Gonzalo deja de estar "tieso" para acercar a Arbeloa al título que más quiere

El Juvenil A del Real Madrid que dirige Álvaro Arbeloa sigue vivo en la competición más codiciada. Una victoria por 2-0 ante un correoso pero prácticamente inofensivo Leipzig sirvió para llegar a los cuartos de final, última fase antes de la ansiada Final Four. En un equipo en el que el técnico concentró casi todo el talento que tiene en su plantilla, los 'mayores', es decir, los tres 2004 que bajaron del Castilla, marcaron la diferencia: Manuel Ángel, César Palacios y Gonzalo.

Entre los tres fabricaron la jugada del único tanto del partido. El primero la inicio y el segundo, con un gesto de pura clase y un gran pase, la aclaró. Después, Gonzalo, tras una carrera inalcanzable para el central, definió con calma. Cada gol que suma aumenta la confianza de un delantero que empezó la temporada efervescente, con llamadas del primer equipo y debut en LaLiga -contra el Cádiz-, pero al que la cantidad de partidos y el poco descanso le ha hecho mella.

En la segunda parte dejó una de las acciones del encuentro. Un caño en banda para torear a un rival y una asistencia que Palacios no pudo definir por la buena reacción rival. Levantó un "oooh" generalizado de toda la grada, incluido el de sus compañeros de equipo sin convocar, sentados cerca de donde se produjo la acción.

Nadie en Valdebebas ha perdido la confianza en él. Al contrario. Para Raúl sigue siendo un fijo y Arbeloa va a tirar de él cada vez que pueda en Youth League. Ahora que Nico no puede bajar -ha jugado tres partidos con el primer equipo en esta Champions-, Gonzalo se convierte en su líder ofensivo. Un futbolista capital para conquistar el único título que le falta en su palmarés con el primer juvenil blanco. Como detalle, el salmantino le da mucha caña. En alguna ocasión, incluso en sus mejores momentos le ha 'cogido por banda' en Valdebebas para que no se relaje.

Quien lo exprime en su día a día es Raúl. Lo ha jugado prácticamente todo en Primera Federación: 27 partidos de 30 posibles. El pasado sábado, tras una mala racha de cara a puerta en liga de casi cuatro meses, volvió a marcar -y a asistir- contra el Real Murcia. Se quitó un peso de encima, algo que celebra el cuerpo técnico. Acabar bien la temporada pasa por un Gonzalo en el mejor estado de forma posible.

No han sido meses fáciles para él. A pesar de la confianza, no ha podido darle al equipo lo que le gustaría, sobre todo en lo que a goles se refiere. Está justificado: apenas ha disfrutado de vacaciones después de que la temporada pasada acabase el 25 de junio y comenzase la pretemporada el 10 de julio. Todo con cambio de categoría incluido y ascensos al primer equipo que suman carga. "Estoy tieso", reconocía en privado a algún trabajador de Valdebebas hace unos meses. A otros futbolistas como Nico Paz o Álvaro les ha pasado lo mismo.

Ahora empiezan meses muy importantes, con todo en juego para Castilla y juvenil. Ambos cuentan con Gonzalo, a quien los últimos dos goles le lanzan de nuevo en órbita. Su figura, que se ha alejado de los focos recientemente, se acrecienta con dos grandes partidos. En su mano y en la de sus entrenadores está ahora prolongar esta racha, por el bien de La Fábrica.