El flechazo de oro entre un paralímpico y una olímpica conquista el cielo de París
Hunter Woodhall se ha proclamado campeón paralímpico de los 400 metros. Tara Davis-Woodhall se coronó con el oro olímpico en longitud. La imagen del matrimonio celebrando las dos medallas respira amor e igualdad.
París.- Nadie mejor que los Woodhall han representado la idea romántica de París como ciudad del amor. No han necesitado hincar la rodilla y el oro no se lo han puesto en el dedo, sino en el cuello. Uno para cada uno, pero en distintos momentos de París 2024.
Los atletas estadounidenses Hunter Woodhall y Tara Davis-Woodhall siempre estarán ligados a estos Juegos por haber conquistado dos oros, él en los Paralímpicos, ella en los Olímpicos. Y las dos celebraciones han conseguido que la grada se enamore de esta pareja que representa todo lo que está bien. "El viaje más loco de nuestra vida", han dicho.
El viernes, el velocista Hunter Woodhall voló hasta el oro en los 400 metros T62, con un tiempo de 46.36. Tras ver su nombre en lo más alto del marcador del Stade de France, corrió a abrazar a su mujer, la campeona olímpica de longitud Tara Woodhall-Davis. Fue un déjà vú de lo ocurrido casi un mes antes, en los Juegos Olímpicos, pero con papeles invertidos.
El 8 de agosto, la alteta Tara Davis-Woodhall saltó hasta los 7,10 metros para ganar el oro olímpico en salto de longitud. La afroamericana, de 25 años, corrió a celebrarlo con su marido, quien desde ayer campeón paralímpico.
Cuando le preguntaron cómo planeaba celebrarlo, Davis-Woodhall comentó: "Tengo que ir a buscar a mi marido, tomaremos unos tragos de tequila o algo así. Después iremos a casa durante 13 días, prepararemos todo, seguiremos entrenando a Hunter y estaremos de vuelta. La fiesta continúa". Una declaración absoluta de intenciones de lo que llegaría el 6 de septiembre.
Hunter, también de 25 años, pero de raza blanca, nació con hemimelia peronea, una afección que impidió el desarrollo adecuado de las piernas, por lo que con 11 meses sufrió una de sus dos amputaciones de piernas. Su mujer ha sido su gran apoyo emocional y deportivo, por eso le brindó unas bonitas palabras en Instagram con una foto de ambos frente a la Torre Eiffel cuando ella logró el oro olímpico.
"No tengo palabras para describir lo orgulloso que estoy de ti. No fue cuestión de suerte, te lo ganaste. Disciplina, ética laboral y coraje. Estos son los momentos y este es tu momento. Disfrútalo".
Un amor de instituto retransmitido en Youtube
Los Woodhall se conocieron cuando iban al instituto. Tara se crió en San Francisco, Texas y estudió en Agoura Hills, California, mientras que Hunter se formó en Syracuse, Utah. Un fin de semana, durante su último año en la escuela de secundaria, ambos compitieron en Idaho.
En su canal de Youtube, donde tienen más de 870 mil suscriptores, cuentan cómo fue el flechazo: "Salí a la pista y le dije: 'No sé por qué tengo que hacer esto, pero tengo que darte un abrazo'", recuerda Tara. "Él me dijo: 'Está bien'. Se quedó muy sorprendido. Y esa fue la primera vez que hablamos".
Hunter desveló lo que pensó nada más verla: "Me voy a casar con esa chica". Se comprometieron después de los Juegos de Tokio y se casaron en octubre de 2022.
Tras conseguir su primera medalla paralímpica en París, Hunter confesó haber seguido el mismo truco que su mujer para subir a lo más alto del podio.
"Antes de los Juegos Olímpicos, ella escribía en su diario: 'Seré campeona olímpica, soy fuerte, soy rápida'. Me traje mi diario y los últimos días estuve escribiendo en él 'Seré campeón paralímpico', ¡y se hizo realidad!". Después, los dos posaron orgullosos con sus medallas doradas en el increíble estadio violeta parisino.
Esa pareja ha conquistado París 2024, no sólo por esas dos primeras medallas que han logrado, que además son de oro, sino por un amor que no entiende de colores ni barreras. Un amor olímpico y paralímpico que rezuma amor e igualdad.