¡Bronce de mérito (y sufrimiento) para unos Hispanos que no se bajan del podio!
La defensa española maniata a los eslovenos en la última jugada y la Selección firma su quinto bronce olímpico en los últimos 28 años.
España vuelve a saborear metal en unos Juegos. Una imagen que se ha convertido en habitual (5 podios en los últimos 8 Juegos Olímpicos) y que habla de la forma de competir de un equipo que se ha habituado a sufrir para ganar. Un peaje que paga gustoso el conjunto español si tiene finales felices como el que tuvo ante Eslovenia (23-22) en el partido por el bronce en los Juegos Olímpicos de París.
Jordi Ribera sorprendía con los hombres que ponía de inicio sobre el 40x20. El seleccionador daba descanso a los hermanos Dujshebaev y a Tarrafeta de inicio para ceder el protagonismo ofensivo en los primeros minutos a Arturo Casado y un Aleix Gómez (5 de 5 en sus lanzamientos) que dejó la foto del choque cuando tuvo que ser retirado en volandas por su compañero Serdio a falta de 17 segundos por un golpe en la rodilla.
Pero volvamos al inicio. España tenía que elaborar mucho sus jugadas para hacer daño a la defensa eslovena y tratar de batir a Ferlin. El portero balcánico se agigantaba durante esos primeros 30 minutos, mientras que a la Selección se le hacía pequeña la portería. La mejor prueba fueron los 6 minutos, entre el 11 y el 17, que los de Ribera estuvieron sin anotar y el 57% de efectividad con el que los Hispanos cerraron la primera mitad.
Pese a los números de un ataque que sólo encontraba comodidad a la contra, España mantenía las tablas en el marcador (12-12 al descanso) gracias a una buena defensa. Eslovenia no encontraba un camino sencillo para llegar hasta Gonzalo Pérez de Vargas, aunque cuando lo hacía mostraba más efectividad que el combinado español.
Los dos conjuntos se dejaban todo para la segunda mitad. Y en un primer momento parecía que España le tomaba mejor la temperatura a la pista de Lille después del descanso. La defensa planteada por Ribera frenaba la efectividad balcánica, que se mantuvo los primeros 5 minutos de juego sin anotar. Factor que España aprovechaba para ponerse por delante en el marcador (14-12).
Sin embargo, el cansancio empezó a pasar factura en las piernas y en la clarividencia ofensiva de ambos equipos. Y eso se reflejaba en un marcador al que los goles subían con cuentagotas. Una sequía que favorecía a España, que jugaba con el marcador a favor a falta de 10 minutos. Otra vez tocaba sufrir.
Y en eso este equipo es especialista. Ni siquiera con superioridad los españoles respiraron. La exclusión de Mackovsek no tuvo reflejo en el marcador. Parecía que España necesitaba jugar en igualdad para encontrar huecos en la defensa eslovena y fue Aleix Gómez quien volvió a poner a España por delante hasta que Dolenec volvió a empatar desde los 7 metros. Una suerte en la que se mostró infalible y desde donde no le tembló el pulso para poner el 21-21 a falta de 5 minutos. El bronce se iba a jugar sobre el alambre, como le gusta a la muchachada de Ribera.
El gol de Serdio daba una nueva ventaja a España, mientras que Vlah mandaba el balón a las nubes. Una acción crucial para dar oxígeno a la Selección, que encima estaba en inferioridad tras la exclusión de García-Migallón. Ribera mandaba, otra vez, jugar sin portero y encontraba premio, pero todavía quedaban 120 segundos eternos. Dos minutos más de sufrimiento (23-22 para España) que se convirtieron en agonía en los últimos 17 segundos -justo tras la lesión de Aleix- … y de euforia tras una última defensa que ahogó a Eslovenia y tiñó de bronce a los Hispanos.