Bilbao visibiliza el éxito de los Juegos Paralímpicos con un objetivo principal: "Lo mejor es no hablar de discapacidad, somos deportistas de élite"

Los Juegos Paralímpicos finalizaron hace unos días en París, pero aún se está disfrutando de ellos y de los éxitos que han dejado en el deporte español. Lo vivió Bilbao la mañana de este jueves con un coloquio liderado por Emen4Sport, el socio de rendimiento del Comité Paralímpico Español, y en el que participaron cuatro deportistas que disfrutaron de la experiencia en la capital francesa. Iñigo Llopis, acompañado de sus dos medallas, Iker Sastre, Nahia Zudaire y Alex Sánchez Palomero relataron su experiencia y pusieron en valor la importancia de ser deportistas de élite "dejando a un lado la discapacidad".

Todos ellos, además, destacaron el gran ambiente que se vivió en París para disfrutar de las diferentes pruebas, tras los Juegos de Tokyo en los que no pudieron vivir la experiencia con el público. "Las medallas son lo que más se ve, pero me quedo con el ambiente de nadar delante de 17.000 personas. Cada prueba ha sido un regalo por poder nadar delante de tanta gente", dijo Llopis en primer lugar.

Una idea que compartieron todos, en especial Nahia y Sastre, quienes competían por segunda ocasión en una cita paralímpica. "Lo mejor ha sido tener allí a toda mi familia y a la cuadrilla", dijo Sastre, quien compite en tenis de mesa adaptado tras un accidente practicando surf. "Me quedo con el calor de la gente, no solo allí, también ha sido muy bonito preparar unos Juegos sabiendo que los tuyos van a estar en las gradas y tener ese cariño", completó Nahia.

Palomero, el más veterano por competir por cuarta vez en una cita de esta envergadura, también admitió que tuvo que hacer un trabajo extra en los minutos previos a su prueba de triatlón "para contener todas esas emociones". El corredor también destacó la importancia de ser valorados como lo que son, deportistas de élite. "Lo mejor hoy es no hablar de la discapacidad, no por ocultarla, sino porque somos deportistas de élite". Precisamente, él destacó tener la suerte de vivir "la época dorada" y ahora poder disfrutar de la paridad de los premios por medalla tanto en los Juegos Olímpicos como Paralímpicos.

"Tengo esa suerte, pero en mis primeros Juegos se daban 3.000 euros por medalla de bronce y 9.000 al oro. Hoy por fin se han igualado, gracias a todos los que compitieron por amor y por pasión. Hoy en día podemos decir que se igualaron, pero esperemos que se sigan dando pasos. El siguiente reto es que los deportistas paralímpicos profesionales puedan vivir del deporte sin esa presión de que siendo quintos o sextos en un campeonato todo se haya acabado".

En el coloquio también estuvo presente Raúl García, que se unió a Emen4Sport y trabaja cerca de estos deportistas para "aprender" y poder ayudar desde su posición. Precisamente, vivió la experiencia parisina en primera persona. "Me siento un afortunado de haber tenido esta oportunidad, porque yo nunca viví unos Juegos como deportista y lo he podido vivir con ellos. La palabra sería aprendizaje, y el tiempo que llevo con Emen4Sport me hace ver que quiero estar muy cerca de ellos. El deportista paralímpico se implica al 100%, me siento identificado con ellos por el esfuerzo diario, y hay que pensar en poder ayudar para que no dependan únicamente del éxito deportivo".