JJOO

La subida de temperaturas da la razón a Bach: el cambio climático amenaza los JJOO en agosto y atormenta al COI

La temperatura media de París 2024 supera las máximas de 1924, la anterior cita de Francia como anfitriona.

Un niño se refresca con los sprays de agua de París en los Juegos Olímpicos de 2024./REUTERS/ESA ALEXANDER
Un niño se refresca con los sprays de agua de París en los Juegos Olímpicos de 2024. REUTERS/ESA ALEXANDER
Guillermo Villar

Guillermo Villar

La ceremonia de clausura de París 2024 mostró un futuro distópico de la Tierra. En una imagen aciaga y misteriosa de los cinco continentes, el Golden Voyager bajó del cielo con una misión: restaurar los Juegos Olímpicos ante el panorama que se había encontrado, como ya hizo Pierre de Coubertin con los antiguos. Una escena de ciencia-ficción pero con un punto de realidad: si el viajero dorado aterriza en un agosto del futuro, puede que encuentre un mundo sin Juegos.

Los Juegos Olímpicos de verano pueden extinguirse… al menos en las fechas en las que están planeados. "Los expertos lo han anticipado: será muy difícil organizar los Juegos Olímpicos de verano en agosto", explicó el presidente del COI Thomas Bach en una rueda de prensa en París por las temperaturas en este mes. "Lo vimos en Tokio 2020 cuando tuvimos que convencerles de llevar la maratón a Sapporo por el calor", añadió.

Los datos muestran esta amenaza por el calor. El estudio Rings of Fire de la Asociación Británica para el deporte Sostenible (BASIS), centrado en los riesgos del cambio climático para los deportistas olímpicos en estos últimos Juegos, revela la subida de temperaturas desde París 1924 hasta 2023 del 26 al 11 de agosto, y los registros de París 2024 continúan este ascenso. En la anterior cita como anfitriona, la media fue de 17,3 grados. Ahora, es de 22,9, 5,6 grados más.

LA SUBIDA DE TEMPERATURAS DE PARÍS EN CIEN AÑOS

El mínimo de 2023 en periodo olímpico (17,7) supera la media de 1924 (17,3), y la media de ahora (22,9) también sobrepasa las máximas de entonces (22,3). 2023 fue menos caluroso, con máximas mucho más bajas (23,5), pero es la tendencia ascendente global la que muestra las temperaturas cada vez más altas en periodo olímpico, y no solo un año aislado (en 1938, por ejemplo, la máxima promedio fue de 27,9 grados).

"El área de París ha presenciado 50 olas de calor de 1947 a 2023, las cuales han crecido en frecuencia e intensidad como resultado del cambio climático", explica el informe. También cita el paso de tres noches tropicales (de más de 20 grados) de 1924 a 1933 a 24 desde 2014 a 2023. El estudio relaciona las subidas con el calentamiento global y las emisiones de combustibles fósiles, y avisa de las consecuencias fatales de esto en competición: golpes de calor, náuseas y emergencias médicas aún mayores.

Las previsiones negativas del COI, también en invierno

No son las primeras declaraciones que hace Thomas Bach respecto a cómo el cambio climático afectaría a los Juegos Olímpicos. "En 2040 solo diez comités internacionales podrán acoger los deportes de nieve de los Juegos Olímpicos", aseguró ya en 2023 en la India. Por ello, ahora en 2024 no solo habla de ajustar fechas en las competiciones de verano, sino también en las ediciones de invierno.

Sebastian Coe, presidente de World Athletics y uno de los nombres junto a Samaranch que suena como posible relevo de Bach al frente del COI, es tajante respecto a este tema. "Son tiempos de gran incertidumbre e inestabilidad, y uno de los retos más severos viene por las temperaturas en aumento", declaró para el estudio Rings of Fire. "Al menos una docena, probablemente más, de los países miembros federados [de atletismo] no será habitable en 2060", aseveró. Para él, el cambio climático debe concebirse como "una amenaza existencial al deporte".

La imagen del Mundial de fútbol invernal en Catar 2022 fue el aviso de lo que podría esperarles a los próximos certámenes olímpicos. Tras Los Ángeles 2028 y Brisbane 2032, Doha será también la sede de los Juegos Olímpicos y lo hará 14 años después de la Copa del Mundo, en una situación climática previsiblemente mucho más calurosa que la que ya cambió las fechas de la máxima competición del fútbol.