JJOO | GIMNASIA RÍTMICA

Atrapadas en Israel: La 'casi imposible' clasificación olímpica de México

El conjunto mexicano de gimnasia rítmica estuvo atrapado en Israel debido al inicio de la guerra. Por poco, no pueden optar a la plaza para París 2024.

El conjunto mexicano recrea los aros olímpicos en su ejercicio en el GP Thiais /AFP
El conjunto mexicano recrea los aros olímpicos en su ejercicio en el GP Thiais AFP
Andrea Devesa

Andrea Devesa

La incertidumbre puede llegar de un día para otro. El miedo puede ser cuestión de un segundo. Y ni siquiera esas palabras pueden describir lo que es estar en medio de una guerra. Bombas, búnkers, sirenas... Una sensación que desgraciadamente tuvo que vivir Blajaith Aguilar y el conjunto mexicano de gimnasia rítmica.

La rítmica ya no es lo que era antes. El hermetismo lleva años en retroceso y las selecciones tienden a cooperar cada vez más. Sobre todo aquellas que están alejadas del viejo continente. Muchos de los equipos latinoamericanos se ven obligados a pasar largas temporadas en Europa para poder competir en el circuito internacional. Y no solo por eso, también para poder evolucionar y mejorar.

Para Blajaith y el conjunto de México es habitual pasar meses fuera de casa. Llevan ya muchos años compartiendo tapiz con algunas de las mejores selecciones del panorama internacional, entre ellas, la actual campeona del mundo, Israel. Ambos equipos comparten campus de entrenamiento desde 2022 y en una temporada como la del 2023, no podía faltar algo así. La plaza olímpica estaba en juego.

"En Israel tienen muy buenas instalaciones, muy grandes, y nos gustó muchísimo su forma de trabajar. Sentimos la conexión nuevamente, el trabajo duro", nos explica Blajaith Aguilar, seleccionadora mexicana. Allí pueden entrenar con técnicos de la talla de Julieta Cantaluppi, exseleccionadora italiana que ahora forma parte del equipo israelí, y contar con espacios de entrenamiento de primera nivel para preparar citas como los Juegos Panamericanos, clasificatorios a París 2024.

Aterrizaron en Tel Aviv a principios del mes de octubre. El lugar de entrenamiento se encontraba en la costa, a una hora de Gaza. No llevaban ni una semana de concentración en tierras israelíes y un día las malas noticias llegaron hasta los tapices. La guerra había empezado. "Lo primero que hice fue hablar con las chicas, intenté tranquilizarlas y comunicarme con todas las autoridades de México para ver qué es lo que se iba a hacer o cómo se podía proceder".

Blajaith Aguilar sobre su estancia en Israel. RELEVO

La respuesta no fue la esperada. La vuelta a tierras mexicanas era inviable, su viaje se había cancelado y la única opción era un vuelo comercial dentro de "uno o dos meses". Comenzaron a recibir información sobre cómo actuar si sonaban las sirenas. Dónde estaban los búnkers, cómo se tenían que mover... "El equipo nacional de Israel fue muy lindo. (...) Teníamos todas las indicaciones muy claras en que caso de que fuera necesario". Pero claro, continuaban atrapadas en el país.

La prensa mexicana empezó a hacerse eco de inmediato de la situación de Blajaith y sus pupilas. Sin embargo, las informaciones sobre su estado no siempre eran verdaderas. "Empezaban a salir muchas notas amarillistas de que estábamos entre escombros". Su ubicación, "gracias a Dios", no era esa. Era una llena de temor por no saber cuándo iban a volver a casa, a estar a salvo. Así que decidieron lanzar una llamada de auxilio.

Publicaron un vídeo en redes sociales, donde aparecían todas las componentes del equipo, para certificar que se encontraban bien y que necesitaban ayuda inmediata para volver a México lo antes posible. "Estábamos muy preocupadas, con miedo. (...) Era un llamamiento para que la gente mexicana, el gobierno, nos apoyara a salir", nos asegura Blajaith.

Cada mensaje de texto, cada llamada, avivaban el nerviosismo en el centro de entrenamiento. La mayoría eran del Gobierno de México que en todo momento estaba en contacto con ellas para conocer su situación. Menos mal que en esas 48 horas de espera nunca sonaron las sirenas, porque si no la solución igual hubiese llegado tarde.

La vuelta México, más cerca que nunca

Un vuelo militar a unos kilómetros de su ubicación. Esa fue, al final, la única manera de salir del país. Para ellas y para algunos mexicanos que se encontraban también atrapados en la región. El único inconveniente es que tenían que ir a la capital. "Cuando fueron a por nosotras logramos ver a lo lejos bombas en la costa de Tel Aviv. Empecé a sentir incertidumbre porque no sabíamos dónde estábamos, ni la dirección al aeropuerto".

Blajaith Aguilar sobre cómo fue la salida desde Israel. RELEVO

Después de vivir uno de los momentos de mayor miedo en tierras israelís, lograron llegar al Aeropuerto Internacional Ben-Gurión, sanas y salvas. Por fin. De inmediato tomaron el avión hacia uno de los viajes más largos y felices de sus vidas. "Hicimos cuatro o cinco escalas. Nunca nos podíamos bajar del avión, tardamos unas 40 horas si no me equivoco. Pero créeme, estábamos tan contentas que ni lo notamos".

Al aterrizar en México, la paz volvió a sus vidas. "Dormimos todo el día cuando llegamos". Aunque sea por unas horas, ya que la cuenta atrás para clasificarse a los Juegos Olímpicos no se había detenido. Solo quedaba una semana y media para la fecha, los Panamericanos de Santiago. "Fue un reto muy duro. No era el mejor momento anímico del grupo, el shock de todo lo ocurrido no les paraba de pasar factura y la concentración no acompañaba en los entrenamientos".

El conjunto mexicano y la seleccionadora, Blajaith, a su llegada a México  AFP
El conjunto mexicano y la seleccionadora, Blajaith, a su llegada a México AFP

"Estuvimos trabajando con nuestra psicóloga deportiva. Las chicas traían estrés, la preocupación de la familia y los medios. Estar reviviendo y reviviendo el tema es complicado", nos comentó la seleccionadora mexicana. Gracias a la ayuda de todo el equipo multidisciplinar con el que trabajan allí en México, lograron en poco tiempo volver a 'enfocarse'. Volver a "estar enfocadas en la meta y dejar a un lado la situación. Pensando: 'Comprendo que ha pasado esto, pero llevamos años trabajando para este objetivo'".

El sueño de la primera plaza olímpica en conjuntos

Los maillots, los aparatos, el corazón y la mente únicamente esperaban al instante previo de la competición. La suerte se puso de su parte en Chile. El conjunto mexicano, bajo la batuta de Blajaith, pudo mostrar una muy buena versión del trabajo realizado. Dos coreografías que levantaron al Estadio Nacional y... la plaza olímpica dejó de ser un objetivo para convertirse en un 'facto'. México fue plata en el All Around por detrás de Brasil. Logrando la primera clasificación de la historia del conjunto mexicano a unos Juegos Olímpicos.

El conjunto mexicano y su entrenadora, Blajaith, en los Juegos Panamericanos 2023  AFP
El conjunto mexicano y su entrenadora, Blajaith, en los Juegos Panamericanos 2023 AFP

Con un equipo caracterizado por su ambición y fuerza sobre los tapices. El conocido como 'estilo mexicano' que cada vez está más instaurado entre todas las gimnastas del país. Una forma de entender la rítmica que les ha llevado a lo más alto y que tenía que estar en París sí o sí. Así que en este 2024, Blajaith y el conjunto sorprendieron una vez más al resto de países con el estreno de dos nuevos ejercicios.

"Las rutinas son muy nuestro estilo, muy alegres" y tanto… En su maillot olímpico del ejercicio de cinco aros llevan plasmada una bola de discoteca y en el de cintas y pelotas competirán al son de música francesa. Además, en la pose final de este ejercicio mixto dedicado al país anfitrión, recrean la Torre Eiffel. Puro espectáculo.

"Aprender a valorar las cosas, aprender a valorar que la vida te puede cambiar en un segundo", reflexiona la seleccionadora mexicana. Puede ser una de las razones por las que México estará este año en París 2024. Haciendo historia y demostrando una vez más el buen trabajo que llevan aplicando durante los dos últimos ciclos olímpicos. La realidad sobrepasa a los sueños y los sueños hacen sobrepasar la realidad.