JJOO | BALONCESTO | FRANCIA 66 - EEUU 67

Un punto de oro corona al Team USA como campeona olímpica

Francia puso contra las cuerdas a la selección estadounidense, pero no pudo impedir el que ya es el octavo oro consecutivo de las norteamericanas.

A'ja Wilson, durante la final ante Francia. /FIBA
A'ja Wilson, durante la final ante Francia. FIBA
Noelia Gómez Mira

Noelia Gómez Mira

Bienvenidos a una verdadera final de baloncesto. Ese deporte en el que juegan cinco contra cinco, pero en el que absolutamente todo es posible. Porque aunque el resultado final fue el previsible -que el Team USA acabaría colgándose el oro en París-, lo que se vio en el Bercy Arena fue un duelo de fuerzas igualadas en el que Francia peleó con uñas y dientes hasta el final por dar la que hubiera sido la mayor campanada de la historia del baloncesto. Sin embargo, el buen hacer de A'ja Wilson y la aparición de Kelsey Plum en los momentos clave y un error de la que fue la mejor francesa, Gaby Williams, decantaron la balanza de lo que fue una final tosca, intensa e igualada, para Estados Unidos (66-67). El Team USA ya tiene su octavo oro olímpico consecutivo y Diana Taurasi ya es la jugadora con más oros de la historia.

Lo cierto es que durante los primeros compases, el partido apenas sorprendió. El Team USA arrancó con un parcial de 4-0 ante una Francia que tardó casi tres minutos en inaugurar su marcador. Gaby Williams, desde el triple, logró poner el 3-4 con un triple con el que empezó a sujetar por completo a la selección gala. Si bien, a nivel general no estaba siendo un buen partido. De hecho, el 9-15 con el que se cerró el primer cuarto es la anotación más baja de una final olímpica. Casi nada. Y no, lo cierto es que al descanso los porcentajes tampoco es que mejoraran, aunque lo que sí se vio fue un cambio de inercia a favor de la selección gala.

Estados Unidos comenzó a desdibujarse, a fallar opciones claras y a cometer errores en forma de pérdidas de balón (13 en esos diez minutos), que también hicieron que se precipitase y no lograse sumar desde la larga distancia (0 triples). La selección norteamericana estaba jugando su peor partido, con diferencia, y Francia sabía que tenía que aprovechar este tipo de cuestiones para seguir enganchada a un partido en el que, sobre el papel, la diferencia de talento (por nombres) entre una y otra selección es descomunal. Y vaya si lo hizo.

Las anfitrionas salieron mucho más incisivas, encontrando mejores posiciones y mejorando el acierto exterior. Tanto que fue un triplazo desde el medio campo de Fauthoux, al más puro estilo de Steph Curry, el que puso las tablas en el marcador (23-23) y forzó un tiempo muerto estadounidense que apenas logró cambiar mucho la dinámica. El duelo se fue con empate a 25 al descanso, pero con sensaciones totalmente contrapuestas: mientras que Francia se había visto impulsada por el momento y el entorno -que para algo es la anfitriona-, EE. UU. estaba desubicada. Y todo ello ante la atenta mirada de algunos de los protagonistas de la misma final que se vivió unas horas antes, en categoría masculina, entre ellos, Victor Wembanyama, Rudy Gobert, Nando De Colo o el propio LeBron James.

Tras el receso, apenas hubo cambio. Francia arrancó con un parcial de salida de 10-0 y cerrando muy bien el rebote ante un Team USA que seguía totalmente perdido sobre el parqué. No fue hasta los tres minutos y medio cuando Kelsey Plum hizo click -algo que ya había hecho en ocasiones anteriores en estos Juegos- para despertar alas americanas. Primero logró romper la seguía estadounidense desde la línea de tres y luego, tras otra canasta de A'ja Wilson que logró tras una pérdida de las francesas, volviese a tirar desde el triple para firmar un parcial de 8-0 con el que EE. UU. se puso a sólo dos puntos (35-33).

A partir de aquí empezó un intercambio de canastas en el que Cheryl Reeve, la seleccionadora estadounidense, sacó por primera vez en todo el partido a Sabrina Ionescu en busca de impulsar el juego exterior. Y lo cierto es que mejoró la circulación de balón y tras una canasta bajo de aro de A'ja Wilson y otra de Napheesa Collier logró darle otra vez la vuelta al marcador y ponerse por delante a poco más de dos minutos para cerrar el tercer cuarto y ampliar un poco más la renta, asistida por Ionescu (40-43). Pero si algo había dejado claro Francia es que no se iba a venir abajo y Johannes respondió con un triple, poniendo otra vez las tablas, aunque Wilson desde el tiro libre cerrase el penúltimo cuarto dejando a EE. UU. por delante en el marcador 43-45.

Con igualdad máxima y malos porcentajes -porque esto continuó siendo la tónica general- arrancó el último cuarto en el que Francia otra vez logró poner las tablas. Y así pasaron los minutos, con un intercambio de canastas en el que no había nadie que lograse poner el cascabel al gato en busca de la escapada en el marcador. El partido no podía estar más abierto y de nuevo apareció A'ja Wilson, tras una dudosa decisión arbitral que acabó favoreciendo al cuadro estadounidense. Pero aunque otra vez volvió a tener en su mano romper el partido con dos acciones consecutivas, EE. UU. volvió a desaprovechar la ocasión y Francia se puso a uno a falta de minuto y medio para el final.

Y aunque Gabby Williams reenganchó a Francia a cinco segundos del final al poner a las suyas a uno con un triple descomunal, se equivocó tras jugar la última posesión, después de que Kahleah Copper hubiera puesto otra vez por encima a las estadounidenses desde el tiro libre. La francesa tiró a canasta sobre la bocina... pero rebasando la línea del triple, algo que hizo que sumara sólo dos puntos que fueron insuficientes para forzar la prórroga (66-67). El octavo oro olímpico consecutivo, con un sufrimiento descomunal, ya lo tiene Estados Unidos en su palmarés. Y Diana Taurasi, pese a no haber pisado el parqué en esta final tras estar tocada, ya es la jugadora con más oros olímpicos de la historia al lograr su sexto metal dorado.