Yeremay Hernández, el 'niño' de moda que se crio en el barrio más difícil de Las Palmas: "Estaba muy protegido, el fútbol era su vía de escape"
El talento callejero más internacional de Segunda se pulió en uno de los barrios más humildes y divisivos de España.

Desempolvar el balón y olvidarse de lo demás. Las calles no olvidan el talento de Yeremay Hernández Cubas (El Polvorín, Gran Canaria, 2002). Ya en diciembre, con motivo de su 22 cumpleaños, una pancarta kilométrica sobresalía de uno de los edificios de su suelo natal, por la Carretera de Mata. Vecinos y amigos sonreían delante de la estampa más idolatrada del barrio. Había nacido la estrella más especial, renovada de ilusiones con el Deportivo de la Coruña, internacional Sub-21, más "10" que nunca y deseada por media Europa, como el Chelsea, el Como 1907 y el Nápoles.
Pero para aterrizar en la élite, los primeros pasos y las primeras enseñanzas se reparten en casa. Trabajo, formación y tener el toque de suerte necesario en la vida y en las relaciones personales, claves. Deportivamente, entrar en la cantera de la UD Las Palmas era el primer mandamiento y sucedió desde los 8 hasta sus 12 años. El segundo, acceder a las cadenas del Real Madrid, salto que plasmó en 2015, en Valdebebas. Duró dos campañas, hasta que Albert Gil, su primer mentor en el Deportivo de la Coruña y quien atendió a Relevo en octubre, tocó su puerta en 2017.
"No vamos a descubrir lo que significa criarse en El Polvorín. Es un barrio muy humilde, que para nada quiere decir que esté lleno de gente negativa y buscapleitos, pero cualquiera que sea de Canarias, sabe que normalmente aquí cuesta crecer personal y profesionalmente sin caer en malas influencias y malas amistades. A Yere le adoran, le aprecian, le quieren, le valoran. Es un referente", admiten desde el propio paraje insular.

Sobre su personalidad, desde pequeño "Yeremay era un niño introvertido, pasaba mucho tiempo en la calle y en las canchas de Las Rehoyas con la UD Almenara, su primer club, su infancia. Compartía muchos momentos con niños mayores que él, eso le hacía más competitivo. Estaba muy protegido por sus amigos, que tampoco tenía muchos, y vecinos, quienes le sacaban de cualquier conflicto. Afortunadamente ha estado aislado de esa negatividad, porque además su vía de escape siempre era el fútbol. Le venían a buscar a su casa y él solo quería abrazar el balón con los pies, era innato en él", añaden.
El jugón de 1,69 metros de altura cuenta con cinco hermanos "y su madre Vanessa, desde los inicios, ha sido la impulsora de que tenga un plato de comida. Ella ha estado al pie del cañón, al igual que su abuela Angelita y su tía abuela Teresa. Vivía con ellas tres. Teresa era quien le acompañaba a cada entreno", destaca el círculo más estrecho del jugador. "El chico, en Madrid, estudió en un muy buen colegio, aunque los estudios nunca fueron su fuerte. Ya en el Dépor trabajó desde el principio, codo con codo, con Elkin Andrés Flórez Domínguez, un profesional increíble, director de la residencia, y quien le ayudó en todas las cuestiones extradeportivas. Tenía trato diario con él y un control exhaustivo. Le hizo crecer como persona, a madurar de verdad", señalan.

La anécdota con Las Palmas y la oferta que no existe
Antes de firmar por el Deportivo, a los 14 años llamó la UD Las Palmas, que quería a toda costa a Yeremay. Manuel Rodríguez Tonono, director de captación y formación de la cantera amarilla, convocó en el Estadio de Gran Canaria a Abián Morano, representante del joven. Allí le presentaron una propuesta y Tonono le comentó textualmente "en 24 horas te contesto y te digo si acepto". La realidad: pasaron los días y no hubo respuesta. El resto es historia blanquiazul.
En 2025, la cúpula de la UD Las Palmas -en concreto Patricio Viñayo, Director General- admitía públicamente el interés por Yeremay, "pero si te soy sincero, a mí Miguel Ángel Ramírez nunca me ha llamado, tampoco ahora. Siéndote transparente, a 27 de enero de 2025, no hay ninguna oferta formal del club canario por mi jugador y dudo que pueda competir con el resto", desvela el agente para Relevo.
La brillantez de su actualidad y el interés internacional en números
Ocho goles, tres asistencias -en lo que va de temporada- y el compromiso de continuar mínimo hasta verano. Ni los 15 millones del grupo BluCo liderado por el Chelsea, ni los 12 millones del Como 1907, ni los 10 "kilos" del Nápoles, el último en sumarse a la puja según ha podido saber Relevo, han sacado física y emocionalmente a Yeremay, este enero, del Deportivo de la Coruña de Óscar Gilsanz.
"Es muy feliz en su casa blanquiazul. Lleva desde los 15 años en Galicia y si se ha quedado es porque ama al Dépor y, también, porque hemos estudiado todas las propuestas y la mejor es quedarse. Nada de tomar decisiones precipitadas", matiza Abián.
El protagonista firmó oficialmente hasta 2030 "y siempre presumirá de su sana relación. Nunca ha forzado ni piensa forzar su salida. Siempre escuchará a su club, nada de irse por la puerta de atrás, ni sin sellar su objetivo primario: ser feliz y disfrutar de lo que le da de comer", confirman a Relevo fuentes internas del conjunto gallego.
Después de anunciar el sí quiero gallego con el slogan "el campo es verde, la pelota redonda y mi corazón blanquiazul", su cláusula de rescisión subió a los 30M. Ya piensan en él como el líder de la permanencia de un grupo huérfano tras la salida de Lucas Pérez, con 28 puntos eso sí, a +4 de la zona roja.
Otros talentos de barrio en Canarias
Sandro Ramírez, Jonathan Viera, Jesé Rodríguez y Vitolo Machín encabezan el ranking moderno, a nivel nacional, de los futbolistas emergentes de La Feria, de las calles. Saben lo que es currar desde la base y llegar a la élite con paciencia, tesón y calidad. Mucha calidad.
Con 22 años, Yeremay se posiciona como otro de los diamantes en bruto de barrio, y como el gran activo y atractivo del fútbol español del próximo mercado veraniego. "Quien le quiera, que pague la cláusula. Normalmente, es en esa época cuando los clubes doblan, incluso triplican sus partidas económicas, sus ofertas", entona Abián, quien además de ser su representante, ejerce de esa figura paterna "que tanto le ha faltado" al jugador más orgulloso de ser y nacer en El Polvorín.