Rafa Cabrera pasa del cielo al infierno en el Open de España

El canario Rafa Cabrera Bello no ha jugado su mejor golf en Madrid esta semana. El vigente campeón del Open de España no podrá revalidar el título conseguido en 2021 tras firmas dos discretas primeras jornadas en el Club de Campo Villa de Madrid. Este viernes, el golfista arregló su +3 del jueves con una vuelta de dos golpes bajo el par, insuficiente para superar al par y luchar por llevarse el trofeo a casa.

En la víspera del torneo, Cabrera aseguró llegar "con una sonrisa", situación muy distinta a la vivida hace doce meses, cuando el canario desembarcó en Madrid en mitad de una crisis de juego y resultados que le acompañó durante demasiados meses. "Llego con una sonrisa muy grande, porque defender el título siempre es muy especial y más en un campo que me gusta tanto. Por amigos, familia y el público de Madrid, con permiso de todos los compañeros, voy a ponérselo lo más difícil posible a mis rivales", avisaba el martes.

Pero la sonrisa se transformó en descontento. Porque en ningún momento de los primeros 36 hoyos del torneo se ha sentido cómodo. En total, cinco birdies -los mismos que hizo Jon Rahm en sus primeros nueve hoyos del jueves-, cuatro bogeys y un doble bogey que le condenan a ver el fin de semana desde casa.

"El año pasado me notaba más perdido, no terminaba de encontrar las buenas sensaciones, y no entiendo cómo pude encontrar esa pizca de magia y recuperar la confianza que tanto necesitaba para poder llevarme el trofeo. Ahora llego en condiciones excelentes y me considero mucho más preparado que lo que estaba el año pasado". Unas palabras de Cabrera en la previa que chocan con lo visto sobre el césped del Club de Campo. El golf, eso sí, no es deporte matemático y los estados de forma poco entienden de resultados. 

El que sí ha encontrado su camino en Madrid es el inglés Tommy Fleetwood, que a base de golpes seguros se ha puesto con -3 en la clasificación, lejos de los hombres de cabeza pero asegurando su presencia el fin de semana. Y lo ha hecho gracias a coger calles desde el tee y no tener grandes fallos. El único, en su último hoyo del jueves, donde firmó su único bogey del torneo.

Mejor le han ido las cosas a Jon Rahm este viernes, aunque su inicio fue bastante diferente al del día anterior. El de Barrika se plantó en el hoyo 11 con un discreto +1 en su tarjeta parcial. Sin embargo, un birdie en el 12 lo cambió todo y finalmente cerró el día con un -10 total que le deja en quinta posición a dos golpes de los líderes, Waring y Gallacher. El que confirmó su mal torneo fue Adrián Arnaus, rival de Cabrera hace un año por el título y que en esta ocasión se va a las primeras de cambio con un +8 total.