Joel Embiid, el dilema de Steve Kerr y el miedo a perder el oro
Lejos de su mejor nivel, el pívot se gusta con los abucheos locales mientras intenta encontrar su rol en el equipo olímpico.
Cuando se anunció que Joel Embiid había decidido su destino, el recibimiento fue de todo menos positivo. Como si se tratara de la agencia libre, el jugador nacido en Camerún pasó 2023 eligiendo si quería disputar los Juegos Olímpicos con la selección de Francia, país que le naturalizó exprés, o hacerlo con Estados Unidos, donde vive desde 2016. Eligió al gigante americano, al campeón de siete de los últimos ocho juegos, al máximo favorito y seguramente al único equipo que no le necesitaba para pelear el oro. Embiid podría ser estrella en casi cualquier otro combinado (Serbia y Grecia serían las excepciones) pero se sumó al carro del Team USA. Y el experimento por ahora está saliendo peor de lo esperado.
En los tres partidos que ha jugado el equipo americano, Embiid solo ha disputado dos. Ante Sudán del Sur, el segundo de la fase de grupos, Steve Kerr decidió que el flamante fichaje para estos Juegos Olímpicos se quedara en el banquillo, como les pasó a Jayson Tatum y Tyrese Haliburton en el primer duelo. En los otros dos, ante Serbia y Nikola Jokic primero, y el que cerraba la primera fase contra Puerto Rico, Embiid fue titular. Promedia 5 puntos por partido, con 2.5 rebotes y 1 asistencia por noche, con 2.5 pelotas perdidas y por debajo del 43% en tiros de campo. Con Embiid fueron ocho puntos peores que Serbia en el primer partido, jugando solo once minutos, aunque mejoró contra Puerto Rico (+7) en 23 minutos.
Para más inri, la pareja interior tras el camerunés está brillando con luz propia. Bam Adebayo está en 8.3 puntos y 4.7 rebotes con un 40% en el triple, y Anthony Davis es seguramente la pieza diferencial en defensa, con además 8.3 puntos y 7 rebotes. El más/menos de ambos (+37 y +39 respectivamente) solo lo mejoran Anthony Edwards y Kevin Durant, la referencia del banquillo americano. Y los números no hacen realidad del problema que ha resultado Joel Embiid, que se encuentra con la dificultad de no haber hallado su rol en ataque.
Uno de los objetivos de Steve Kerr y el equipo técnico de Estados Unidos era crear un equipo, y no una sarta de nombres. Hay estrellas, algunas de las mejores de la historia, pero también facilitadores como Jrue Holiday y Derrick White, e incluso perfiles de élite como Devin Booker y Jayson Tatum se han puesto el mono de trabajo. Solo dos nombres hasta la fecha tienen licencia para tirar indiscriminadamente, de inventar: Kevin Durant, el mayor anotador que el Team USA ha tenido en FIBA, y Anthony Edwards, su posible heredero. El rol de los interiores es de jugar rápido, ágil y ayudar a mover la defensa, en un baloncesto sin la norma de los tres segundos. Pero Embiid, como en Philadelphia, necesita el balón para marcar la diferencia, y en París no le pertenece. Hay que ganárselo.
A los problemas de encaje hay que sumar la rivalidad con la afición local. Los franceses todavía no le han perdonado que eligiera a Estados Unidos por encima del anfitrión y en cada partido se ha ido abucheado, incluso cuando no jugó. En el de Puerto Rico dejó una cómica imagen, pidiendo a la grada más abucheos antes de tirar un triple lejanísimo que ni se acercó al aro. "He visto peores situaciones. En los Garden's, Madison y TD. Incluso en Philadelphia abuchean a sus propios jugadores" decía con una sonrisa, asegurando que lo siente como un elogio. "Si no fuera un buen jugador de baloncesto no recibiría este tipo de tratamiento", y le encanta. Pero al mismo tiempo no está jugando a su mejor nivel, lo que incrementa los decibelios de la afición francesa.
Joel Embiid taunted the crowd and then IMMEDIATELY shot an AIRBALL 😭💀
— Hater Report (@HaterReport_) August 3, 2024
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Es probable que, incluso con este Embiid, Estados Unidos se alce con el oro. Su rival en cuartos será Brasil, seguramente el más débil de los ocho que quedan vivos en el torneo olímpico. Además, han evitado hasta la final a los otros dos grandes favoritos e invictos hasta la fecha, Alemania y Canadá, los dos equipos que les dejaron sin medalla en el pasado Mundial. Sería, para Embiid, su primer título desde su último año de instituto tras una década cayendo eliminado antes de tiempo. Y Estados Unidos tiene que tener el miedo de que el gafe de Joel Embiid, siempre a las puertas, se extienda hasta el equipo nacional.