12 años después aún resuenan los ecos de una de las finales olímpicas más salpicadas por el dopaje: "El daño económico es inmenso"

12 años después aún sigue disputándose la final femenina de atletismo de los 1.500 metros de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Esta semana se ha conocido que Tatiana Tomashova, ya retirada, ha sido sancionada con diez años por una nueva violación de las reglas antidopaje, además de perder la medalla de plata que se le había otorgado también fuera de la pista. En consecuencia, ahora, el COI deberá decidir si atribuye la plata a la etíope Abeba Aregawi y el bronce a la estadounidense Shannon Rowbury.

Tomashova es la última de cinco atletas descalificadas de la final por el mismo motivo: dopaje. Entre ellas, las turcas Aslı Çakır Alptekin y Gamze Bulut, oro y plata, respectivamente, sobre la pista del Estadio Olímpico de Londres. Un nuevo positivo en una de las pruebas más salpicadas por el dopaje ha levantado las críticas de Corinna Harrer, que quedó eliminada en las semifinales por tiempos.

La alemana fue séptima en su semifinal, en la que también compitió la madrileña Nuria Fernández (fue décima). En esta serie quedaron en las dos primeras posiciones dos atletas que, años después, han sido descalificadas: la campeona olímpica Aslı Çakır y la rusa Yekaterina Kostetskaya (novena en la final). O lo que es lo mismo, Harrer habría accedido a la final si se hubiera eliminado de la ecuación a las dos atletas que violaron las reglas antidopaje.

Por eso mismo, Harrer ha reaccionado a la noticia más reciente de la suspensión de Tomashova: "Emocionalmente no hay palabras para esto, el daño económico es inmenso", publicó la germana a través de sus redes sociales. "Sin palabras... Doce años después, el tema aún me atormenta", añadió.

La propia atleta alemana, en declaraciones al medio de su país Süddeutsche Zeitung en 2017, declaró que calculaba que había dejado de ganar "30.000 euros" por los casos de dopaje. "Como finalista, sin duda, habría conseguido algunos patrocinadores más, o los que tenía en ese momento habrían aportado más económicamente. Habría recibido más dinero de Sporthilfe, me habrían financiado el fisioterapeuta y el entrenador en las concentraciones y no sólo 200 euros al año. Eso habría supuesto una gran diferencia".

Llama poderosamente la atención que Abeba Aregawi, dada la sanción a Tomashova, sería medalla de plata en los 1.500 en Londres 2012. Ocurre que hace menos de un mes, el 9 de agosto, la etíope recibió físicamente la medalla de bronce. Y en una estampa preciosa: con la Torre Eiffel detrás. Deberá ser el Comité Olímpico Internacional quien ratifique, finalmente, qué presea quedará en su posesión.