La natación vuelve a poner el foco en unos bañadores 'del espacio exterior': "Jugamos dentro de las reglas"
Las prendas, que repelen el agua gracias a la tecnología espacial, reciben el beneplácito con el que las estrellas buscarán el oro y nuevos registros.

La tecnología al servicio del hombre vuelve a plasmarse en la piscina olímpica, donde nombres como Caeleb Dressel, Ariarne Titmus o Adam Peaty vuelven a estar entre los grandes favoritos de uno de los deportes más importantes en la cita olímpica. Una de las matrices de los Juegos, como demuestran las imágenes del primer día con colas interminables y gradas llenas, en las que cualquier ayuda es poca con tal de cruzar los umbrales de la gloria.
Es por eso que las marcas que visten a los nadadores echan mano de toda la tecnología para apoyar y mejorar el rendimiento de los deportistas. Con las voces contrarias que a veces eso conlleva. Sucede en atletismo, con las críticas a las zapatillas con placas de carbono con las que se baten los récords en la larga distancia. Y ocurrió también en la piscina. Especialmente en 2009, con los trajes de poliuretano que cubrían todo el cuerpo, con los que se batieron 43 récords del mundo y que terminaron siendo prohibidos por la FINA.
Ese veto obligó a las marcas a reinventarse. Y algunos lo han hecho buscando ayuda incluso en el espacio. Es lo que ha hecho Speedo con unos nuevos bañadores con los que pretende protagonizar la última gran revolución en la natación, usando la misma tecnología que usan los satélites espaciales para repeler el agua y permitir que el bañador sea más ligero todavía. Una nueva innovación que ha vuelto a poner el foco en la tecnología y hasta dónde puede llegar en sus ayudas.
"Sólo queremos asegurarnos de que jugamos de manera justa y que seguimos las normas"
"Hemos jugado dentro de las reglas que World Aquatics nos pone y sólo queremos asegurarnos de que jugamos de manera justa y que seguimos las normas". Son palabras de Kate Wilton, una de las responsables de Aqualab, el departamento de innovación de la marca australiana. "El nadador tiene la mayor parte de culpa de sus resultados, pero si podemos darles esa confianza de que van a ser más rápidos gracias a los bañadores, mejor".

Entre las novedades que se presentan en la piscina del centro acuático de La Defènse Arena está esa tecnología espacial, usando el recubrimiento de los satélites del espacio exterior para combatir la humedad. Gracias a ello, los nadadores tendrán una prenda con una absorción de agua más baja y una repelencia al agua más duradera. El innovador revestimiento del tejido también es ligero y proporciona una sensación de ingravidez. Es la evolución de una tecnología, la Fatskin, con la que se han batido el 80% de los récords desde 2023.
"Me siento mucho más rápido con estas prendas", aseguraba Caeleb Dressel sobre estos nuevos bañadores tecnológicos que intentan pasar del foco de la polémica para centrarse sólo en los resultados. "Nos permite ser más poderosos y deslizarnos sobre el agua con facilidad", confesaba Ariarne Titmus antes de saltar a la piscina olímpica, donde sus duelos con McIntosh y Ledecky serán uno de los platos fuertes de la competición.