A España no le vale con el corazón y un gran Brizuela para seguir con vida en los Juegos
Los de Scariolo, que dependían de sí mismos, chocaron con el físico de Canadá y terminan su periplo en París.
España ya sabía el grosor del alambre sobre el iba a caminar cuando salió a jugar contra Canadá. Y era fino, muy fino. El resultado entre Grecia y Australia (71-77 para los helenos) obligaba al equipo de Scariolo a ganar a Canadá para ser primero de grupo. La derrota, por contra, eliminaba a España. Las cuentas eran sencillas y esta vez a La Familia le tocó la cruz.
Sobre el papel el equipo entrenado por el español Jordi Fernández era favorito por la calidad NBA de sus jugadores y por su superioridad física. Y los dos pesos terminaron inclinando la balanza a favor del equipo norteamericano, que sudó para doblegar al conjunto español por 88-85. Un resultado que termina con el viaje olímpico de España y que da la clasificación a Canadá.
España fue fiel a sí misma y puso sobre la cancha de Lille eso que tanto pide el seleccionador: juego en equipo y competitividad. Dos ingredientes que son fundamentales en este equipo que ya no tiene el talento de antaño. Pero sigue teniendo defensa y carácter para poner las cosas difíciles a cualquiera. Y así lo demostró durante los primeros 15 minutos con un gran baloncesto, moviendo el balón a la perfección y poniendo en problemas a Canadá.
😟 ¡Qué cerca hemos estado!
— Eurosport.es (@Eurosport_ES) August 2, 2024
❌ @BaloncestoESP cae ante Canadá y queda 𝐞𝐥𝐢𝐦𝐢𝐧𝐚𝐝𝐚 de @Paris2024
🏀 Gran partido de 'La Familia' ante una de las favoritas a las medallas#Paris2024 pic.twitter.com/9lnKqBzwHK
Sin embargo, ante Canadá no te puedes tomar ni un respiro y eso fue lo que pagó España en el marcador. Los últimos 5 minutos del segundo parcial fueron un monólogo de los canadienses y eso fue un lastre muy pesado para una España, que pese a tener más vidas que un gato no tuvo tiempo para decantar el resultado en el marcador a su favor.
El equipo nacional sufrió e hizo sufrir, pero echó demasiado en falta la dirección de un Lorenzo Brown que está lejos de su mejor versión. Y eso se nota en el juego ofensivo. A cambio Scariolo fue diseñando jugadas para las apariciones de Abrines, Willy Hernangómez y de un Brizuela (15 puntos en la segunda mitad) que quería ejercer de ejecutor. Lo hizo en el último parcial para dar vida a un equipo que no se rinde nunca.
Un conjunto al que sólo se le tumba a base de golpes, pero es que Canadá tiene mucho músculo como para hacer bajar la guardia a España a base de impactos. Cuando no era Shai Gilgeous-Alexander (20 puntos), era RJ Barrett (16) y cuando no un inesperado Nembhard (18). Un arsenal difícil de contener incluso para el equipo nacional, que sólo hincó la rodilla cuando ya no le quedaba aire. Y eso sólo ocurrió en la última jugada, con el lanzamiento de Llull, cediendo la victoria para poner fin a su aventura en los Juegos y, por desgracia, a la carrera de Rudy Fernández.