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Cuba saca pecho del oro de Jordan Díaz: "El podio es cubano"

José Francisco Centelles, entrenador del equipo cubano, afirma en Relevo que "también es un triunfo para Cuba".

Jordan Díaz, durante la final olímpica de triple salto./REUTERS
Jordan Díaz, durante la final olímpica de triple salto. REUTERS
José M. Amorós

José M. Amorós

"¿Cuánto tiempo hacía desde la última vez que tres europeos ocupaban el podio olímpico de triple salto?", afirma entre risas un periodista portugués en la zona mixta mientras espera la llegada de Pedro Pablo Pichardo, luso y subcampeón olímpico. Las risas de sus compañeros de corrillo provocan un debate sobre las medallas de triple salto y el origen de los tres primeros del concurso en Cuba. Tanto Jordan Díaz, como el mencionado Pichardo y el italiano Andy Díaz forman parte de la larga lista de deportistas de la isla que aprovechan sus viajes a Europa para desertar en busca de una vida mejor, se afincan y son bienvenidos como una fábrica de medallas para sus nuevos países.

Cuba lleva años viendo como su talento se escapa por las condiciones sociales en su país y las pocas garantías que le otorga a sus deportistas durante y después de su carrera deportiva. Una situación que ha dado como resultado que, mientras los tres primeros clasificados nacieron en Cuba y no la representan en las competiciones internacionales, el país caribeño se tuvo que conformar en la final con la octava plaza de Lázaro Martínez, a 30 centímetros de las medallas y más de medio metro de Díaz. A pesar de ello, Juan Francisco Centelles, el entrenador del equipo de Cuba en París, sale con una sonrisa por las escaleras del Stade de France atendiendo a las preguntas de Relevo: "El podio es cubano: oro, plata y bronce. Ha sido para distintos países, pero bueno... Esto es un triunfo también para Cuba".

Hay que recordar que todos los deportistas que deciden desertar de su país aprovechando concentraciones fuera de sus fronteras, reciben un veto para volver a casa durante ocho años. Algo que, como en el caso de Jordan, hace que lleve sin poder ver a su familia desde el verano de 2021 y tendrá que ser su gente la que reciba los permisos para viajar a España para un reencuentro que sino tendría que esperar hasta 2029. "Ya nos avisaron que el chico no podría volver", relata Jesús Díaz, progenitor del oro.

A pesar de esta situación, en el equipo cubano de saltos muestran un cariño hacia el nuevo campeón olímpico. "Jordan es oriundo de Cuba y la competición ha demostrado que es el mejor". Para Cuba y como confirmaba el padre de Jordan en una entrevista en este medio hace tan solo unos días, los éxitos de sus desertados son 'vendidos' por el régimen local como propios: "Cuando hay un triunfo de un atleta que se quedó en otro país y gana una medalla por otro país, lo que dicen es que es de la escuela cubana de triple salto".

¿Cómo viven un podio 'cubano' sin la bandera cubana?

"Es algo normal", responde Centelles a la pregunta de tener que conformarse con un octavo puesto mientras sus tres grandes estrellas representan ahora a otro país. "Pero la relaciones son bellísimas". Y no miente, como pudo comprobar Relevo en primera persona, tanto en el triple femenino como en el masculino, la expedición cubana compartió zona junto a la española e Iván Pedroso, entrenador de Jordan y también cubano, se sentó junto a Centelles en la primera fila de la grada.

Lo cierto es que el ahora atleta español siempre ha comentado que el motivo de su salida del país era buscar una vida deportiva en mejores condiciones, que le permitiera conseguir su propios éxitos tanto en la pista como fuera de ella y poner la semilla para contar con un 'colchón' de vida tras la retirada deportiva, algo que no ocurre en Cuba. Un mesaje directo a autoridades deportivas y no tanto a los atletas que, representen la bandera que representen, siguen teniendo cercanía... salvo excepciones que poco tienen que ver con este tema como el Pichardo-Jordan.