El palista que quedó parapléjico tras un ataque de pandillas y Australia y el tenis de mesa rescataron
Jessy Chen ha debutado en unos Juegos Paralímpicos y ha perdonado a sus agresores.
París.- A los 16 años, mientras regresaba a casa en una noche oscura en las Islas Salomón, la vida de Jessy Chen cambió por completo: unos ladrones le atacaron en su jardín.
"Había 10 u 11 personas. Estaban robando casas y no sabemos exactamente por qué me atacaron. No recuerdo mucho. Estaba oscuro, no podía ver sus caras y me atacaron por detrás con un cuchillo largo. Me desperté en el hospital".
Aquello ocurrió en 2006. Chen sufrió un ataque cardíaco, perdió muchos litros de sangre y estuvo inconsciente durante tres días. No se dio cuenta de la gravedad de la situación cuando despertó.
"Pensé que tal vez estaría en el hospital durante una semana y luego volvería a estar bien", explicó. Sin embargo, las lesiones habían sido mayores de lo que pensaba. Tenía una lesión en la médula espinal y muchas complicaciones.
"Mi recuperación fue muy dura. Al principio, mi cuerpo no estaba bien. Me llevó cinco años mejorar un poco mi vida. Tuve muchos problemas de salud".
Como no podía regresar a China, donde nació, ni permanecer en las Islas Salomón, Australia acudió al rescate de Chen. "Me dieron una visa por tres meses. "El gobierno australiano me ayudó y, después de eso, todo mejoró mucho. Incluso vino mi familia, así que le debo mucho a Australia"
Ahora vive en Sídney y ha debutado en unos Juegos Paralímpicos bajo la bandera del país que le adoptó, en individual y dobles mixto, si bien su travesía en París ha terminado. "Jugar en este ambiente es muy divertido, me encanta. He disfrutado cada momento, espero ir a Los Ángeles", aseguró.
Chen jugó al tenis de mesa durante su rehabilitación y descubrió que le ayudaba a fortalecer su cuerpo. A sus 34 años él también quiere ayudar a los demás. "Me dedico a entrenar a personas que están en rehabilitación y acaban de salir del hospital y necesitan algo más en su vida. Pueden usar el deporte para ayudar al cuerpo, para que les ayude a tener una buena salud y una buena vida".
El palista ha dejado atrás lo que ocurrió aquella noche trágica en la que todo cambió. "Perdono a las personas que me atacaron", pero no oculta su impotencia sobre lo sucedido: "No se puede hacer mucho. Si los encarcelan, vuelven a salir. ¿Qué se puede hacer?"