La mano de Cucurella en la Eurocopa sigue levantando polvo: UEFA admite ahora que fue un error del árbitro

5 de julio de 2024. Se disputa el partido de cuartos de final entre España y Alemania. Tras el gol de Dani Olmo en el minuto 51 y el empate in extremis de Florian Wirtz en el 89, el partido se va a la prórroga, cuya segunda parte comienza con una jugada polémica. En el minuto 107 Alemania reclama penalti por mano de Marc Cucurella dentro del área tras un disparo de Jamal Musiala. Sin embargo, Anthony Taylor, el colegiado de campo, y el VAR, Stuart Atwell, lo tienen claro: la acción no es punible.

El juego continuó y España acabó ganando con un gol de cabeza de Mikel Merino en el minuto 119, clasificándose a las semifinales y dando un paso más hacia el que acabaría siendo su cuarto título de la Eurocopa. En sus siguientes partidos en suelo alemán, Cucurella recibió muchísimos abucheos por parte de los aficionados germanos.

Sin embargo, más de dos meses después, el Comité de Árbitros de UEFA ha trasladado a los colegiados internacionales que en aquella jugada hubo un error y debió acabar en penalti. Esta consigna ha sido incluida en la última revisión del organismo, que analiza periódicamente los partidos europeos -ya sea a nivel de selecciones o de clubes- que consideran interesantes para homogeneizar el criterio y que el arbitraje tome las mismas decisiones en jugadas similares.

En el documento, al que ha tenido acceso Relevo, el organismo institucional es contundente en sus explicaciones: hubo un error tanto en el arbitraje de campo, que no señaló la pena máxima tras la mano del jugador español, como en el VAR, por no entrar en la jugada que pudo acabar en penalti, tal y como reclamaba el conjunto alemán.

"Siguiendo las últimas directrices de UEFA, el contacto mano con balón que detiene un tiro a puerta debería castigarse de forma más estricta, y en la mayoría de los casos debería concederse un tiro penal, a menos que el brazo del defensor esté muy cerca del cuerpo o sobre el cuerpo", indican en el campo de observaciones. "En este caso, el defensor detiene el tiro a puerta con el brazo, que no está muy cerca del cuerpo, haciéndose más grande, por lo que se debería haber concedido un tiro penal", añaden. Eso sí, desde la cúpula del arbitraje europeo no consideran que Marc Cucurella tuviera que haber sido sancionado con tarjeta amarilla: "No se requiere ninguna acción disciplinaria", finalizan.

El mismo criterio debió ser recogido también en el informe del partido que el observador UEFA designado, en este caso el presidente del Comité de Árbitros, Roberto Rosetti, elaboró del encuentro y que recibieron como suele ser habitual, con una puntuación del partido, los colegiados participantes en el encuentro. Aquel partido que la reciente campeona de Europa y la anfitriona del torneo disputaron en Stuttgart tuvo como consecuencia dos incidentes -señalizados con la señal de prohibido ⛔- bajo la revisión del Comité de Arbitraje de UEFA : la del colegiado inglés Taylor Anthony, y la de su compatriota Attwell Stuart al frente de la sala de videoarbitraje.

UEFA atiende así a las normas de la IFAB (International Football Association Board, por sus siglas en inglés), que establece en su reglamento tres casos en los que se considerará infracción al tocar el balón con la mano. Entre ellos está cuando el jugador "toque el balón con la mano o el brazo, cuando la mano o el brazo se posicionen de manera antinatural y consigan que el cuerpo ocupe más espacio. Se considerará que un jugador ha conseguido que su cuerpo ocupe más espacio de manera antinatural cuando la posición de su mano o brazo no sea consecuencia del movimiento de su cuerpo en esa acción concreta o no se pueda justificar por dicho movimiento. Al colocar su mano o brazo en dicha posición, el jugador se arriesga a que el balón golpee esa parte de su cuerpo y esto suponga una infracción".

Además de la revisión que UEFA hace periódicamente con las jugadas más trascendentales de los partidos que organiza, también convoca con frecuencia a los colegiados internacionales (los árbitros principales como los que están al frente del VAR), para revisar, tal y como hace el Comité Técnico de Árbitros en España semanalmente, las jugadas más importantes de los partidos de competición europea y conseguir así un criterio único acorde con el reglamento.

Según la circular de UEFA nº 15 del pasado 28 de marzo de 2024, son cuatro los miembros del Comité de Árbitros de UEFA además de su presidente, el italiano Roberto Rosetti: la checa Dagmar Damková, el esloveno Vladimir Sajn, el neerlandés Björn Kuipers y el español Carlos Velasco Carballo.

Este último, presidente del Comité Técnico de Árbitros español desde mayo de 2018, con la llegada de Luis Rubiales, hasta noviembre de 2021, forma parte de la cúpula arbitral europea desde enero de 2022. Sin embargo, tal y como desveló Relevo, siguió colaborando con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) hasta el pasado mes de mayo.

Velasco Carballo mantuvo un vínculo profesional con la Federación española por el que cobraba más de 66.000 euros al año como asesor, a pesar de estar prohibido: "No es posible trabajar en el departamento de arbitraje de la asociación nacional y ser miembro del Comité de Árbitros al mismo tiempo", dice la normativa de UEFA en materia arbitral.