Países Bajos baja de la nube a unos Redsticks que se aferran al bronce

Los Redsticks se despiden del oro pero no del bronce. Países Bajos fue demasiado para los de Max Caldas, aún con el influjo mágico de su victoria ante Bélgica, el Dream Team del hockey, vigente campeón olímpico, del pasado domingo. Pero los neerlandeses fueron más efectivos ante una España que jugó dinámica, a todo trapo, que tuvo ocasiones pero que también las recibió. Y su rival, curtido en mil batallas, fue más efectivo. Demasiado. Incontestable. Y ahí la apabulló.

Comenzaron los Redsticks pisando el área neerlandesa. Con un juego vertical, con muchas alturas en sus jugadores para asegurarse la progresión, Borja Lacalle dispuso de la primera oportunidad que desbarató el meta oranje. Pero esa facilidad para llegar al área rival fue un boomerang. Y Países Bajos, con jugadores de talento que compiten en la mejor liga del mundo, no perdonó. Primero fue gracias a un stroke lanzado por Jip Janssen tras un penalti cometido por Calzado en una salida. Cuando intentaban despertar los de Caldas, llegó el segundo, a falta de tres minutos para finalizar el partido ante Países Bajos: Thierry Brinkman cogió una bola suelta en el área y la hundió en la portería española.

Se llegó al descanso, Caldas intentó activar el botón del equipo pero Países Bajos fue demasiado. Aunque dispusieron de un penalti córner que a punto estuvo de convertir Marc Miralles, apenas inquitearon la meta de Pirmin Blaak, todo lo contrario. Van Dam logró anotar el tercer tanto y matarlo. Quedaban todavía 20 minutos pero era una misión casi imposible poder tumbar a un rival de tanto calibre con tres goles en apenas 15 minutos.

Países Bajos hizo un partido perfecto, siempre un paso por delante de España. Dispusieron de otro penalti córner, de nuevo Miralles, y no logró acertar ni tampoco el rachace. No era el día: hasta 11 remates y hasta seis penaltis córners sin premio. Y llegó el cuarto, obra de Duco Telgenkamp. Los de Max Caldas, que llegaban con el octavo puesto del ránking, han mejorado en estos Juegos, por lo que se debe considerar ya un éxito a la espera de la medalla o no.

Pese a la derrota, no hay tiempo para caras largas ni tristezas. En apenas dos días, España competirá por el bronce ante el perdedor del Alemania-India de esta tarde en París, y cualquier metal sería extraordinario. A lo largo de la historia, el hockey masculina ha aportado cuatro medallas, los bronces de Roma 1960 y Moscú 1980, y las platas de Atlanta 1996 y Pekín 2008.