JUEGOS PARALÍMPICOS

El único palestino de París 2024 alza la bandera contra la imparcialidad: "Es un genocidio. Somos un objetivo militar"

Relevo entrevista al atleta nacido en Gaza Fadi El-Deeb, que competirá en lanzamiento de peso en estos Juegos Paralímpicos.

Fadi El-Deeb, único representante de Palestina en París 2024. /Hüseyin Uynik
Fadi El-Deeb, único representante de Palestina en París 2024. Hüseyin Uynik
Andrea Robles

Andrea Robles

París.- 25 días antes de los Juegos Paralímpicos, Fadi El-Deeb recibió la invitación del Comité Paralímpico Internacional para competir en París 2024. Una noticia que significaba cumplir un sueño y también una responsabilidad mayor si cabe que la de representar a cualquier otro país. Porque este atleta que nació en Shuja'iyya, al este de Gaza, es el único palestino clasificado de estos Juegos Paralímpicos y competirá mientras sus familiares y amigos se encuentran sumidos en una guerra que se ha recrudecido en los últimos meses.

"No es una guerra, es un genocidio que dura 76 años", matiza a Relevo en la capital parisina. "Cualquier palestino es un objetivo, no hay diferencia entre que seas médico, mujer, niño, o que estés en una escuela, una mezquita o un hospital. Somos un objetivo militar".

El gazatí siempre ha estado vinculado al deporte, incluso antes de su discapacidad. En 2001, un disparo de las fuerzas israelíes le dejó postrado en una silla de ruedas. A Fadi El-Deeb le convirtieron en un discapacitado más de los muchos que hay en Gaza. Pero él iba a destacar entre todos ellos.

Primero, como jugador de tenis de mesa. Logró ser tricampeón de Turquía, donde emigró para huir del conflicto con su familia. Después llegó el baloncesto en silla de ruedas y la profesionalización: siete temporadas en la potente liga turca y un año en Grecia, donde ganó la liga con el AEK Atenas. Los últimos años ha jugado al BSR en Francia (Lille y Gennevilliers). Sin embargo, su talento para el baloncesto se desperdicia debido a que es inviable hacer una selección en su país.

"Imagínate, nos atacan cada año, destruyen las ciudades, las plazas, los estadios… Y también sucede que entrenas durante todo el año para estar listo para cualquier competición y cuando llegas a la frontera está cerrara y no puedes salir", apunta.

Ante esta dificultad se tuvo que centrar en el atletismo. Desde 2018 las medallas empezaron a llegar en lanzamiento de peso, disco y jabalina. En 2021 consiguió la medalla de oro en el lanzamiento de disco en el Gran Premio de Túnez, frente a atletas de 13 países distintos.

Fadi ha portado con orgullo en solitario su bandera en la ceremonia de inauguración y competirá en la prueba de lanzamiento de peso en los Juegos Paralímpicos con una motivación mayor que la deportiva. "Levanto mi bandera en París para mostrarle a la gente que somos palestinos y que todavía estamos vivos. Todavía estamos luchando. Hay más de 40.000 muertos y más de 100.000 heridos en Gaza, ellos me dan poder y fuerza para continuar".

Según fuentes palestinas, más de 400 atletas han muerto a manos de las tropas de Israel. Sin embargo, el Comité Paralímpico Internacional no ha vetado la participación de los hebreos, algo que sí ha hecho con los deportistas rusos y bielorrusos por la invasión de Ucrania. "Explícamelo tú, porque yo no lo entiendo. Pregúntales tú y me dices qué te han dicho". Su frustración es evidente y comprensible. Al-Deeb ha perdido a casi veinte familiares a manos de tropas israelíes. Entre ellos, su hermano y dos de sus sobrinos. A ellos no les recuperará, pero se pueden evitar más víctimas.

Fadi El-Deeb, en la ceremonia de apertura de París 2024.  REUTERS
Fadi El-Deeb, en la ceremonia de apertura de París 2024. REUTERS

"Estoy compitiendo para 11 millones de palestinos que están dentro y fuera de Palestina y quiero lanzar un mensaje al mundo: por favor, este es el momento de despertar. No puedes quedarte en el medio. Ahora es el momento de estar a la derecha o a la izquierda. Este es el momento de defender tu humanidad y darnos los mismos derechos humanos a los palestinos", ruega.

En Turquía todavía viven su mujer y su hijo, a los que no puede visitar por no tener los papeles. Una campaña recoge donaciones para reunir a la familia. Sin espónsor, con su familia lejos y extremadamente preocupado por lo que sucede en la Franja de Gaza, Al-Deeb ha conseguido contra todo pronóstico lo que parecía imposible. Son esos "11 millones de palestinos" que nombra, una y otra vez, en la conversación, los que le han dado fuerzas para llegar a París 2024.