logró su primer campeonato de España absoluto y solo un año después, siendo una adolescente, se marchó de Huelva con dirección a la Residencia Blume en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid teniendo que separarse de su familia y marchándose junto a su todavía hoy técnico Fernando Rivas. Un sacrificio que le dio resultados y le coloca, sin ningún lugar a dudas, en el Olimpo del deporte español entre los mejores de la historia.

Una capacidad de superación nunca vista

Pero si Marín se ha ganado el cariño de la sociedad española por la gloria y buenos momentos que ha aportado al deporte español, más lo ha hecho con su ejemplo fuera de la pista durante los peores momentos de su carrera deportiva. Es la única jugadora de la élite mundial del bádminton que ha logrado superar una lesión grave de rodilla y volver a la élite. Pero, además y por si fuera poco, ella ha conseguido romper las reglas no solo una vez sino en dos ocasiones, asombrando a especialistas médicos y a aficionados de todo el mundo.

Tanto en la primera lesión, en enero de 2019 cuando se encontraba en el mejor momento de su trayectoria, como en la segunda, en mayo de 2021 a solo unos meses de defender su vigente oro olímpico en Tokio, la onubense siempre se mostró convencida de que iba a volver a lo más alto aunque todo el mundo más allá de su equipo de trabajo le dijera lo contrario. "A pesar de que la vida me ha puesto muchas piedrecitas en el camino, yo las he ido superando", señalaba en una entrevista para Relevo previa a viajar a París. Reconocida es la frase que siempre le ha acompañado en todos los aspectos de su vida: 'Puedo porque pienso que puedo'. Quizás por ello, en ambos golpes duros, volvió a entrenar solo unos días después de sus respectivas operaciones... aunque fuera sentada. Ganas de volver.

Y es que volver a la élite después de dos lesiones en bádminton es todavía más complicado para una deportista española que en cualquier otra disciplina. Como demuestra el histórico, la élite del deporte del 'volante' está marcada por el potencial asiático de países como China, India, Corea del Sur o Japón que son una cantera inagotable de jugadoras capaces de dominar el juego, como analiza a la perfección la propia Carolina: "Allí tienen la 'suerte', entre comillas, de que tienen un ejército de jugadores de bádminton, porque allí el bádminton es potencia. Entonces, en el momento en el que uno se lesiona de algo mínimo, sea rodilla, pie o hombro, lo que sea, ya tienes a cinco más en la recámara".

El valor para conseguir levantarse tras despiadadas adversidades que le han marcado con cicatrices sus rodillas, también ha coincidido en el tiempo con un momento todavía más cruel: la muerte de su padre en julio de 2020. Otra desgracia, personal y con graves perjuicios para su inquebrantable mentalidad de campeona, que asimiló como un nuevo golpe como si fuera una boxeadora que no se quiere rendir a pesar de estar contra las cuerdas. Lo consiguió y pudo mirar al cielo en cada uno de sus nuevos éxitos.

Nadie puede dudar que Carolina Marín es un ejemplo de superación, pero también un espejo donde mirarse para los jóvenes a la hora de romper cualquier esquema predeterminado a través de sus sueños. ¿Quién iba a ni siquiera soñar con tener una española en lo más alto de un deporte como el bádminton? Pues eso, poder porque pienses que puedes.