Un oro para la historia empañado por las críticas y la desigualdad de género: "Espero que no se lo vuelvan a hacer a las mujeres, es espantoso"
La británica Sarah Storey logró su 18º oro en unos Juegos Paralímpicos en un circuito más corto que el masculino.
Sarah Storey no es un nombre más en la nómina de deportistas que participan en los Juegos Paralímpicos de París. Es una leyenda que lleva compitiendo desde la cita de Barcelona en 1992 y que todavía guarda fuerzas para seguir sumando oros a su colección. De hecho, en la capital francesa sumó el 18º de su carrera y se convirtió en la primera en ganar medallas en nueve Juegos diferentes.
Lo hizo tras imponerse en contrarreloj C5 en una carrera disputada en un circuito de apenas 14,2 kilómetros. Storey nunca había competido en un trazado de menos de 22 kilómetros y, pese a la alegría por colgarse la 29ª presea de su impresionante trayectoria olímpica, lo hizo con el sabor agridulce de volverse a ver perjudicada por el diferente criterio aplicado a las pruebas masculina y femenina.
La crono femenina se disputó a una vuelta en el circuito en Clichy-Sous-Bois. El mismo que acogió la prueba masculina, aunque en su caso se disputó a dos vueltas. Una diferencia que provocó las críticas de Storey y sus compañeras en el podio.
"Haber luchado tan duro por la paridad en el ciclismo femenino para no tenerla en el paraciclismo, después de lo que tuvimos en el Mundial de Glasgow, el año pasado es una verdadera decepción"
"Realmente espero que nunca más le vuelvan a hacer esto a las mujeres porque creo que ha sido espantoso", apuntaba la británica tras la prueba. "Es una carrera realmente corta. Es la crono paralímpica más corta que he hecho. Es una verdadera lástima que no hayamos podido mostrar el deporte de la forma que todos deseamos".
La británica, que comenzó su idilio con los Juegos desde la piscina -ganó seis medallas en Barcelona en natación- se pasó al ciclismo hace 16 años. Y desde entonces ha reinado como lo hacía en la pileta. Por eso sabe de qué son capaces las mujeres y pide el mismo trato que los hombres. "Hay mucho tiempo a lo largo del día para que podamos dar dos vueltas como los hombres. Haber luchado tan duro por la paridad en el ciclismo femenino para no tenerla en el paraciclismo después de lo que tuvimos en el Mundial de Glasgow el año pasado es una verdadera decepción".
"Habrá que preguntarle a los organizadores el motivo. Tuve que dejar eso de lado y concentrarme sólo en lo que podía controlar, porque no podía controlar la distancia de la carrera. Pero espero que nunca más les vuelvan a hacer esto a las mujeres, porque ha sido espantoso", concluyó la británica de 46 años, que nació con el brazo izquierdo poco desarrollado, lo que le valió sufrir bullying en su infancia. Pero el deporte le sirvió para escapar de ese acoso y para convertirse en un "icono del deporte", como la ha calificado el Comité Paralímpico Internacional.
En 2008 fue galardonada con un premio Laureus y nombrada Oficial de la Excelentísima Orden del Imperio Británico, en 2012 Dama en la lista de Honores de Año Nuevo de la Reina, en 2015 un tramo de carretera en Stockport pasó a llamarse Storey's Way, fue nombrada deportista paralímpica de la década 2010-2019 por el Daily Telegraph y en 2020 fue nombrada Deportista Paralímpica del año por The Sunday Times.