El sueño de Nigeria no termina y ahora 'Las Tigresas' quieren dar el zarpazo al Dream Team
El baloncesto africano apenas había ganado un partido en los últimos 20 años en los Juegos.
Si algo está teniendo el torneo de baloncesto femenino de estos Juegos Olímpicos es emoción, demostrando que cualquier selección puede plantar cara o ganar a casi cualquiera.
Que se lo digan a Serbia y España y cómo sufrieron en sus propias carnes a las 12 Guerreras de Puerto Rico y acabaron pidiendo la hora para cerrar sus partidos por tres (58-55) y un punto (63-62) respectivamente. O a la campeona de Europa Bélgica que hincó la rodilla en la jornada inaugural ante la Alemania de las rutilantes hermanas Sabally y Leo Fiebich (83-69).
Pero si hay que hablar de una selección esa es Nigeria. Ha hecho historia ganando dos de sus tres partidos y clasificándose para los cuartos de final como primer equipo africano de toda la historia, ya sea masculino o femenino.
Para que se hagan una idea de la gesta, las selecciones africanas femeninas acumulaban un triunfo en 37 partidos, curiosamente un Nigeria-Corea de… ¡hace 20 años! en el que ambas selecciones peleaban por no acabar últimas (68-64) en Atenas 2004. Sí, es que Nigeria hasta estos Juegos en los que cumple su tercera participación sólo había acabado undécima en dos ocasiones, la segunda en la pasada edición de Tokio.
Las Tigresas conseguían ganar el cuarto Afrobasket consecutivo en 2023 con una gran novedad: Rena Wakama. Entrenadora más joven de estos Juegos con ahora sólo 32 años, nacida en Estados Unidos pero de padre y madre nigerianos y con pasado en la selección como jugadora, se hacía cargo de Nigeria sustituyendo a Otis Hughley con apenas tres semanas para preparar el torneo.
La capitana y MVP del torneo, la ex del Quesos el Pastor Zamarat y Leganés Amy Okonkwo aseguraba que "todo lo que dice la entrenador nos motiva. Vinimos a ganar y sabíamos que teníamos un objetivo claro".
En el preolímpico de Antwerp, Bélgica, lograban su clasificación acabando terceras volviendo a derrotar a Senegal, su mismo rival en la final del Afrobasket. Y ese billete a París 2024 se convertía en un sueño del que todavía no se quieren despertar.
Tras una preparación en la que cayeron ante Alemania en Berlín (63-77) y pusieron las cosas difíciles a Serbia en Belgrado (70-62), se plantaban en Francia sin poder disputar un último amistoso en Dijon anulado frente a Puerto a Rico. Además, Associated Press recogía un pequeño incidente sufrido por la selección femenina de Nigeria en la Ceremonia Inaugural.
Y es que, un funcionario nigeriano impedía la entrada al grupo al barco de la delegación de Nigeria para participar en la inauguración celebrada en el río Sena al haber demasiada gente a bordo. Habían recorrido la distancia entre Lille y Paris, 222 kilómetros y 2 horas y media de duración en autobús, para nada.
Por si esto fuera poco, tras la ceremonia no podían llegar al lugar de la salida de los autobuses por lo que tenían que pasar la noche en París y volver al día siguiente, no pudiendo entrenar.
Pero todas estas piedras en el camino no hacían nada más que fortalecer aún más al grupo. Como las previsiones y los Power Rankings tan de moda actualmente. Y así se empezaba a gestar el primer triunfo frente a Australia por 75 a 62.
"No teníamos nada que perder. Todo el mundo nos ponía como últimas en el grupo, así que usamos eso como motivación y combustible para nuestro juego. Y no nos echamos atrás. Sabíamos que teníamos que presionar toda la cancha durante todo el partido y eso fue lo que hicimos", decía la base Promise Amukamara. 26 pérdidas de balón para 26 puntos tras pérdida y 15 tantos en transición, los números en la sorpresiva victoria sobre las Opals, terceras del ranking FIBA.
Y para ello el papel clave de la entrenadora Wakama, como reconocía Ezinne Kalu, líder de la selección, de la misma edad de su entrenadora y con mucha experiencia en el baloncesto europeo, de vuelta la selección por primera vez desde 2021. "Ella ha traído su experiencia, su mente fresca, ve algo diferente, ve lo que nosotros a veces no vemos en nosotras mismos, y confía en nosotros y nosotros confiamos en ella. Es bueno ver a alguien que conoce muy bien el juego y que quiere triunfar tanto", Aseguraba.
La actividad de Wakama en el banquillo se traspasa a la pista. Y así reconoce que sólo quería traer a esta selección "mucha energía, mucha pasión. Quiero que mis jugadoras muestren esto en la pista. Empieza con la defensa, reboteamos y corremos. Ese es nuestro ADN". Así desarbolaron a Australia, con una presión a todo el campo que no eran capaz de romper, castigando cada crossover metiendo las manos para robar.
"No teníamos nada que perder. Todo el mundo nos ponía como últimas en el grupo, así que usamos eso como motivación y combustible para nuestro juego"
"Nuestra defensa fue implacable. Cuando estábamos en la cancha, olíamos la sangre por el balón. Nadie defiende como nosotras, y eso fue lo que nos hizo seguir por delante", aseguraba Kalu.
Después llegaba el gran plato fuerte del grupo, el enfrentamiento con la anfitriona Francia. "No jugamos nuestro juego. No fuimos nosotras mismas. Lo que nos ayudó a asegurar esa victoria contra Australia, no lo hicimos hoy", aseguraba Wakama tras caer por 75 a 54. Sólo ponían en liza dos veces esa presión a todo el campo y Les Bleus la rompían con facilidad.
Los periodistas insistían en sala de prensa en preguntarle por el triunfo histórico de la primera jornada ante Australia. Y Wakama respondía: "Significa todo, pero no vine aquí para ganar un sólo partido. Vine aquí para subir al podio. Me alegro de que hayamos podido hacerlo, pero esto ya se ha hecho antes. Lo que no se ha hecho antes es subir al podio". Declaración de intenciones para afrontar el partido ante Canadá.
El plan de partido, el mismo y así lanzaban el choque de inicio (2-10). Pero Canadá se rehacía y, a base de triples y 2+1, llegaba a ganar por nueve puntos (37-28). Además, Okonkwo luchando por un balón, de esos que nunca dan por perdidos, se hacía daño en el hombro y tenía que retirarse al banquillo entre lágrimas de dolor sumándose a los problemas de faltas de las interiores Murjanatu Musa, revelación de la Liga Femenina en el Celta, y Pallas Kunaiyi-Akpanah. Siete puntos de Kalu en los últimos 90 segundos de cuarto dejaban el marcador en 41-37.
Pero en el vestuario, como reconocía Okonkwo "hablamos entre nosotras y mostramos más de nuestra identidad en la segunda parte y el tercer cuarto realmente cambio el partido para nosotras". Y es que provocaban un cortocircuito en la selección de Canadá, a imagen y semejanza que el que sufrió frente a Francia en el segundo cuarto de su partido (2-23), endosando un 5-23. Nada les frenaba.
79-70, el resultado final para ponerse con 2 triunfos y un +1 en el valioso basket-average. De nuevo la receta había surtido efecto: 26 pérdidas de balón forzadas, 27 puntos tras pérdida y 14 tantos al contrataque. Las canadienses, quintas del ranking FIBA, eliminadas. Nigeria sellaba la clasificación para los cuartos de final habiéndose cargado a las dos selecciones que habían disputado la final de consolación por el bronce en la Copa del Mundo de 2022. Casi nada.
Nigeria ha acabado esta primera fase como tercera del grupo B empatada en balance con Francia y Australia siendo la selección que más balones recupera con 13,3 por partido y la que más anota tras pérdida con 23,3 puntos gracias a su gran defensa. Además, ha colado a la escolta Kalu como quinta máxima anotadora con 19,3 puntos por partido, a la base Amukamara como tercera máxima asistente con 6,7 pases de canasta y a las interiores Kunaiyi-Akpanah y Murjanatu Musa con 6,7 rebotes como 11º mejores reboteadoras empatadas en la clasificación. Avisada está la todopoderosa Estados Unidos, su rival en cuartos.
"África tiene muchísimo talento y, cuando la gente se dé cuenta y preste atención a África, podremos seguir sorprendiendo al mundo. Hay muchísimo talento. Hay que despertar y darse cuenta de que están ahí", aseguraba Wakama.
Ellas ya han sido las primeras en demostrarlo y mostrar el camino que también reflejaba Pesic tras el encuentro de Serbia contra Sudán del Sur: "En 10 años todo el mundo jugará como ellos".