Vicente Guaita se sincera sobre Benítez y el cambio con Giráldez: "Todos somos buenos hasta que no lo somos"

Vicente Guaita (Torrent, 1987) volvió a defender la portería del Celta el pasado domingo en Balaídos ante el Valladolid en el triunfo de los de Giráldez por 3 goles a 1. En su ausencia en las primeras cuatro jornadas del campeonato por una dolencia en el hombro derecho que arrastraba desde el final de la pasada temporada, el conjunto gallego se había convertido en el segundo equipo más goleado de LaLiga con nueve tantos, sólo uno menos que el Valladolid. "El fútbol está cambiando. Hay muchos más goles, mucho más espectáculo", despeja el guardameta valenciano, feliz de su regreso bajo palos tras una lesión que se alargó más de lo que esperaba.

"Es como el año pasado, cuando vine aquí venía sin entrenar, estuve entrenando en el gimnasio prácticamente y me perdí creo que fueron seis, siete, ocho partidos hasta que debuté con el Celta", compara el portero del conjunto vigués y ex de Valencia, Getafe y Crystal Palace respecto a la campaña pasada. También lo hace entre el entrenador de un año y otro, entre Rafa Benítez y Claudio Giráldez. "A Benítez le dieron todas las armas posibles para hacer al Celta que él creía. Creo que él ha tenido su tiempo" y "todos somos buenos hasta que no lo somos" son algunas de las reflexiones de Guaita, que no esconde que le habría gustado desarrollar toda su carrera futbolística en el Valencia, donde se formó y vivió "turbulencias" varias.

Después de tanto tiempo, después del último partido contra el Granada, contento de volver otra vez a jugar, que han pasado las vacaciones, la pretemporada y cuatro partidos. Cuando estaba fuera ayudaba en todo lo que podía a la gente de alrededor del equipo y es importante cuando se puede volver a ayudar en el campo. Y contento sobre todo porque volvemos a sumar: tres puntos, vuelvo a jugar, he cambiado de número, llevo el '13', que el año pasado tenía el '25', y a seguir sumando minutos. Lo principal es que el Celta esté en LaLiga otro año más y conforme vaya pasando la temporada se verá dónde podemos estar.

Es una lesión que vengo arrastrando del año pasado. En el último partido que jugué con el equipo, contra el Granada, tuve una molestia en la primera parte, pero terminé el partido con buenas sensaciones y no pensaba que iba a ser tan larga la lesión.

Descansé en el último partido porque ya en teoría teníamos los deberes hechos y esa semana no entrené, me molestaba mucho el hombro y evité el entrenar, el caer… Y pensaba que en verano iba a recuperarla. He estado tratándola en vacaciones, pero cuando llegué aquí la primera semana, al segundo o tercer día empecé otra vez a notar dolor. Un dolor que lo que no quería era tenerlo durante toda la temporada.

La tercera semana hicimos una resonancia del hombro y se vio que estaban bastante fastidiadas algunas zonas, que había que tratarlas, dejarlas en reposo. Lo hicimos y como estuve tanto tiempo trabajando fuera, cuando entrené con el equipo tuve una sobrecarga en el gemelo. He tenido un poquito de contratiempos de volver otra vez a la preparación. Ya llevo semanas que me encuentro bien, cogiendo ritmo, que era lo importante, y estaba preparado para cuando el míster decidiera, estar disponible para ayudar al equipo en el campo.

Cuando llevas ya tiempo en el fútbol no creas esa desconfianza. Cuando eres joven puedes tener esa desconfianza de 'ostras, si pierdo partidos, el míster puede poner al otro compañero, que para eso está'. Yo tengo confianza en mí, lo que quería era estar bien, porque estando bien sé que cuando tenga la oportunidad voy a ayudar al equipo. La idea era ésa, no estar con molestias durante la temporada, que al final es muy larga.

Es como el año pasado, cuando vine aquí venía sin entrenar, estuve entrenando en el gimnasio prácticamente y me perdí creo que fueron seis, siete, ocho partidos hasta que debuté con el Celta.

Bueno, yo creo que el fútbol está cambiando. Creo que hay muchos más goles, hay mucho más espectáculo en el fútbol. Conforme van pasando las semanas claro que hay que mejorar: a nivel defensivo, a nivel ofensivo y en todas las posiciones, porque cuantos más puntos o más victorias consigas, mucho más arriba vas a estar, y para conseguir esas victorias debes tener la portería a cero o intentar que te marquen los menos goles posibles.

Es verdad que no estuvimos bien al principio de la temporada, hubo muchos altibajos. Nos pasaron muchas cosas durante el año y al final cambiamos de entrenador, vino Claudio y el equipo cambió con la posesión del balón, a nivel de solidez también, al conseguir puntos. Nos vino muy bien para poder estar otro año más en Primera división.

Cuando empiezas una temporada siempre hay mucha ilusión o mucha esperanza de que se puedan conseguir muchas cosas, pero conforme van pasando las jornadas se va viendo dónde vas a estar. Sí que había mucha esperanza en que era el año del centenario, muchos clubes en los años del centenario han hecho grandes cosas, pero durante el año van pasando cosas que son imprevistos, que lo único que tienes que hacer es cogerlos y tirar hacia adelante. Creo que el club se sobrepuso a todo y sacó la temporada hacia adelante a lo mejor con la desilusión del año del centenario, pero donde tenemos que ver la realidad, que hay equipos que están por encima de nosotros y nosotros tenemos que luchar para poder estar con esos equipos.

No. Yo creo que al final aprendimos todos que tenemos que seguir mejorando. No se hicieron las cosas bien con él y lo que tenemos que hacer al final es la autocrítica, que era lo más importante en ese momento de que no sólo el entrenador tiene la culpa, también los jugadores. Al final todo tiene que ser un equipo, tanto el entrenador como los jugadores. Había una crítica; esa crítica tiene que ser una crítica constructiva y no una crítica para señalar a ninguno.

La crítica nuestra era que no conseguíamos tener una regularidad dentro del campo. Sí que hacíamos cosas muy bien, pero se nos iban los partidos en momentos puntuales y teníamos que ser críticos porque se nos escapaban los puntos y cada jornada que pasaba no era dar un poquito más como se decía o como se quería ver, era estar cada uno en su zona o en su parte del campo lo mejor posible para poder conseguir puntos.

Bueno, él cuando ha estado aquí yo creo que, para mí, le dieron todas las armas posibles para poder hacer al Celta que creía o lo que él consideraba para que fuera un club grande. Y se vio que con el tiempo en esa dirección (resopla) iba habiendo cambios. Yo creo que él ha tenido su tiempo. Me imagino que él habrá hablado muchas cosas con los directivos, con la presidenta, con el Consejo, y habrá hecho cosas buenas y cosas para seguir mejorando. Es un club que mira mucho por la cantera, que Claudio tenía más controlados a jugadores a lo mejor que Rafa, porque Rafa venía de fuera, pero si hubo estos cambios sería por algo también.

Sí que es verdad que él lleva años fuera de España, pero es un entrenador que controla a nivel de fútbol de todos los países. Tú hablabas con Rafa y te podía decir en Francia, en España, en Bélgica, de cualquier jugador, porque es un entrenador que le gusta el fútbol, pero los conceptos al final en Inglaterra como en España han cambiado mucho, sobre todo a nivel de presupuestos. Tú tienes que jugar con un presupuesto y en Inglaterra a lo mejor puedes tener un poquito más de mano.

Teniendo ese presupuesto también tienes que saber que tienes que tirar de la cantera, que a lo mejor tú teniendo ese presupuesto no tiras tanto de la cantera porque puedes firmar un jugador ya hecho, y en la cantera se tienen que hacer esos jugadores, y cuando llegó Claudio él confiaba en jugadores de la cantera que cree que se pueden hacer grandes jugadores, o jugadores a nivel de Primera división, y fue la diferencia que hubo entre Rafa y el míster, que enseguida hubo cambios a nivel del once inicial.

(Se ríe). Bueno, es como todo, todos somos buenos hasta que no somos. Quieras o no cuando van las cosas bien todos estamos contentos pero cuando no estamos haciendo bien las cosas el primero que está ahí es el míster y todos lo conocemos y sabemos que no hemos hecho bien las cosas. Sí que es verdad que nosotros en otro punto lo podemos ver diferente, como que la semana que viene tenemos otro partido, pero el míster está pensando en el partido que hemos jugado y en el partido que se ha hecho, que al final no ha sido bueno, como por ejemplo los últimos que perdimos, y creo que hay que mejorar.

Lo bueno que tiene el míster es que es muy cercano y eso es importante también porque a día de hoy hay mucha gente joven, y la gente joven cuando yo empezaba llegar al primer equipo era difícil que tuvieras una conversación con los compañeros o con el míster, que pudiera estar cerca de ti, y a día de hoy ha cambiado eso mucho. Hay mucha gente que arropa mucho a la gente de la academia y eso es muy importante.

Con el míster hay una unión con todos los compañeros, puedes hablar con él como si estuvieras hablando con otro compañero más. Y cuando tienes que hacer las cosas serias, pues se hacen las cosas serias, y cuando hay diversión, pues hay diversión.

Me mandaron una preconvocatoria y estuve a punto de ir. No llegamos a ir pero sí que me hubiera gustado. Para cualquier profesional de cualquier deporte el tope puede ser lo de la selección, pero por circunstancias he tenido grandes porteros por delante, he estado siempre asomando la cabeza y no ha podido ser. Pero bueno, importante también que llevo muchos años a nivel profesional y eso se quedará para el recuerdo cuando termine, el poder decir que he jugado muchos partidos, que he estado muchos años a nivel profesional en la élite, y hay que seguir luchando.

Cuando estaba en el Crystal Palace. No me acuerdo si fue en el 2020 o 2021. Estaba Luis Enrique, creo, y estaba con Roberto Sánchez, David Raya y el otro creo que era Unai Simón, y al final fue Roberto Sánchez, que es cuando empezaba a jugar con el Brighton, que podía ir con la selección inglesa, y yo me quedé ahí otra vez (se ríe).

Grandes momentos, momentos bonitos y el último año, un poquito desilusionado por salir como salí. Me hubiera gustado terminar bien, me quedaban años de contrato y me ofrecían más años de contrato, pero como le dije al club: 'Cuando yo vea que no puedo ayudar, no voy a estar aquí pasando el tiempo', y que pensaran que estás por dinero o porque vas a estar allí en el banquillo. Como vi que las cosas no iban a ser como en años anteriores se lo dije al club, fui honesto con el club: quería cambiar. Sí que es verdad que he pasado muchos momentos bonitos, que he tenido mucho calor de la afición, del club, y sólo puedo estar agradecido a todos esos años.

Por el míster. El club lo tenía claro, ellos me transmitían que yo era para ellos el primer portero, que querían que estuviera muchos años más allí, que terminara allí si pudiera mi carrera, pero yo creo que el míster miraba otras cosas y cuando se dio cuenta era tarde ya. Yo, como tenía las cosas claras, como me pasó también en Valencia, decidí salir. Creo que lo más importante es estar a gusto y si no estás a gusto, cambiar, porque luego el que tienes que jugar eres tú y si no estás contento y a gusto creo que las cosas no se hacen bien.

Pues no lo sé. Yo sé que estaba jugando el partido del Leicester, que es el primer partido que estuvo sentado en el banquillo, y terminé lesionado. En la media parte entré al vestuario con la lesión y le dije a los fisios que me pusieran calor, que iba a terminar el partido, que yo quería jugar. Venía de jugar 27 partidos y cuando volví me dijo que el equipo estaba ganando y que no podía cambiar a nadie. En mi caso también estaba un compañero que era importante y también estaba lesionado y cuando volvió él jugó y yo no jugué. Entonces, creía que no era importante para el equipo, fui al míster directamente y le dije que cuando terminara la temporada, que quedaban cinco partidos, que yo me iba a marchar del equipo, y así fue. Fui al club, se lo dije directamente al director deportivo, me dijo que me fuera de vacaciones, que no me preocupara, que estaba todo bien, y cuando volví seguía el mismo entrenador y como ya me lo había hecho el primer año que yo estuve, el segundo año también tuve otra cosa, decidí cortar y empezar de nuevo otro camino, otro reto nuevo, donde al final me encontrara a gusto, contento.

Yo creo que mi primer partido fue el más importante, cuando el equipo estaba casi en descenso. Debuté con el Crystal Palace contra el Leicester, hacía un frío espectacular, aire, lluvia, tenía de todo, y ganamos 1-0. Para mí fue el mejor partido porque entras con buen pie. Había una situación complicada y sacamos el partido hacia adelante y desde ahí empezamos a encadenar victorias seguidas. Después fuimos al City y le ganamos también 2 a 3, volvimos a casa y quedamos 0-0…

¿Sabes qué pasa? Que en Inglaterra a cualquier equipo le puedes ganar. Tienes un presupuesto tan alto que tienes grandes compañeros, son jugadores que podían jugar en equipos muy grandes. Entonces, jugabas contra el City y sabías que te podían ganar -porque al final tienen un equipazo, o el Liverpool-, pero sabías que si tú hacías buen partido, podías ganarle. No había tanta diferencia como pasa aquí, entonces era una victoria bonita, era una victoria para recordar el día de mañana, el poder decir 'ostras, pues en este campo hemos ganado, en este campo hemos conseguido una portería a cero, que es lo más bonito para el portero'. Y lo bonito de la Premier es que te dan chance a poder jugar contra los equipos grandes.

Sí, fue bonita también, con un poquito de todo. Sabía que cuando salía del Valencia iba a ser muy diferente de pelear por la Champions, por Europa o estar arriba en la clasificación a ir al Getafe. Teníamos un gran equipo el primer año, nos salvamos y el siguiente año en Navidades que jugué contra Valencia, creo que quedamos 2-2 en Mestalla, íbamos si no recuerdo mal sextos o séptimos, pero el presi vendió a dos jugadores que en teoría eran clave para nosotros dentro del campo y empezamos a encadenar derrotas, partidos de cero a cero, no marcábamos gol, y en la última jornada descendimos a Segunda división.

Luego me rompí el escafoide, que estuve dos meses para recuperarme, cuando volví estuve con Bordalás. El equipo iba ganando y no podía tocar nada, porque la verdad que era partido tras partido ganando, ganando, ganando. Y hasta el último tramo de Liga, que quedaban cuatro partidos para jugar el playoff, él me lo decía, que estuviera tranquilo. Yo la verdad que estaba muy tranquilo porque estaba muy a gusto. Y jugué los últimos cuatro partidos, salieron muy bien, y luego el playoff, salió mejor aún y ascendimos. Y el último año estuve muy a gusto en el Getafe, pero vino esta oportunidad. Tenía la ampliación del contrato con el Getafe, pero era también algo importante poder salir, que siempre he tenido esa espinita de poder ir a Inglaterra, y fuimos, fueron años bonitos y disfrutamos también de la Premier League.

A Bordalás ya lo conocemos. Sí que el primer año sorprendía mucho lo que quería él, teníamos que ver si podía ser ese equipo que él creía. Hay que ver lo que ha conseguido hasta el día de hoy con sus equipos, donde ha entrenado y con los jugadores tiene.

Él es así, dentro del vestuario habla así y lo mismo que se ve fuera es dentro. Él lo que demuestra cuando está en el banquillo es lo que quiere en los entrenamientos: quiere un jugador que, como se decía antes, si pasa el balón, no pasa el jugador. Sí que es verdad que se ha controlado mucho más lo que son las faltas, las cosas agresivas, pero creo que también eso es fútbol y él lo tiene muy bien estudiado. También es gracias a él lo que han conseguido sus equipos, porque es de mucho valor que con el Getafe o con el Valencia ha tenido al equipo arriba.

(Se ríe). Pues… otra más de él. Es un entrenador que también hay que entenderlo. No hay que ir en contra de ese fútbol, tenemos que estar abiertos a todo el fútbol, que todo sume. Creo que él está haciendo cosas, por eso está el Getafe donde está.

Creo que llevaba una línea ascendente muy buena, pasaron tantas cosas por el medio… Por ejemplo, con Llorente tenía la renovación casi, casi hecha y cuando entró Salvo se terminó todo, porque ya empezaron las turbulencias. No lo voy a comparar con el Crystal Palace, pero sí que es verdad que estaba disfrutando los primeros años mucho y de golpe y repente, de tener una renovación casi lista a querer irme del Valencia. Yo como canterano, como jugador del Valencia, me hubiera gustado poder haber hecho toda mi carrera deportiva en el Valencia. Después he tenido que ir a Getafe, a intentar ganarme el puesto, intentar en el Crystal Palace y aquí en el Celta.

Pero lo que te digo, hubo tantas turbulencias: el último año no me encontraba bien porque no entrenaba prácticamente casi nada y estaba más despistado, y al final esos malos partidos… Como había tenido esa experiencia es lo que no quería en el Crystal Palace. Me tuve que marchar porque lo que no quería era manchar esa imagen, como en el Valencia me pasó. Creo que hice grandes años y por el último año la imagen mía no fue bonita. Ojalá hubiera podido estar muchos más años y no haber tenido tantas cosas alrededor de lo que es el fútbol, que al final la gente sólo se queda con eso de los partidos, pero dentro hay muchas cosas que no salen y es lo triste para un canterano o un jugador de la casa.

Yo tenía mucho cariño de mucha gente de alrededor y querían que yo estuviera, y Alves creo que estuvo un año más o pocos años más. La idea de ellos es que hubiera estado muchos años más y al final no fue. Yo he seguido jugando, haciendo carrera deportiva y ¿por qué no haberla hecho allí en Valencia si se hubieran hecho bien las cosas? Yo intenté con mis agentes traer una oferta al club, ellos la rechazaron, ya se rompieron al final todas las comunicaciones por cosas. Es lo que estás diciendo tú, que entró Salvo, entró Peter Lim, entró la gente de alrededor, entonces lo mejor era marchar y poder salir.

También luego se habló de que yo en el Getafe había dicho que el Valencia no cobrara nada, cuando es todo mentira. Creo que el Valencia y el Getafe llegaron a acuerdo de un 20%. Traje una oferta del Crystal Palace, el Getafe rechazó la oferta. Al final no yo soy el malo, lo que pasa que estas cosas salen como que yo no aceptaba la oferta porque el Valencia iba a cobrar ese dinero, y así no ha sido.

Sí que hubo contactos con mi agente. No llegaron a más, me imagino que barajarían más porteros, pero sí que es verdad que hubo contactos con mi agente.

Muy contenta. Yo creo que como cualquier canterano que tenemos a día de hoy aquí en el equipo, lo más importante es poder disfrutar y jugar en tu casa. Sí que es verdad que iba con una presión muy grande, que a día de hoy ya juegas y la llevas de otra forma, y era cada semana estar con tu familia, estar con tu gente, estar en tu casa y gracias a Emery pude pasar años bonitos. Se hizo realidad ese sueño de un niño, de estar en la academia a poder llegar al primer equipo y poder jugar muchos partidos.

No. Emery ya sabemos cómo era: muy caliente. En los momentos que salían bien las cosas aún era más caliente, y cuando no salían bien las cosas, bufff, era demasiado. Pero ha conseguido muchas cosas importantes y creo que es algo de admirar.

No te lo crees, no te lo crees. Es un partido que te pone el míster, en Champions fue y salió un muy buen partido, pero yo me quedo con el partido del Madrid. En el segundo partido que jugué en el Valencia, con Emery, fue en el Bernabéu, que perdimos 2-0, pero al siguiente año se hizo un gran partido, quedamos 0-0. El Madrid y el Barcelona se estaban jugando la Liga y casi la gana el Barcelona, pero al final la ganó el Madrid.

No sueñas porque lo ves muy lejos, pero sí que es verdad que estás jugando al fútbol como un niño pequeño y lo que quieres el día de mañana es poder llegar lo más lejos posible, pero vas pasito a pasito y cuando lo vas teniendo más cerca dices: 'Ostras, que ya estoy aquí'.

Pues muy bonitos. Menos preocupaciones que cuando llegas al final a ser mayor (se ríe). Muy bonito, no teníamos ningún control de la hora, te pasabas todo el día jugando al fútbol, daba igual que fueran las 2 de la tarde que a las 8 de la noche y a día de hoy echas de menos la calle.

Con intentar ayudar a los niños que vienen por detrás, a mis hijos que son porteros también y ojalá puedan tener una buena base para que puedan ellos evolucionar y que puedan aprender bien como yo he aprendido y me han ayudado a mí. Y ojalá puedan disfrutar, si llegan algún día a ser profesionales, en esto del fútbol.

Hay uno que está en el Celta, que lo han firmado este año, y los otros están en un equipo rival del Celta. Tienen 10, 8 y 6.

En el Val Miñor.

Ahora empezarán con el 'hoy he ganado yo, tú has perdido, a mí me ha metido un gol, a ti te has metido otro, tú has fallado.' Empezarán en casa las discusiones (se ríe).

Están jugando los tres de portero, sí. Como mi padre. Mi padre también era portero, a mí me ayudó mucho a mejorar y cada fin de semana él volvía cabreado cuando me veía un partido, pero es de agradecer tener a alguien alrededor que te diga lo malo y no te diga lo bueno. Parece que si te van a decir lo malo te puedes venir abajo y creo que lo malo es para aprender y para seguir mejorando.

Que siga disfrutando de lo que hago, que trabajara muy fuerte para poder conseguir lo que tenía en mis manos, que tenía muchas cosas en mis manos. Mi padre me decía que podía estar muchos años seguidos siendo portero, siendo portero del Valencia. Él quería que fuera portero del Valencia, pero bueno, pasaron cosas que al final tuve que salir y poder ser portero en otros clubes, como a día de hoy en el Celta.