REAL MADRID

La transición dulce del Real Madrid se pone peliaguda

Ancelotti se enfrenta al bendito problema de gestionar un centro del campo con siete aspirantes a titulares.

Bellingham y Modric corren en un entrenamiento del Real Madrid./Real Madrid
Bellingham y Modric corren en un entrenamiento del Real Madrid. Real Madrid
Jorge C. Picón

Jorge C. Picón

"La transición dulce no ha empezado ahora", recordó Ancelotti tras la derrota del Real Madrid en Dallas contra el Barcelona. La pregunta venía a colación de su once, en el que no había ni rastro de treintañeros más allá de Courtois, Alaba y Carvajal. Un equipo con una media de edad de 25,4 años, aún más baja si hablamos sólo de los hombres de mediocampo hacia delante (22,1). "Ya sé lo que pueden aportar Kroos y Modric. Quería probar a los jóvenes", argumentó el italiano. En pretemporada casi nadie va a quejarse, pero se viene la competición y todos quieren jugar. Se avecina su año más complicado en lo que a gestión de minutos se refiere.

El principal foco de conflicto lo tiene en el centro del campo. Cuenta con siete teóricos titulares: Kroos (33), Tchouameni (23), Camavinga (20), Valverde (25), Modric (37), Ceballos (26) y Bellingham (20). Se le puede sumar ArdaGüler (18), a quien se le piensa dar un rol protagonista para su corta edad. Ocho hombres para cuatro puestos, todos ellos con nivel para ser indiscutibles en la mayoría de equipos de Europa. Bendita papeleta para un Carletto.

Él siempre ha defendido que dirige a un equipo sin egos. Alega a la paciencia de los nuevos y la compresión de los veteranos para que todos se adapten a su situación. Bajo esta premisa, cada año los jóvenes lo son menos. Empiezan a dejar atrás la etiqueta de futuros cracks para confirmarse como tal. Tchouameni o Camavinga cuestan 85 millones de euros cada uno, 100 Fede Valverde o 120 el recién llegado Jude Bellingham, según Transfermarkt. Cada año que pasa se vuelve más difícil sentarlos.

El Real Madrid regresa a los entrenamientos en Dallas.EFE

En el otro lado, los dos veteranos, con el peso específico que tienen sobre el vestuario y sobre el propio Ancelotti. Alguno pensaría que su rol debe cambiar, restando cada vez más minutos a su contador y actuando como tutores de los nuevos. Pero ni el croata ni el alemán quieren acabar su etapa de blanco relegados al banquillo. No aguantan la suplencia y quieren jugarlo todo, especialmente los duelos en los que más hay en juego. Esas citas de Champions, Clásicos o Derbis se convertirán en los miuras más difíciles de torear para Carlo.

El club lo tiene bastante claro: se debe apostar por los jóvenes. Por ello se han rechazado las diferentes ofertas que han llegado por los veinteañeros a las oficinas de Valdebebas este verano. Si no es estrictamente necesario por la situación económica, los Valverde, Tchouameni y compañía seguirán de blanco durante muchos años más. Se invirtió en ellos a futuro y la idea es que repliquen en la medida de lo posible lo conseguido por sus predecesores, con los que disfrutan de varios años de aprendizaje.

La intención de la directiva siempre ha sido anticipar la marcha de sus estrellas, y así lo ha conseguido con Kroos y Modric. Alemán y croata medirán sus sensaciones año a año, como hará el club a través de informes, y se decidirá en el tramo final si se apuesta por una renovación o no. En el Santiago Bernabéu ya no preocupa tanto una marcha de ambos en 2024. Se ha hecho todo lo posible por sustituirlo. La pregunta es si será suficiente para seguir levantando títulos como ellos hicieron.