TELEVISIÓN

El apasionante viaje audiovisual de unas patronas hacia la conquista de la bandera de la Concha: "Son pioneras, antes no las dejaban competir"

'Traineras' es el título de esta producción, disponible en Movistar Plus, que nos lleva a conversar con Isabel Delclaux.

Isabel Delclaux, a la izquierda, en la presentación de Traineras. /MOVISTAR PLUS
Isabel Delclaux, a la izquierda, en la presentación de Traineras. MOVISTAR PLUS
Alberto Pérez

Alberto Pérez

La mar y el Norte, la pasión y la Concha, las mujeres y sus sueños. Los ingredientes estaban, hacerle justicia era el trabajo y visto el resultado es fácil concluir que se ha conseguido con creces. En parte porque las protagonistas de esta historia han abierto de par en par sus vidas para poder entrar en sus traineras y en sus emociones. También porque detrás de las cámaras había un equipo dirigido por Telmo Iragorri y producido por Isabel Delclaux y Javier Mendoza desde el sentimiento.

Eso tan difícil de explicar cuando se lo pregunto a Isabel, pero tan potente a la hora de transmitir "Siento lo que yo he sentido toda mi vida cuando he ido al cine, que mi vida cambiaba y ahora eres tú quien puede cambiar las vidas de otros. Eso es lo que me gustaría llegar a transmitir, la posibilidad de emocionar. Me llegan mensajes muy bonitos de mujeres que se sienten menos solas y que ven las cosas de forma más positiva. Eso es lo que sueño".

Traineras es una película documental disponible en Movistar Plus que recorre un pedregoso camino hacia la bandera que todas quieren. La Concha es como la 'orejona' en el fútbol, es el templo del agua. Es cultura, es tradición, es herencia. Por supuesto en San Sebastián y en Euskadi y por extensión en el Norte de España. Desde que naces te ves empapado por el deseo de ver o estar el día en el que se designa a su próximo poseedor. "Una pasión tan profunda que desconocía que a los niños en Orio se les hace el carné del club antes de nacer. Se habla en los bares, se debate y se critica. Hay secuencias muy divertidas entre patronas y chiquiteros. Ellas también están rodeadas de entrenadores. El pueblo lo vive como una fiesta". Y lo hacen desde el más anónimo hasta el chef Martín Berasategui que relata su vínculo con las traineras.

Así lo vivían unas chicas que decidieron pasar de ser espectadoras a protagonistas. Las mujeres consiguieron tener su propia escena y como tal ha querido reflejarlo su productora "Han sido muy generosas. Les interesaba dar visibilidad al deporte y hasta ahora no se había contado con este nivel de producción. Nos abrieron las puertas de su casa. Ellas lo veían muy claro. Es verdad que a medida que nos acercábamos a La Concha aumentaba la tensión porque la concentración que requiere la última regata es brutal. Han ayudado mucho"

No es la primera vez que Isabel Delclaux se ha decidido a contar historias sobre mujeres. También desde la dirección, como en el impactante corto Semana 12 sobre el aborto espontáneo y su duelo silenciado "Me sorprendió no encontrar prácticamente nada más allá de un par de proyectos anglosajones maravillosos. Cuando empecé el circuito de festivales me dijeron que no es que las cosas no existan, es que muchas veces la gente no las quiere ver y por eso no se suelen seleccionar. Por suerte en mi caso funcionó fenomenal. Verse reflejados en las historias de otros nos hace sentirnos menos solos y las mujeres de mi generación que lo sufren se encuentran sin referentes. La gente no sabe muy bien qué decirte y a veces se equivoca intentando consolarte. Estoy orgullosa de haberlo contado"

Las protagonistas del documental Traineras.  MOVISTAR PLUS
Las protagonistas del documental Traineras. MOVISTAR PLUS

Mujeres fuertes, decididas y valientes como las patronas que atrapan el foco en Traineras. Vivimos su responsabilidad al frente de sus trece compañeras, lo que implica jerarquía y ser los ojos y el espejo de quienes reman de espaldas a su destino. Un viaje de sube y baja emocional que te puede superar si no estás preparada. 50 es el número mágico y a la vez traicionero del pesaje. Si no llegas, hay un lastre que nunca debes olvidar, ni el visible ni el invisible, porque deja huellas en el cuerpo y en el alma. "Es impactante lo que nos cuentan porque la presión es muy peligrosa en edades tan tempranas. Es un problema que implica también a los hombres y exige una disciplina brutal. También les ha servido para madurar y entender la importancia de tener un cuerpo sano y fuerte para poder llevar una trainera y que no son solo un número. Me emociona cada vez que veo esa parte y percibo del público que era algo desconocido, de lo que no se hablaba".

Traineras es conversación con el pueblo, es conquista de derechos y es un deleite audiovisual. Es regodearte en la paz salvaje del mar y en el sonido de las olas que entran por los ojos gracias a los drones, hermosos planos cenitales y el travelling permanente que nos hace estar sentados en la trainera sin mojarnos: "Nuestros operadores han sido casi 'ninjas' que han intentado hacerse notar lo menos posible y ser muy respetuosos para poder entrar en el barco y conseguir un material fantástico. Nos han dado mucho acceso para poder tener este nivel de imágenes. Incorporar el dron a los rodajes nos aporta muchísimo y hemos querido dar mucha importancia al sonido. El ruido del mar al atardecer, el remo chocando en el agua, todo esto tiene un peso espectacular, hemos querido hacerlo muy inmersivo".

El origen de la obra

Una obra que nace a partir de su director, Telmo Iragorri, y el productor de Reafilma, Javier Mendoza, que trasladan a Delclaux, fundadora de EnBabia Films, la idea de seguir la entrada de las mujeres en la regata y que conectan con la fascinación de la bilbaina por la silueta de la trainera al atardecer. Es presente, es historia y es pedagogía: "Los mensajes del documental son universales y se extienden a otros deportes y a la propia vida, desde las propias empresas organizan actividades para entender lo que es el trabajo en equipo y el sacrificio. Detrás de la historia del remo hay muchas cosas desconocidas. Me llevo del proyecto el compañerismo de las chicas y la silueta del pueblo detrás de cada equipo. Me gusta cómo Telmo lo estructura en las distintas regatas de cada pueblo y permite entender las horas de sacrificio y entrenamiento no remunerado que hay detrás, pero también la fidelidad de su gente".

La pasión por lo que hacen las traineras es compartida por Isabel Delclaux en lo suyo. Así se entiende que una economista decida cambiar su rumbo y lanzarse al cine, su gran pasión. En 2016 funda su productora y deriva sus conocimientos económicos al lugar donde siempre quiso estar. "Es un poco culpa de mis padres porque eran muy cinéfilos y me trasladaron esa pasión. Realmente yo quería ser actriz y se me dio fatal. Una vez me puse detrás de la cámara y me fascinó. Pude participar en el equipo técnico de grandes producciones españolas donde he aprendido todo, es el verdadero máster. El Comensal fue el proyecto donde hice el clic. En cuanto lo leí supe que sería mi primera película".

El mencionado corto Semana 12 le dio muchas alegrías y no olvida su trabajo en Mamá no en Redes, Crónica de una Tormenta o Terminator Destino Oscuro. Formada en cine y comunicación en la New York University donde aprendió a rodar y a montar, también vinculada al departamento de cine en el Moma, ya con su nueva productora combina producción y dirección "no podría elegir. Me atraen las dos cosas. Ahora me está gustando mucho dirigir porque la parte creativa es muy amplia y querría hacer más cosas en ficción". Su próximo proyecto dirigido tiene que ver con el polo. Ha pasado el verano siguiendo la Copa de Oro en Sotogrande, rueda en Candeleda, en Guadalix.

Traineras dará que hablar y su productora está verdaderamente ilusionada con su propia bandera de la Concha, la nominación a los Goya: "Siempre hay que soñar con ello. Es importante hablar de deporte femenino y este proyecto creo que tiene los ingredientes para ser nominado. Todo el equipo ha hecho un trabajo increíble y el resultado es emocionante. Sé que hay documentales fantásticos este año, cada vez son mejores, pero la mayoría (por no decir casi todos) son temáticas masculinas. Tener referentes femeninos ayuda a niñas como lo eran ellas para querer vivirlo. Estas chicas son pioneras porque antes había remeras a las que no se dejaba competir".