Más allá del medallero tradicional: ¿cómo ha sido la actuación de España en París según su población y PIB?

España ha finalizado los Juegos Olímpicos de París 2024 con 18 medallas, cinco de ellas de oro, y ha terminado en 15ª posición del medallero, lejos del podio de EEUU, China y Japón, pero también del anfitrión Francia y de otros países europeos como Italia, Países Bajos, Gran Bretaña o Alemania.

Es momento de hacer balance. ¿Está la actuación española acorde a su lugar en el mundo (población y capacidad económica)? ¿Son cinco oros y 18 medallas poco, mucho, lo normal? ¿Cómo lo han hecho los deportistas españoles en comparación a ediciones anteriores?

Son varias las varas de medir y en Relevo hemos elegido tres para poner en contexto en lo hecho por los deportistas españoles en París. Primero, según la población y el PIB per cápita, en comparación con el resto de países participantes. Segundo, teniendo en cuenta el tamaño de los Juegos: la cantidad de medallas que se reparte en los Juegos ha aumentado con respecto a Barcelona 92. Y tercero, observando también cuántas licencias tiene España.

España es un país mucho más poblado (unos nueve millones de habitantes más) y más rico (el doble de PIB per cápita, según datos del Banco Mundial) que en 1992, pero sus resultados en los Juegos Olímpicos son similares.

Entre los países participantes, España era el 31º con mayor población. Que haya acabado en el puesto 15º del medallero puede indicar un buen rendimiento, y lo es desde hace tiempo si solo se tiene en cuenta esa variable. Pero hay matices. Algunos de los países con más población pintan muy poco en el panorama deportivo internacional (en muchos de ellos, los deportes olímpicos no son relevantes).

La actuación española ha estado en la media si se tiene en cuenta su población. La mediana de medallas por millón habitantes en París 2024 ha sido de 0,38, mientras que España ha estado en 0,37. Cinco países menos poblados que España (48,4 millones) han ganado más medallas y por tanto también están por delante esta tabla: Australia (26,6), Países Bajos (17,9), Canadá (40), Nueva Zelanda (5,2) y Hungría (9,6). Al mismo tiempo, España iguala a potencias deportivas con más población como Estados Unidos y Alemania.

La cosa cambia si se realiza el análisis en función del tamaño de la delegación enviada al evento. España acude cada cuatro años con una de las expediciones más numerosas, consecuencia de su nivel en deportes de equipo. En París era la séptima más grande, por delante de países que han acabado con muchas más medallas. Su ratio de 21 deportistas por podio es mucho peor que el de aquellos con los que aspira a compararse.

Pero la población no es tan buen predictor del rendimiento olímpico (India ha ganado menos medallas en los últimos tres Juegos que España en París) como lo es el PIB per cápita, aunque esta tampoco es una variable definitiva.

Si el puesto en el medallero lo definiera el total de medallas y no el número de oros, España obtendría la misma posición (15ª). Adelantaría a Uzbekistán (13 medallas) y perdería un puesto con Brasil (20). Pero los Juegos cambian y en cada edición se reparte una cantidad diferente. No son lo mismo 22 medallas en Barcelona, donde se entregaron poco más de 800, que en Tokio, donde hubo más de mil.

Aunque un poco menos que hace tres años, el Comité Olímpico Internacional también ha repartido más de 1.000 en París. Y con 18, España se ha hecho con 1,72%. Es un dato mejor que el de Tokio 2020 (1,57) y que el de Sídney 2000 (1,2), los peores Juegos desde Seúl 1988, pero por debajo del resto de ediciones de los últimos 32 años.

Otra forma de evaluar el rendimiento de un país es en comparación con el número de deportistas. En esta edición han competido 383 españoles, el máximo tras Barcelona 92 (421). Este recuento juega en contra en el cruce con las medallas: en 1992, hubo un oro por cada 32 participantes, mientras que en 2024 ha habido una por cada 76. De nuevo, algo mejor que en Tokio, pero lejos de las cifras de Barcelona.

En cuanto al total de medallas, España ha obtenido un metal por cada 21 convocados, un registro que solo fue peor en Atenas (una por cada 29).

También ha cambiado el número de licencias desde 1992. Ese año los federados fueron unos 2,4 millones, mientras que ahora son casi el doble (4,3 millones, según último dato publicado por el Consejo Superior de Deportes). En Barcelona hubo un oro por cada 184 mil federados; ahora han costado casi un millón. Solo en 2020 y en 2004 fue peor esa cifra.