Ter Stegen regala otro Clásico
Los blaugranas necesitaron la tanda de penales para clasificar.
Volvió el Barça de los centrocampistas, el Barça que todos imaginábamos cuando vimos a Xavi en el banquillo del Camp Nou. Y el que lo sostuvo fue Ter Stegen, eterno primer mediocentro del equipo. Con De Jong al timón, los blaugranas volvieron a ser un equipo de interiores más que de extremos, ni se encorsetó ni tuvo que abrazarse a Dembélé -uno de los mejores- para pisar el área rival. El Betis, espectador durante todo el primer tiempo, se aletargó ante el ejercicio de pases del Barça. Paradójicamente, en la segunda parte las piernas de William Carvalho le dieron más balón al Betis del que le ofreció Canales durante 45 minutos. Y Fekir, siempre Fekir, convirtió Riad en un museo del fútbol.
Xavi apostó por Busquets cuando el Barça se descosió. El remedio fue peor que la enfermedad. Cuando la prórroga asfixiaba, Ansu se inventó un gol donde cualquiera hubiera visto un balón sobrevolando el cielo de Riad. Hizo lo propio Loren Morón, protagonista inesperado, con el tacón. El delantero no jugaba desde el mes de agosto. Ter Stegen, como ya hiciera en la etapa de Luis Enrique, le volvió a ganar la partida a Bravo. Xavi podría ganar su primer título ante el Madrid.
DE JONG COMO PIVOTE
😎 Me reafirmo
"Busquets es un futbolista trascendental. Futbolísticamente es el equilibrio del equipo. Cuando se vaya lo veremos como el molde para el pivote que queremos", dijo Xavi antes del partido. Busi, en el que fue su partido 700, entró en el segundo tiempo. Y fue De Jong quien ocupó su lugar. Como en el Metropolitano la primera media hora, el Barça de la primera parte arrolló. Lo hizo con el neerlandés liderando, con el punto de soberbia y el arrebato que tanto se ha achacado. El Barça que más fluyó fue también fue menos estático. De Jong fue el sostén de una pareja de interiores que bailaron entre cuadrados. De Jong no será el espejo de Busquets, su réplica exacta, pero puede ser, con su idioma propio, un futbolista trascendental para el futuro.
FEKIR
🤩 ¡Vaya día!
No es fácil para un jugador que nació con un balón bajo el brazo ver cómo el esférico lo manosea el rival, como si se regodease. Te ves al otro lado, impotente. Pellegrini ha logrado que un futbolista con el talento de Fekir no desconecte en defensa. El arco de Ter Stegen le quedó lejos, a 60 metros, pero ahí estaba él cada vez que el Betis recuperaba un balón. La energía que descargaba cuando el balón se teñía de blaugrana no le dejaba sin gasolina al recuperarla. Fue oxígeno en salida, cemento en los pies ante las embestidas de Koundé por detrás y seda para girarse. Le faltó a su mejor socio, Canales, que se marchó al descanso. Fekir es patrimonio del fútbol español, conversor de agua en vino, capaz de bunquerizar el balón.
DEMBÉLÉ
💯 Mis 'dieses'
Coquetea entre la cara y la cruz, funambulista de ilusiones, explorando los límites de los nervios del aficionado blaugrana. Ruibal fue un juguete roto en manos del francés. Dembélé, que cambió de banda para dar entrada a Raphinha, fue dinamitador. Caños, taconcitos... Gestos tan bonitos como efectivos. El Barça volvió a ser el de los centrocampistas, a pesar de no jugar con los cuatro, y Dembélé fue un complemento. Volvió a demostrar que menos es más. Y no hay mejor termómetro que ese.
Cuando el Barça no clama a Dembélé por su desequilibrio, cuando no hay dependencia, el juego es mucho más equilibrado. Tiene razón Xavi al decir que puede ser uno de los mejores del mundo en su posición. Hoy lo fue. Quién sabe qué habría sido del desenlace de la prórroga si Dembélé y De Jong hubieran saboreado tantos y tantos metros libres.
LA GAMBETA DE LUIZ HENRIQUE
🚨 Poco se habla de…
Como una revelación, un regalo de reyes tardío, el partido de Luiz Henrique fue una confirmación. Al brasileño le costó entrar en el equipo pero los últimos días con la camiseta del Betis está demostrando qué futbolista imaginaron los andaluces al ficharle. En un momento en el que el fútbol piensa nostálgicamente a los regateadores del pasado, Luiz Enrique ha emergido en este Betis como portavoz del regate. Bailó con Jordi Alba y con Marcos Alonso, él decidió que música sonaría. A Canales y Fekir se les suma un socio. Dos asistencias ante el Barça, no hay mejor carta de confirmación.
LA SUPERCOPA EN ARABIA SAUDÍ
📀 Mi 'bonus track'
30 millones de euros para esto.
— Revista Líbero (@revistalibero) January 12, 2023
Y algunos aficionados se han gastado casi 800€ para ir a ver a su equipo.
Ver para creer.
Gracias @rfef.pic.twitter.com/c3l2VDSMMw
Otra Supercopa en Arabia Saudí. Y ya van tres. Rubiales justificaba llevar el torneo a Oriente Medio como motor de cambio social. Y cambiarán cosas en el país: usan la Supercopa para llevar su bandera hasta Occidente, mostrándose como un país moderno a pesar de las nulas condiciones en materia de derechos humanos. Las gradas del Betis-Barça estuvieron medio vacías, una lona tapaba las vergüenzas detrás de una de las porterías. La pista de atletismo añadía aún más hielo al partido. Un año más en que los equipos españoles, con la Federación al mando, ayudan a blanquear un régimen. El fútbol como motor de retroceso social.