JJOO | WATERPOLO

La persistencia de Maica García y el waterpolo que compensa todos los sacrificios: "Siempre hemos confiado en el oro"

La boya y capitana de la Selección femenina, autora de dos goles clave en semifinales, quiere poner el colofón a una carrera iniguialable.

Maica García, con su entrevista en la Villa Olímpica atendiendo a Relevo./
Maica García, con su entrevista en la Villa Olímpica atendiendo a Relevo.
Alberto Martínez
Michèle Novovitch

Alberto Martínez y Michèle Novovitch

París.- Debutó en la Selección española en 2007, cuando apenas tenía 16 años, y 17 años más tarde capitanea una final olímpica. Y no es la primera. Ya lleva tres Maica García, natural de Sabadell, donde empezó a nadar y luego a jugar a waterpolo y todavía sigue, como una de las mejores boyas del mundo, determinante en la semifinal ante Países Bajos al marcar el último gol del partido y el último penalti. Maica no falla. Su carácter contagia, aunque en este periplo haya ganado todo (campeona de Europa de clubes, con la Selección, campeona del mundo, doble plata olímpica...) y le falta la guinda. Hoy es el día (15:35 horas, La 1 y Eurosport 2).

La catalana recibe a Relevo en los exteriores de la Villa Olímpica, emocionada aún por el partido tan intenso ante Países Bajos, pero pensando en Australia, la sorpresa de unos Juegos que representan una oportunidad para España. El oro en el horizonte. Más cerca que nunca. El waterpolo, de nuevo, a las puertas de campeonar.

¿Cómo viviste ese partido de semifinales ante Países Bajos dónde pasastéis de ganar 5-10 a veros en una tanda de penaltis?

Las emociones fueron como en una montaña rusa. Un inicio muy bueno que parecía que iba a ser tranquilo, con un 5-10, pero ya sabíamos que no iban a bajar los brazos. Son luchadoras e irían por el partido. Fui difícil volver a ese nivel con la carga de expulsiones. Fue difícil gestionar ese momento. Cuando llegamos a final del tiempo, y recibí ese balón y marqué, creía que ya se había acabado. Merecíamos ganar, teníamos que hacerlo. Veía a mis compañeras en los penaltis muy acertadas, con confianza y seguras. Y confiando en Martina Terré y Laura Ester hasta que paramos el último. Me emocioné, pero tenía que lanzar. Tenía que estar con el foco puesto. Tiene que ser gol o gol, no pensé en el fallo. Me planté y marqué. Fue emocionante.

¿Nunca te tiembla el pulso?

Creo que es la experiencia y la madurez dentro de mi carrera deportiva. Cojo el peso y lo asumo. Tengo la cabeza fría, tiro del equipo, sacó la garra y tuve la mente fría. Después del paradón de Martina estuve en mi sitio, pensé en que tenía que marcar y así fue con la ayuda de mis compañeras.

¿Dormís en momentos así o la adrenalina es más fuerte?

Me costó dormir por la tensión. Siempre me pasa. Hay mucha expectación en nosotras. Es pasar a una final. Es la tercera, pero siempre lo sufres. Dejé la mente en blanco y pude descansar. Estamos emocionadas, pero ya hemos cambiado el chip para pensar en la final.

¿Y que os espera en una final ante Australia que sorprendió a EEUU?

Nos espera una batalla. Estados Unidos hizo un buen partido pero Australia defendió muy bien. Está haciendo un gran verano, ya las vimos en Rotterdam en un torneo. En los Juegos no han perdido, hay que respetarlas. Es muy fuerte, tenemos que ir a tope. Son jugadoras grandes, con un físico importante y el uno contra uno será difícil.

En 2012 jugaron la final olímpica, perdieron y ahí siguen. ¿Cuándo el oro se convirtió en una obsesión?

No es lo mismo la de hace 12 años que la de ahora en 2024. El waterpolo en España ha evolucionado, también a nivel mundial, antes éramos ocho equipos, ahora diez. Es muy diferente aquella sensación de Londres, cuando nos ganamos una plaza por primera vez, a ahora, que se da por hecho que debemos estar en la final. Siempre hemos confiado en el oro, creemos y lo deseamos, y remamos para conseguirlo. Y creo que ahora estamos dónde queríamos y toca dar el último paso.

¿Qué habéis sacrificado?

Lo que más sacrificas es el tiempo. Especialmente con la familia. Con mis padres, hermano, sobrinos y amigos. Sé que esto esto tiene una fecha final y ellos me dicen que disfrute todo lo que pueda, que ya habrá tiempo.

El oro las convierte en uno de los mejores equipos españoles de la historia en los Juegos. Deben llegarle las condecoraciones...

No me he parado a pensar en eso. Vivo el día a día, disfruto de la competición, de estar con mis compañeras y amigas. Y no pensamos en eso. Queremos que se reconozca y se valore. Hemos conseguido que el waterpolo evolucione, que se le dé más voz, nos gustaría que se reconociera un poquito más. Sería precioso que nos condecoraran porque daría otro impulso para seguir apostando por el waterpolo, haya más ayudas y más practicantes. Es un deporte pasional.

¿Recuerdas tu primer partido con la Selección?

Recuerdo los Mundiales de Melbourne de 2007, donde tenía 16 años. Era una niña que llevaba las aguas, los balones y los gorros. Recuerdo un partido contra Grecia que fue mi debut. Estaba nerviosa y pensaba 'no falles, haz tu trabajo'. Recuerdo esa inocencia, y los primeros momentos de vivir eso.

¿Por qué el waterpolo español es tan bueno?

Por nuestro carácter. Somos ganadoras y eso nos hace igualarlos a países más grandes.

Y llevan todo ese tiempo con Miki Oca. Una convivencia en la que ha habido momentos para todo. ¿Cómo ha sido esta evolución?

Llevamos muchos años con Miki, entró en 2010, y ha sido un aprendizaje para todos y para él. Él se ha encargado en cómo cohesionar bien, en lo que necesitamos, lo que no, y siempre poner al equipo por delante. Él supo gestionarlo. Si tenemos que meter un coach, lo hacemos. Quizás hubo momentos que nos ha sobrepasado y ahora sabemos centrarnos en el presente, en que no vuelva a pasar y en cómo queremos llegar a ese objetivo del que intentaremos ganar este sábado.

Tanto Laura Ester, como Pili Peña, Anni Espar y tú lleváis desde el comienzo de este equipo. ¿Habéis hablado muchas veces de ganar este oro?

Sí, por supuesto. El equipo ha cambiado, han salido y entrado jugadoras, pero llevamos muchos años y nos hemos sabido adaptar al cambio, hemos evolucionado. Supimos seguir ahí empujando o creciendo, aportando la experiencia y es importante volver a estar aquí. Desde el inicio sabemos a lo que venimos, y todo lo que hemos sacrificado. Tiene mucho valor.

¿Has hecho alguna promesa?

No he hecho ninguna. Cuando la gane, ya saldrá una locura. Cuando tenga el oro, ya se verá....