JJOO | NATACIÓN

Descubren que un nadador ganó una plata irregular en la piscina que el VAR no supo ver

El canadiense Josh Liendo tocó el muro con la mano izquierda antes que con la derecha en el 100 mariposa, una irregularidad de la que nadie se dio cuenta.

Josh Liendo saluda a Milak, el ganador de la prueba de 100 mariposa, tras la final. /AFP
Josh Liendo saluda a Milak, el ganador de la prueba de 100 mariposa, tras la final. AFP
Gonzalo Cabeza

Gonzalo Cabeza

Hay deportes en los que las normas son complejas, están llenas de grises, de interpretación arbitral. Son juegos, como el fútbol, que acumulan detalles en sus reglamentos porque la casuística es diversa. Hay otros completamente opuestos, lo que ocurre en ellos es plenamente intuitivo, no se necesita prácticamente nada para entender lo que en ellos ocurre. Eso pasa en el atletismo o la natación, pero incluso en esas disciplinas, tan aparentemente simples, hay lugares de sombra donde un juez puede equivocarse.

El juez de los 100 metros mariposa lo sabe bien a estas horas. Su nombre no aparece en la documentación porque, a diferencia de los archiconocidos —y normalmente vilipendiados— árbitros de otros deportes, los jueces de natación son gente sin rostro. Este, quienquiera que sea, se equivocó. Así lo ha sacado a la luz Alex Pussieldi, un entrenador brasileño con más de 20.000 seguidores en X (antiguo Twitter), que ha demostrado con un vídeo y un fotograma que la plata de Josh Liendo, un nadador canadiense de los 100 metros mariposa, debería ser para otro competidor, pues él tendría que haber sido descalificado.

Las zonas más complicadas para los jueces en natación son, precisamente, cuando los deportistas se acercan a los muros. Tanto los virajes como la llegada son algo más susceptibles de error que otras partes del nado. Son momentos en los que hay que tener más afinada la mirada, ver si, entre la espuma, el nadador ha hecho un viraje incorrecto, con una patada que no toca o, si como ocurre en el caso de Liendo, el final de la prueba no ha sido del todo limpio.

Liendo es mariposista, ese estilo en el que el nadador alza los brazos al unísono mientras mantiene en la patada las piernas juntas. Es, quizá, el más espectacular de los estilos, con esos brazos largos emergiendo del agua a la vez, como si fuese un fantasma asustando a un niño. El caso es que el estilo exige que los dos brazos sean un espejo: salen a la vez y, por lo tanto, llegan a la vez. Aquí vino el error de Liendo: su mano izquierda toco la pared final a los 100 metros cuando su mano derecha todavía tenía unos centímetros para acariciar el muro.

Un error del deportista, no tan pulcro como debería, y también de uno de los jueces, que no comprobaron debidamente si el nado había cumplido la normativa. Han pasado ya unos días, y como ocurre en todos los deportes, se ha pasado el plazo en el que alguien puede reclamar. Liendo podrá decir para siempre que es subcampeón olímpico y muy pocos sabrán que en su último gesto, en la brazada final, su esfuerzo contravino la norma.

Liendo, en todo caso, tiene un futuro por delante para que esa medalla con un pequeño asterisco —tampoco es que él quisiese engañar, a veces solo es el esfuerzo el que quita la pulcritud en el nado— sea solo una más en su historial. Tiene 21 años, una vida por delante y ya ha demostrado que tiene en sus músculos el potencial para ser un gran nadador.

Su historia está muy lejos de ser la típica de un nadador norteamericano. Lo habitual en las piscinas es ver una mayoría abrumadora de deportistas blancos, tanto es así que incluso en el pasado se puso en duda que los nadadores de raza negra pudieran ser competitivos nadando. Unas teorías que saltaron por los aires hace años, con la irrupción de la talentosísima Simone Manuel, pero que no dejan de señalar algo cierto, y es que la diversidad no es el punto fuerte de la piscina.

Se convirtió en el primer canadiense negro en ganar una medalla

Liendo es afroamericano, y su historia va incluso más allá, pues ni siquiera su vida se ha desarrollado en Canadá, con los medios que el país ofrece a sus deportistas. Liendo nació en Toronto, pero poco después se trasladó con sus padres a Trinidad y Tobago, el país de sus ancestros. Allí aprendió a nadar y estuvo hasta los nueve años, cuando retornó al país de la hoja de arce para asentarse en Toronto.

La vuelta, por supuesto, fue una llamada de atención para él. "Cuando vine aquí todo era diferente, obviamente me fijé en que era una minoría. Nunca había pensado sobre ello cuando estaba en Trinidad", explicaba recientemente en una entrevista publicada por el Toronto Star.

Todo eso le ha servido para ser, de algún modo, un ejemplo. "Les digo a los jóvenes que no se pueden dejar llevar por los estereotipos, puedes hacer todo lo que quieras, Mírame". Es el primer medallista canadiense negro en la piscina, antes de eso fue el primero en los campeonatos del mundo. Eso es tirar muros.

Cuenta Liendo en sus entrevistas que si hoy es mariposista es porque en algún momento vio competir en ese estilo a Michael Phelps. Tampoco se puede considerar esto algo anómalo, es posible que casi todos los jóvenes que ahora mismo pelean por ganar nadando en unos Juegos Olímpicos se hayan pasado la juventud soñando con ser el de Baltimore.

Liendo, mariposista, ya tiene una plata en una de las grandes pruebas de los Juegos. Su pequeño error, un error encadenado, no cambiará esa realidad. Y el propio Pussieldi, el detective de errores en la piscina, tampoco le da mucha importancia. En el mismo tuit señala que es poco probable que el canadiense fuese el único, si el VAR hubiese entrado podría haber encontrado más.