La batalla legal por presenciar un España - Euskadi de pelota vasca en un torneo oficial solo acaba de comenzar
"Se ha dado respuesta a un anhelo de todo el mundo pelotazale y de buena parte de la sociedad vasca", argumenta Gorka Iturriaga, director de Actividad Física y Deporte del Gobierno vasco, sobre un conflicto que amenaza con varios capítulos más.
El 1 de enero de 2023 entró en vigor la Ley del Deporte. En síntesis, la norma aprobada días antes en el Congreso de los Diputados con los votos en contra de, entre otros, PP y VOX, daba luz verde a la participación a nivel internacional de selecciones vascas y del resto de comunidades autónomas con arraigo histórico y social, caso de la pelota vasca, o cuya federación autonómica hubiera formado parte de una federación internacional antes de la constitución de la federación española correspondiente, caso del surf en Euskadi. Ambas premisas resultan jurídicamente un tanto ambiguas, de ahí que a las primeras de cambio se haya montado la marimorenaen plenas fiestas navideñas.
La norma había estado hibernando casi dos años hasta que el pasado 27 de diciembre la Federación Internacional de Pelota Vasca (FIPV) aprobó la incorporación como miembro de pleno derecho de la EuskadikoEuskal Pilota Federakuntza (EEPF) con los votos a favor de Argentina, Venezuela, México, Francia y Perú. Solo Chile se opuso, mientras que Costa Rica se abstuvo. Por distintos motivos, solo intervinieron en la votación la mitad de los catorce países con derecho a hacerlo. Esto es, la representación española se quedó fuera de la decisión final. En la práctica, esta circunstancia podría suponer que los combinados de España y Euskadi se pudieran enfrentar en los próximos mundiales de pelota a celebrarse el próximo año en Argentina o a lo más tardar en 2030 en Bilbao y Gernika.
Antes de ser promulgada la Ley ya existían varios precedentes parecidos en Cataluña o País Vasco, la diferencia es que ahora la pelota ha sido la primera modalidad deportiva en acogerse a los beneficios de esta nueva norma. En 2004 la Federación Internacional de Patinaje aceptó el ingreso en dicho organismo de Cataluña de forma provisional, que no definitiva. Un recurso y una repetición de la votación dieron al traste con las esperanzas de los catalanes. Más suerte tuvo otra modalidad como los bolos que contaba desde 1949 con federación propia a raíz de una resolución dictada en 2008 por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) que avaló la posibilidad de que la representación catalana pudiera participar libremente en cualquier competición aunque coincidiera con la española.
La inclusión de Euskadi en la FIPV solo es el primer paso de cara a la participación de Euskadi en competiciones internacionales. El artículo 48 de la Ley del Deporte establece que el citado acuerdo debe ser trasladado al Consejo Superior de Deportes (CSD) junto a toda la documentación que desembocó en el proceso, esto es, los acuerdos adoptados por la asamblea como la modificación de sus estatutos previa a la votación junto a los correspondientes informes justificativos. Una vez estudiados los acuerdos y ratificada su validez, se procedería a la inscripción de la EEPF en el Registro Estatal de Entidades Deportivas. A partir de entonces, será cuando se produzca de facto su integración definitiva.
El director de Actividad Física y Deporte del Gobierno vasco, Gorka Iturriaga, muestra su satisfacción "contenida" ante la posibilidad de que Euskadi pueda estar representada competiciones internacionales. "Seguramente habrá algún capítulo más de esta historia aunque, de momento, ya se ha dado respuesta a un anhelo de todo el mundo pelotazale y de buena parte de la sociedad vasca para que nuestras federaciones puedan acudir a competiciones internacionales", afirma, De hecho, cree que algún miembro de la FIPV podría impugnar la votación para que se pudiera repetir apelando a sus estatutos.
Aun así, es optimista porque "todo se desarrolló de una forma legal y una mayoría cualificada de sus miembros pidió el cambio de estatutos y la incorporación de Euskadi como miembro de pleno derecho de la FIPV". Pese a todo ello, la Federación Española de Pelota (FEP) ya ha anunciado toda una serie de batería de acciones legales para frenar el "atropello nacionalista" de una decisión en la que, sin embargo, votaron a favor cuatros países latinoamericanos y uno europeo. Entre esas medidas se contemplan recursos ante la justicia ordinaria y ante el TAS.
Esta posibilidad no preocupa en exceso al Ejecutivo autonómico. Y es que están convencidos de que la Ley del Deporte prevé casos como el de la pelota vasca. Para refrendar su convencimiento, Iturriaga alude a que la norma contempla un acuerdo previo con el CSD que ya estaría satisfecho, al menos de forma provisional que no formal, "con una carta que remitió en 2023 a la Federación vasca diciendo que la pelota sería uno de esos supuestos que prevé la ley".Gotzon Embil, el presidente de la EEPF, tampoco augura mucho recorrido a los posibles recursos de la Federación Española. "A España no se le prohibió votar", afirma sin ambages. Es más, señala que su presidente estaba inhabilitado y que en lugar de ir con otro directivo como representante de su federación acudió un familiar suyo "que solo era un trabajador de la federación y por eso no le dejaron votar". En cualquier caso, el resultado de la votación hubiera sido el mismo. Desde el pasado 28 de diciembre, tal y como reconoce Embil, no se ha producido ningún contacto entre ambas federaciones.
Ahora, la batalla jurídica está servida. En realidad podría haber empezado hace un par de años pero ni PP ni VOX recurrieron en su día la ley ante el Tribunal Constitucional, por lo que no cabe ahora modificación alguna salvo que provenga del propio legislador. La doctrina constitucional abordó hace más de una década una cuestión parecida a raíz de un recurso presentado por el PP contra la Ley vasca del Deporte, ya que el Estatuto de Gernika establecía que la competencia en materia de deportes era exclusiva del País Vasco. Los magistrados llegaron a la conclusión de que la norma no era inconstitucional siempre y cuando se interpretara que la presencia de las federaciones deportivas vascas en el ámbito internacional se limitara a supuestos en los que "se trate de deportes en los que no existan federaciones españolas, y que, en ningún caso, se impidan o perturben las competencias del Estado de coordinación y representación internacional del deporte español". Ejemplo, la sokatira.
Los comunicados, la postura de los pelotaris...
A la Federación Española de Pelota el asunto no le pilló muy de sorpresa. Las recientes declaraciones de su presidente, Julián García Angulo, ya barruntaban que algo se estaba cociendo al margen de los intereses españoles. Pese a todo, declinó dar una versión sobre estos hechos cuando este periódico así se lo requirió. Sí lo hizo, en cambio, ese mismo día para Okdiario, donde acusó a la FIPV de "usar trampas y artes sucias para oficializar la selección vasca". Tan solo 48 horas después la FEP hizo público un comunicado en el que denunciaba la exclusión "irregular" de España en las votaciones y afirmaba contar con el respaldo "unánime" del deporte español a la hora de emprender la batalla jurídica contra la FIPV, incluidos los del presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco y del secretario general de la Asociación del Deporte Español (ADESP), Vicente Martínez.
En teoría, tanto la pelota como el surf encajan a la perfección en el espíritu del artículo 48 de la Ley del Deporte. Queda fuera del debate político, por su complejidad, la oficialidad de las selecciones en otras disciplinas. Dicho plus debería contar con el aval previo del Gobierno central, vía Consejo Superior de Deportes (CSD), para no interferir en el hipotético caso de que una federación autonómica solicite su ingreso en su correspondiente federación internacional como paso previo a la oficialidad. Algunos pelotaris ya dejaron patente el pasado 12 de octubre su deseo de reclamar durante un acto celebrado en Durango (Vizcaya) la oficialidad de la selección vasca de pelota con la presencia de un nutrido grupo deportistas de ambos lados de la frontera. Era la primera vez que lo hacían de forma conjunta para expresar su deseo de competir defendiendo los colores de Euskadi.
La reivindicación no tendría que ceñirse solo a la pelota o al surf que parecen ajustarse a las directrices recogidas en la nueva Ley del Deporte. De momento ya hay otras cinco federaciones vascas incorporadas a todos los efectos como miembros de pleno derecho en sus respectivas federaciones internacionales. Son los casos del pádel, que fue miembro de la europea antes que la española, el kayak surf, donde Euskadi ganó el campeonato del mundo por equipos celebrado hace unos pocos meses en Mar de Plata (Argentina), la soka tira, así como una modalidad de boxeo y otra de carreras de montaña.
La cosa no se va a detener ahí. Tal y como recuerda Iturriaga, de las 48 federaciones deportivas vascas, casi la mitad (22) ya han aprobado en el seno de sus distintas asambleas seguir los pasos de la EEPF. En este grupo están, entre otras, la de fútbol, ajedrez, halterofilia, esgrima o piragüismo. Quedaría, por tanto la otra mitad. "Aquí no se obliga a nadie a hacer algo que no quieran", subraya. En el caso del fútbol, por ejemplo, la selección de Euskadi ya ha disputado varios partidos amistosos, algunos de ellos durante la guerra civil para recaudar fondos para el Gobierno vasco. Como es lógico, ninguno de carácter oficial.
La oficialidad, por seguir con el mismo ejemplo, pasaría por obtener el visto bueno de la FIFA, algo que se antoja bastante improbable. Ese paso es el que ya ha dado la EEPF y que de momento permite a los pelotaris vascos competir con la camiseta de Euskadi. Cosa bien distinta es si, llegado el caso, quisieran tomar parte en unos Juegos Olímpicos, ya que solo se reconoce tal posibilidad a los estados reconocidos por Naciones Unidas. En el caso de las federaciones de Escocia o Gales, se pueden enfrentar a Inglaterra, incluso en una Copa del Mundo de fútbol o rugby, solo cuando los ingleses compitan bajola denominación de Inglaterra. En cambio, si lo hace como Reino Unido, que abarca también a Irlanda del Norte, no podrían hacerlo por separado en una cita olímpica.d