Jon Rahm en el Masters de Augusta: sangre, sudor y lágrimas
El español llega al primer Major del año como uno de los favoritos tras rozar el título en más de una ocasión.

Confiado, tranquilo y responsabilizado. Jon Rahm llega esta semana a Georgia como uno de los favoritos a llevarse el Masters de Augusta y convertirse en el cuarto español que se enfunda la chaqueta verde tras Seve Ballesteros, José María Olazábal y Sergio García, que la consiguió en el año que el de Barrika debutó en el icónico campo estadounidense. La relación del actual número 3 del ranking con el torneo ha sido muy estrecha desde entonces, con lágrimas incluidas y más de un disgusto.
Tras saltar al profesionalismo en 2016 siendo uno de los mejores amateurs del planeta, Rahm no tardó en ganarse una plaza para el primer Major del año, ese que siempre hace especial ilusión conquistar. Y su primera participación en Augusta National fue notable, con un más que digno 27º puesto final tras cuatro días repletos de emociones. En la última jornada estuvo lastrado por un virus e incluso estuvo a punto de desmayarse, como él mismo reconoció tras su última vuelta, que terminó entre lágrimas.
Aquello no hizo más que alimentar su deseo de firmar grandes actuaciones en el campo que construyeron Clifford Roberts y Bobby Jones en los años 30. Fue en 2018 cuando comenzó su idilio con el torneo, en el que consiguió firmar cuatro ediciones consecutivas entre los diez primeros, aunque siempre quedándose a las puertas del triunfo.

Precisamente en Augusta fue forjando su relación con Tiger Woods hasta el punto en el que ambos se admiran mutuamente en la actualidad. Sin embargo, el de Barrika comentó el año pasado una anécdota que tuvo en 2019 con el mejor jugador de la historia del golf. "Recuerdo haberle preguntado en East Lake el año que ganó, durante la ronda de práctica, sobre algún consejo para una zona del campo, y él se dio la vuelta y dijo: "Todo se trata de sentir", y siguió adelante. Yo estaba como "genial, gracias".
Un golpe maestro
Uno de sus momentos más recordados en Augusta llegó en 2020, aunque no durante el torneo, sino en las jornadas previas. El de Barrika, durante el reconocimiento del campo, consiguió un hoyo en uno en el 16, aunque lo hizo de una manera muy poco convencional. En lugar de mover la pelota por el aire y embocarla de manera directa optó porque fuera dando botes por el agua antes de recorrer el green y entrar mansamente en el hoyo. Aquel golpe dio la vuelta al mundo.
His second in two days, Jon Rahm skips his way to a hole-in-one at No. 16 - on his birthday, no less. #themasters pic.twitter.com/rtefAN5XtH
— The Masters (@TheMasters) November 10, 2020
El de 2022 fue su peor Masters de Augusta desde su debut, con una más que discreta 27ª posición final tras tres días iniciales en los que no logró bajar del par del campo. Empeoró, además, su puntuación de 2017 por un golpe. El buen sabor de boca para él fue que pudo completar la última jornada al lado de Tiger Woods. "Jugar con Tiger un domingo, aunque no se esté en disposición de ganar, ha sido muy emocionante por cómo estaba con el público todo el día… y gracias a Dios hemos podido terminar bien", apuntó el español al término del torneo.
En esta ocasión, en la que estarán presentes los jugadores del LIV Golf, Rahm parte como uno de los grandes favoritos junto a Scottie Scheffler y Rory McIlroy. El de Barrika ya se ha llevado tres títulos en 2023 y siempre ha manifestado que su principal objetivo para este año es conseguir su segundo Major, ¿y qué mejor lugar que en Augusta?