Un agradecimiento eterno como colofón a una carrera de leyenda: se acabó la última función de Rudy Fernández
El capitán de la Selección se despide oficialmente del baloncesto tras disputar, ante Canadá, su último partido como profesional.
Ahora sí, se cerró el telón. Dos décadas después, se pone fin, tras la última función, a la carrera de un referente, de una leyenda con un palmarés sin igual. Un jugador que ha hecho historia y que, tras haber logrado disputar sus sextos Juegos Olímpicos (siendo el único jugador masculino de baloncesto en toda la historia en hacerlo), baja el cierre de la forma que él quería: "Siendo un jugador útil". Y es que si algo ha tenido siempre claro Rodolfo Fernández Farrés (sí, en este caso hay que mencionar su nombre al completo) era que quería irse cumpliendo la promesa que le hizo a su padre, el culpable, junto a su madre, de que Rudy se hiciera jugador de baloncesto. Y también de que durante 20 años todo amante del baloncesto haya podido disfrutar de él.
Aunque no sea un final soñado -porque haberse ido con una medalla olímpica hubiera sido el broche perfecto para una carrera sin parangón-, lo cierto es que a la carrera del '5' de España no se le puede poner ningún pero. Esa que hoy con la Selección ha acabado de la misma forma que empezó: en unos Juegos Olímpicos. "Veo que he disfrutado de este deporte, que lo he dado todo por la camiseta que he llevado y eso es lo que me llevo", reconocía el capitán hace unos días en una entrevista a Relevo. Y lo cierto es que así lo ha demostrado hasta el final.
Ante Grecia, esos dos triples suyos fueron clave para que España se llevara la victoria y siguiese soñando. Ante Canadá, se vació y lo dio todo hasta el final en un partido en el que la Selección, aunque remó, acabó muriendo en la orilla (88-85). Todo ello después de haberse reinventado de forma excelsa para tratar de frenar a una selección llena de talento NBA a la que se lo hizo pasar realmente mal. Casi como si fuera una metáfora de lo que ha sido la carrera de Rudy: la de reinventarse pese a las adversidades. O, como él mismo reconocía, "reconstruirse para adaptarse a las necesidades del equipo y también del estado físico".
LEYENDA. 🇪🇸
— FIBA (@FIBA) August 2, 2024
We asked Spanish players to describe Rudy's career in one word.#Paris2024 x #Basketball pic.twitter.com/fuZK6Bef2f
Porque la suya es de esas carreras para poner como ejemplo siempre. Esa en la que la resiliencia ha sido protagonista, sobre todo, después de que en 2015 tras esos problemas de espalda que le hicieron incluso pasar por quirófano, le augurasen que a su carrera deportiva no le quedarían más de cinco años.
Toda esa capacidad de renacer, de convertirse en un jugador nuevo, ha sido clave para agrandar su leyenda. La de un jugador que es el espejo en el que los jóvenes deben mirarse. "Hay que intentar concienciar a los chavales de que jugadores que a lo mejor no tienen un talento increíble a nivel ofensivo, a lo mejor en otros tips que puede haber en el baloncesto pueden ser jugadores importantes", admitía en esa entrevista con este medio. Y lo cierto es que eso es lo que ha sido él.
Porque, como decía el propio Pau Gasol, Rudy es "leyenda" y "cualquier calificativo se queda corto para su gran carrera dentro y fuera de la pista. La Familia te va a echar mucho de menos, aunque tu ejemplo y legado siempre estará presente".
LEYENDA de nuestro deporte!!! Las hemos pasado de todos colores y puedo decir que cualquier calificativo se queda corto para tu gran carrera dentro y fuera de la selección.#LaFamilia te va a echar mucho, mucho, mucho de menos @rudy5fernandez!! Aunque tu ejemplo y legado siempre… pic.twitter.com/FjHmoFSwT1
— Pau Gasol (@paugasol) August 2, 2024
"Ahora voy a estar tranquilo y con la familia. Aunque también estoy triste porque al final he vivido muchas cosas con esta Selección y el baloncesto. El que ya no haya más torneos y viajes, tiene esa tristeza y se echará de menos el ambiente. Dentro de unos días daré el comunicado de mi retirada", aseguraba en los micrófonos de la Cope nada más terminar el que ya es, oficialmente, su último partido como profesional. Ese duelo en el que, tras el bocinazo final, se abrazó, preso de la emoción por lo que supone, con todos y cada uno de sus compañeros. Todo ello, unos minutos antes de dirigirse a ellos en el vestuario para los que, como ya hiciera en Valencia tras ganar el Preolímpico, sólo tiene palabras de agradecimiento.
"Les voy a decir que gracias, por luchar, por representar tan bien esta camiseta y que estoy seguro de que volverán a disfrutar de títulos por la cantera que viene", dijo ante la citada radio. Un agradecimiento que también extiende a los aficionados: "Muchas gracias a los aficionados por apoyarme en todo momento y ayudarme a conseguir los objetivos".
Tras dos oros mundiales, cuatro en Eurobasket, dos platas olímpicas y un bronce -además de los 23 títulos ganados a nivel de clubes con Joventut Badalona y el Real Madrid-, ese jugador explosivo, que dejaba rectificados en el aire, mates y canastas imposibles, que saltó el charco y hasta disputó el concurso de mates de la NBA, y que terminó virando a un juego inteligente, con una lectura excelsa, ahora ya sí se despide del parqué. Un adiós histórico tras sus sextos Juegos, a la altura de lo que es: una leyenda del deporte de las manos.