GOLF

Tres hoyos dramáticos frenan a un Jon Rahm magistral que soñó con el triunfo en el PGA Championship

El triunfo final fue para Scottie Scheffler, número 1 del mundo. El vasco perdió sus opciones en los últimos tres hoyos.

Jon Rahm, durante el último día del torneo./GETTY
Jon Rahm, durante el último día del torneo. GETTY
Óscar Méndez

Óscar Méndez

Jon Rahm se había dado una oportunidad en el PGA Championship este sábado. Tras una gran jornada, el vasco se situaba a cinco golpes del líder, Scottie Scheffler, con 18 hoyos por delante. Y pese a lo complicada que era su misión, tuvo oportunidades de conseguir el tercer Major de su carrera, que finalmente se adjudicó el número 1 del mundo. Aunque para llegar a este desenlace, pasaron muchas cosas.

Quail Hollow no perdona y el de Barrika lo sabía. Era importante no cometer errores, ir salvando las banderas y aprovechar las pocas oportunidades que te ofrece el campo de Carolina del Norte. Así lo fue haciendo hasta casi la mitad del recorrido y en el momento en el que Scheffler mostró dudas, él se lanzó a la yugular para llegar incluso a ser colider.

Tres birdies en cuatro hoyos (ocho, diez y once) le llevaron al liderato compartido. El número 1 del mundo no estaba tan fino como el día anterior y Rahm sí parecía en la misma línea. Aunque todo comenzó a venirse un poco abajo cuando no pudo aprovechar dos oportunidades de birdie en los hoyos 14 y 15, dos de los más 'sencillos' del recorrido. Por delante quedaba la milla de oro.

Las últimas tres banderas son un infierno y para muchos, las más complicadas de todo el circuito de la PGA. Ahí es una lotería. Si lo haces bien y tu oponente no está fino, puedes recuperar cuatro golpes en un abrir y cerrar de ojos. Pero lo normal es que ahí las fuerzas se igualen por abajo. Rahm no estuvo especialmente acertado en esa zona del campo y se dejó sus aspiraciones a la victoria.

Además, el frenazo en seco a los birdies del vasco se sumó el crecimiento de un Scheffler que poco a poco fue poniendo negativos en su tarjeta para ampliar su ventaja respecto a Rahm. Por detrás, DeChambeau, Poston y Fitzpatrick no amenazaban a ninguno de los dos. Y en el hoyo 16 se acabó la pelea que estaba planteando el de Barrika con su primer bogey de la jornada. En el 17 y 18 incluso mandó su pelota al agua al arriesgar ya a la desesperada.

Con este triunfo, Scheffler suma su tercer Major y el primero que no es el Masters de Augusta, además de demostrar por qué lleva tantas semanas siendo el indiscutible número 1 del mundo. Para Rahm es la demostración de que pese a estar en el LIV Golf, sigue siendo competitivo ante los grandes. En un mes, nueva oportunidad en el US Open.