Se busca la estabilidad perdida en la CELAD: "Si solo se cubre el expediente de cara a la galería estaremos en el mismo lugar"
Expertos en la lucha antidopaje analizan la reciente salida de Silvia Calzón de la agencia antidopaje y opinan sobre los perfiles que deberían tomar las riendas de la institución.
Silvia Calzón llegó a la CELAD en un momento crítico. El director anterior, José Luis Terreros, había sido destituido tras una oleada de escándalos, muchos de ellos revelados por Relevo, y su designación llegaba con el marchamo de la confianza del Ejecutivo. No en vano había sido secretaria de Estado de Sanidad durante la pandemia y contaba con una vida entera de militante socialista. El problema con el antidopaje es que nunca suele tener ese peso para el Gobierno, así que ocho meses después de su nombramiento Calzón ya se ha marchado. Su designación como miembro del Gabinete de Moncloa es una prueba de la confianza que tienen en ella los máximos mandatarios del país, pero también de que consideraban que tenerla en la CELAD era algo excesivo.
Ana Muñoz fue directora de la agencia, que en aquel momento se llamaba AEPSAD, en el año 2012. Desconoce las razones de la salida de Calzón, pero entiende que un cambio más en tan poco tiempo "no es una buena noticia para la lucha contra el dopaje".
"La estabilidad en las funciones directivas es muy importante", explica la dirigente deportiva en conversación con Relevo. "Con ella se marcan las líneas de actuación por parte de quien dirige un organismo independiente como es la agencia. Ocho meses podrían ser un tiempo suficiente para hacer muchos cambios, pero me da la sensación de que estos ocho meses no han sido suficientes para realizar esos cambios teniendo en cuenta lo compleja que es la función del antidopaje".
Muñoz tuvo que lidiar también con un momento complicado para el antidopaje español, aunque en realidad casi todos lo son, pues el país ha tenido importantes crisis de credibilidad sobre la persecución que hace de la trampa en el deporte.
"Estuve durante año y medio en la agencia y fue tiempo suficiente para adoptar algunas medidas fundamentales. Aprobamos una ley orgánica que adaptaba la normativa española al Código Mundial Antidopaje. Superamos un aviso de prohibición de acudir a los Juegos Olímpicos de Londres, lo resolvimos en tres meses", recuerda entre otras cosas.
En un año y medio, como en ocho meses, se pueden cambiar muchas cosas, pero no cree que con Calzón se haya conseguido dar un vuelco a los problemas. "Ocho meses pueden ser suficientes para hacer medidas de cambio estructurales y profundas, pero la realidad suele mandar. ¿Hemos visto esos cambios? ¿Se han producido los compromisos que se asumieron cuando se aceptó el cargo? ¿Se ha dado cumplimiento a los criterios que impuso la ministra Alegría? Yo creo que no es así, porque de haber sido así se verían los cambios necesarios para cubrir las fosas profundas que había en el funcionamiento de la CELAD. Me da la sensación de que no se han llevado a cabo y que la labor se ha quedado a medias", destaca Muñoz.
El problema del antidopaje español viene de lejos, la inestabilidad en la agencia es notable, con frecuentes cambios en la dirección y una falta de credibilidad que es bien conocida en el extranjero. Edmund Willison publica dos veces a la semana Honest Sport, una newsletter dedicada exclusivamente a informar sobre casos relacionados con el dopaje. Seguir su labor ayuda a hacerse una idea de la cantidad de problemas y enjuagues que existe en los temas de dopaje en todo el mundo. En cada boletín suele enlazar docenas de casos, noticias o entrevistas relacionadas con esta cuestión. Él es, en buena lógica, uno de los grandes observadores del problema en todo el mundo.
"España siempre ha tenido una complicada relación con el antidopaje, y es fácil verlo con el número de sancionados que ha habido desde 2016, que no han sido muchos", relata a Relevo.
Él también considera un problema que se cambie con tanta frecuencia la dirección del antidopaje en el país. "La estabilidad de la agencia es importante, los directores son claves, porque como hemos visto en casos recientes siempre es muy complicado y hay muchas maneras para que los atletas se salven de las sanciones, se necesita alguien con mucha voluntad para llevar una agencia así y para perseguir a los tramposos. En España no hemos visto esto demasiado, y tener una agencia inestable desde luego no ayuda".
A vueltas con la independencia
Willison detecta un pecado original en España, que es la falta de independencia de la CELAD con respecto a los poderes públicos. "El problema es que no es independiente del ministerio, y eso va a hacer que siempre sea una cuestión política. Hay cierto conflicto de intereses y tú lo que tienes que buscar siempre es gente valiosa e independiente para esa función, así es complicado", cuenta.
Muñoz no cree que esta cuestión estructural, que el nombramiento llegue del Gobierno, sea per se un problema. "Cualquier nombramiento tiene un componente político, no nos engañemos. Pero eso no es malo en sí mismo. La política es el arte de lo posible. La política es la que propone ideas que los ciudadanos apoyan o no. Lo que pasa es que asociamos el término político a la falta de independencia. Y creo que ahí es donde está el problema", señala.
Una vez se llega a ese nombramiento, la independencia es clave, en eso todo el mundo está de acuerdo. Y es complicado porque el dopaje es una china en el zapato del deporte de un país, tanto si se hace bien —porque aparecen casos dolorosos, ídolos caídos—, como si no, por la merma de credibilidad de quien no está haciendo sus funciones.
"Ya lo decía Dick Pound, que fue director de la AMA [Agencia Mundial Antidopaje] en 2013. Tenemos las herramientas necesarias para luchar contra el dopaje, pero no la voluntad política para hacerlo. Ahora mismo los test son muy buenos y se han establecido protocolos para que haya denunciantes anónimos, pero con todo eso no estamos encontrando porcentualmente más casos que hace 20 años, y eso es problemático", reflexiona Willison.
Muñoz explica que esa asociación entre la mala imagen que da tener positivos y la también mala que da no tenerlos, es algo con lo que se puede lidiar. "Creo que en el fondo depende de la independencia individual del sujeto que tiene que desempeñar ese cargo. Si es una persona independiente de verdad y que además toma con libertad las decisiones que considera oportunas y asume las responsabilidades de esas decisiones, no tiene por qué ser incompatible. El éxito del deporte español se consigue en el tartán, en las pistas, en las canchas, en el césped, en todos aquellos lugares donde los deportistas españoles demuestran que son los mejores del mundo, pero junto a ellos existen otras personas, como en todos los ámbitos de la vida, que prefieren saltarse las reglas para ver si llegan antes e intentan que no se les pille. Esos tienen que saber que va a haber una autoridad que con independencia del éxito del deporte español no va a dejar de perseguir a los tramposos. Y eso no significa tirarse piedras contra su propio tejado, todo lo contrario, significa garantizar lo excelente del deporte español", explica.
La exdirectora de la agencia, que también fue directora general de Deportes, es consciente de que esto no es siempre sencillo. "Las autoridades gubernamentales siempre, no ahora, siempre, han huido de los temas escabrosos como el dopaje. Porque el deporte transmite imágenes y fotografías siempre felices, pero no podemos engañarnos, esto no es una Arcadia feliz, sino que es un mundo donde hay muchos intereses, intereses económicos en juego y donde hay muchas personas que quieren llegar los primeros, ser los mejores, sin vulnerar ninguna norma, solo fruto de su esfuerzo y de su trabajo. Pero también hay algunos, no muchos, que quieren ganar a toda costa, como diría Michael Robinson. El compromiso por un deporte limpio, por un deporte excelente, exige tener personas independientes que luchen contra los tramposos", cuenta.
El retrato robot
El siguiente paso es encontrar a alguien para mandar en la CELAD. No es sencillo, pero Willison hace un relato robot de lo que se debe buscar: "Es un tiempo extremadamente importante para el antidopaje en España, por todos los escándalos y los casos que han quedado sin sanción. No es bueno otro cambio, la estabilidad es importante, y es necesario buscar a alguien que tenga experiencia, porque se tarda un tiempo en aprender cómo llevar a cabo un programa antidopaje efectivo, y si no tienes experiencia vas a tardar mucho en conseguir resultados. Sería además una prueba de que las autoridades españolas se lo están tomando en serio".
El experto señala que quizá no sería un mal momento para poner el antidopaje español en manos de algún experto extranjero, una prueba final de independencia.
Ana Muñoz también ayuda a pensar en el siguiente que abrace este complicado encargo. "Creo que tiene que ser una persona que conozca de verdad en qué consiste la lucha contra el dopaje. Tiene que ser una persona de contrastada independencia, con la garantía de que su trabajo va a ser respetado, alguien en quien confíen las autoridades deportivas, pero con una confianza que le permita trabajar conforme a ese criterio que tiene que sentar en la agencia. No puede ser un peón de una política inexistente para cubrir un expediente de cara a la galería, porque entonces volveremos a estar en el mismo lugar", reflexiona.
Es un mundo complejo. Los problemas del antidopaje que tiene España están muy lejos de ser exclusivos este drama es cotidiano. "Para ser honestos, la agencias nacionales rara vez hacen una buena labor, por ese conflicto de intereses del que hablamos para sancionar a sus propios atletas. Siempre es mejor recurrir a agencias internacionales, porque hay menos conflicto de interés. Si buscásemos un modelo actualmente sería sin duda la Unidad de Integridad del Atletismo, que ha conseguido un nivel de independencia y transparencia muy elevado", desarrolla Willison.
España tiene por delante un reto complicado, y por eso Ana Muñoz cierra la conversación con una petición: "Yo le enviaría un mensaje directo a la ministra Pilar Alegría. Ella tiene bajo su responsabilidad dos aspectos de la vida fundamentales para los ciudadanos, que son la educación y el deporte, son dos elementos de construcción de una sociedad libre y creo que el movimiento se demuestra andando, creo que es necesario que adopten una medida clara, que mande un mensaje al mundo de que España no es colaboracionista, que importa el deporte limpio, estoy convencida de que encontrarán a la persona adecuada, nos jugamos mucho, nuestros deportistas se juegan mucho y el prestigio de España está en juego".