Adrián Ben: "En pista cubierta el año que viene sí que a lo mejor me centro más en el 1.500"
El gallego afronta sus segundos Juegos con mayor tranquilidad que en Tokio, pero con el mismo nivel de exigencia.
No quiere correr. Bueno, en su caso sí. Lo que no quiere es precipitarse ni fijarse falsos objetivos y prefiere ir paso a paso. Adrián Ben (Viveiro, Lugo; 1998) es un ejemplo de competitividad que afronta en París su segunda experiencia olímpica. Hace tres años, en Tokio, fue quinto. Ahora, como parte del potente equipo español de 800 metros, espera ir paso a paso para meterse en la final. Luego… "a por la sorpresa", como responde a Relevo antes de la competición en un rato de descanso y relax en la casa que Adidas pone a disposición de sus deportistas en el corazón de París.
¿Cómo estás estas horas previas a empezar los Juegos?
Siempre hay una primera vez. Ya no solo por la experiencia, sino por cómo lo vives tú. La primera vez lo miras todo como 'guay, estos son unos Juegos, y te encuentras con la gente que no es de atletismo solo'. Es como esa primera excursión cuando sales con el colegio de excursión, o esa primera Diamond League. Ahora ya llego, saludo a la gente, estás más tranquilo, más concentrado en la competición. Pero bueno, es ilusionante, pero de otra manera. No es todo tan apabullante.
¿Ese poso te hace afrontar la competición con más tranquilidad, con otra mentalidad?
Muy bien porque creo que durante toda la temporada siempre tenemos ahí la tensión de al final somos cinco, o casi seis porque Marianono tenía la mínima, pero siempre tiene la tensión de decir 'jolín, tengo que competir contra mis compañeros primero para ganarme la plaza'. Con lo cual una vez que pasas eso es como cuando te quitas una china del zapato. Ya te relajas un poco y puedes empezar a trabajar.
Además nosotros preparamos la temporada así, llegó el Campeón de España no al 100%, sino a un 80, un 85 y siempre en este mes que nos queda le damos un toquecito más. Competí en Luxemburgo, hice 2.17, que es marca personal mía, y llego bien, muy contento, con sensaciones buenísimas. Tengo ganas de ver qué puede pasar aquí, porque además vengo con una marca que creo que no corresponde con la que tengo. No me han dejado entrar ni en París ni en Mónaco, entonces… a dar la sorpresa.
Eso de cabeza, ¿y de piernas?
Es que lo que te digo, nosotros trabajamos mucho el volumen en los meses previos y ahora quitas ese volumen y tal y notas, buff, eso que vas cogiendo el ritmo. Al europeo, por ejemplo, fui con una competición y luego he hecho dos y el Campeonato de España. Es lo que necesitaba. Cuando termine el Campeonato de España dije, 'dios, qué bien. Ahora tres semanitas para trabajar como a mí me gusta'.
¿Dónde te ves después de la carrera?
No lo sé, eso no te lo puedo decir. Eso no lo sé. Mira los 1500 como han sido. Hay gente que yo creía que iba a ser medalla y que casi no pasa la repesca. No sabría qué decirte. Va a haber que competir, que para eso vinimos aquí. Si fuera por las marcas mandarían las medallas a casa y no estaríamos aquí.
"Vengo con una marca que creo que no corresponde con la que tengo. No me han dejado entrar ni en París ni en Mónaco, entonces… a dar la sorpresa.
¿Y qué haces aquí?
Lo que busco es hacerlo bien. Es decir, si yo hago 1:43:00 y me voy en primera ronda ¿tengo que estar triste? Yo quiero tener una buena competición, ser inteligente, tomar buenas decisiones y, sobre todo, aprovechar el estado de forma que tenemos, que al final son 10 meses trabajando durísimo y no quiero estropearlo en 'voy encerrado', 'no me salgo aquí', 'me pongo nervioso'... No, hay que estar tranquilos, hacer lo mío, mis parciales y que son dos vueltas igual que siempre.
¿Cómo tiene que ser la carrera perfecta para el mejor resultado de Adrián Ben?
La carrera perfecta no existe, son los atletas los que la idealizan. La carrera perfecta es en la que tú te encuentras bien, en la que tú eres capaz de tener fuerza en esos últimos 100 metros. Hay veces que las carreras te piden pasar a 50 y hay veces que las carreras pasas a 52, como en la final de Budapest. Hay que intentar estar lo mejor colocado posible y llevar el mejor ritmo posible sin explotar, sin que eso te merme. Porque de nada de servir primero si los últimos 100 metros no puedes más. Hay que hacer una ecuación matemática entre posición y tal, pero evidentemente hay que estar lo más adelante posible para optar a todo.
¿Qué nombres ves como grandes rivales?
Todos [Risas]. Si yo vengo con la marca 24. Yo no he corrido ninguna de las dos buenas carreras que ha habido este año que han sido en París y Mónaco, pero es que aquí corre hasta el apuntador. Puede haber gente de 1:45 que de repente te haga 1:44.0 porque llevamos casi un mes sin competiciones y no sabemos cómo está nadie. Pero a lo mejor hay gente que tiene 1:42 y a lo mejor llega pasado ahora mismo. No sabría qué decirte, hay que ver las primeras rondas y luego ya son dos carreras, incluso tres.
Hablabas antes del 1.500. ¿Lo tienes en tus planes de futuro?
Sí, claro.
¿Y cuando?
No lo sé, la verdad. Yo creo que de cara a pista cubierta el año que viene sí que a lo mejor me centro más en el 1500. Pero al aire libre, es la prueba la que elige al corredor. Mira, yo me veía finalista olímpico, medallista olímpico en 1500 y al final lo he sido en 800. Con lo cual yo sí que esta temporada y nuestra manera de trabajar apunta a ello. Y además creo que la clasificación que hay ahora mismo me beneficia. Son carreras a 2:25, 2:26 las más rápidas y acabar en 1:10 o 1:09 y eso es lo mío. Lo hablaba con Moha, "esto es lo nuestro". Este ritmo beneficia a los de 800 no a los de 5000, que si sales a 3:30 beneficia a la gente que tiene ritmo crucero. En cambio si tú sales a 2:25 o 2:26 a mí me estás dando un aire de un último 500, que es para lo que vengo preparado.
¿Y cómo ves la salud del 1.500 español?
Yo la veo bien. Ojalá estar siempre igual y que todo fuera maravilloso. Entonces serían el resto de selecciones los que preguntarían a sus atletas que qué está pasando. Es decir, siempre se queda alguien fuera y siempre pasa alguien en todos los campeonatos. Que esto es muy difícil, que estos son los Juegos Olímpicos, que aquí corre todo el mundo. Y hay gente que lo ha preparado mejor y hay gente que ha tenido más problemas. Yo no vivo en casa de todo el mundo para poder saber
Mira, me preocupaba Mario, que decía, "es que he hecho lo que otras veces y no he conseguido el estado de forma que quería y no he cambiado nada". El cuerpo es tan diferente que yo creo que no hace justicia ni a lo buenos que son ni a nada. Pero repito, son unos Juegos Olímpicos y no se puede faltar el respeto a ningún rival. Aquí corre todo el mundo.
¿Qué hay de diferente en tu maleta con respecto a la de Tokio?
Mucha experiencia. Al final yo a Tokio llegué siendo casi mi primer año de 800. Venía de ser finalista en el Mundial, pero me quedé eliminado del Mundial Sub-23 en julio y tuve un mes para preparar el 800. Y luego 2020 con el COVID, confinamiento, me lesiono y demás y solamente tuve 2021 para prepararlo. Entonces era como, ´'yo vengo aquí, a ver si paso'. No, no, yo ya vengo ahora sabiendo quién es cada uno, cuáles son mis parciales y sabiendo qué he mejorado. Por tanto traigo, sobre todo, experiencia, que creo que es un grado, y más en estos campeonatos.
¿Y la experiencia olímpica, el hecho de vivir en la Villa y con público, algo que en Tokio no vivisteis?
Eso creo que va a ser brutal. Es lo que están comentando todos mis compañeros, que que salen a la pista en primera ronda y ven 80.000 personas y dicen que es impresionante. Yo en Doha corrí una final que no corría nadie desde 1991, cuando lo hizo Tomás de Teresa, y no había nadie. Luego vino la pandemia, llegamos a la final olímpica de los Juegos de Tokio, que ningún español había corrido, y no había público. No me podía creer el haber llegado a dos finales y no poder disfrutar como por ejemplo en Londres 2017, que fue impresionante. No me lo podía creer.
El año pasado ya en Budapest con 65.000 personas, se me ponía la piel de gallina y me dije, en los Juegos lo quiero repetir sí o sí.
Eso es más gasolina en las piernas.
Además con mi familia y todo en la grada, ojalá. Es que el deporte es muy injusto. El año pasado quedo cuarto mejor, mejoró mi posición de los Juegos, mejoro mi posición de Doha y te vas diciendo lo cerca está de las medallas, ¿no? Al final siempre queremos más, siempre somos muy ambiciosos, pero lo valoras con el tiempo. Pero poder celebrar una medalla o estar contento con lo que yo haga y tener a mi familia aquí, siempre es un plus.
"Me preguntaban, "¿tú firmarías la final de los Juegos?" No, yo ya he estado en una final de los Juegos. ¿Qué sería la hostia estar en la final? Vamos, sería increíble"
¿Cómo hacemos para rebajar las expectativas y poner en valor lo que lográis más allá de las medallas?
Son diferentes opiniones. Siempre las respeto, pero hay veces que las comparto y otras muchas no las comparto. La gente que saca medalla es normal que tenga la atención, pero bueno a mí me gusta apoyar a mis compañeros cuando no lo consiguen, porque soy deportista, porque sé lo que conlleva.
Mira, llegas aquí y los tres chicos del 1500 se van a casa. Ostras, que hay muchísimo trabajo detrás. Muchísimo, muchísimo. Y yo cuando pasan esas cosas es lo primero que pienso, que han estado estas cinco semanas trabajando tanto como yo o más y se han ido a la primera, pero es que esto es el deporte.
A mi me gustaría quedarme feliz por haberlo dado todo y decir, 'he venido aquí y lo he luchado'. Ya la preparación ha sido un reto, pero quiero hacerlo bien, quiero mejorar mis cosas y seguir disfrutando. Con eso es con lo que me quedo.
Dices que el objetivo es hacerlo bien y quedar satisfecho, pero no me creo que no pienses en las medallas.
Sí, claro. Me preguntaban, "¿tú firmarías la final de los Juegos?" No, yo ya he estado en una final de los Juegos. ¿Qué sería la hostia estar en la final? Vamos, sería increíble. Y más con el nivel que hay cada vez, porque creo que es bastante más difícil este año que hace tres años. Pero si el ser humano se hubiese quedado con lo que ya tenía creo que no estaríamos donde estamos.
Es normal ser ambicioso, pero tampoco quiero que me ciegue. Vamos a ir paso a paso, vengo con la marca veinte y pico y ahora además pasan 18 de 48. Va a ser complicadísima la primera ronda. Si la pasamos ya en semifinales será otra cosa. Si no, intentaremos luchar la repesca. Y si podemos llegar a la final, pues lo que te decía, ya no es como en Tokio en plan, 'uf, a ver qué pasa'. Yo ya sé cuáles son mis bazas, ya conozco a todo el mundo, ya he corrido en muchas carreras de 800 y sería como dar las gracias por que me dejaran esa oportunidad.
Piensa en esos dos, tres segundos antes de tomar la salida. ¿Qué hay en tu cabeza en ese momento?
Estoy muy concentrado. Muchos atletas piensan que estoy enfadado. Me pasa con los que no me conocen. Como en el Campeonato de España, que todo el mundo estaba en plan 'buena suerte', 'suerte', y yo estoy a lo mío y parece como si estuviera enfadado. No me gusta ni que me hablen. Yo estoy enfocado en mi salida, mis pasos, mi 100. Intento entrar en un bucle de concentración del que es muy difícil sacarme.