FC BARCELONA

Indagando en la Supercopa de España que hizo saltar por los aires la etapa de Ernesto Valverde en el Barça

El conjunto azulgrana se enfrenta al Athletic del 'Txingurri' en la primera semifinal de la competición.

Ernesto Valverde, tras su último entrenamiento como técnico azulgrana. /EFE / ALEJANDRO GARCIA
Ernesto Valverde, tras su último entrenamiento como técnico azulgrana. EFE / ALEJANDRO GARCIA
Jordi Cardero
Marc Mosull

Jordi Cardero y Marc Mosull

El FC Barcelona oficializó el cese de Ernesto Valverde el 13 de enero de 2020. Entonces, el conjunto catalán era líder de Primera y el 'Txingurri' iba camino de levantar su tercera Liga en tres temporadas como azulgrana. No pudo lograrlo porque la junta directiva encabezada por Josep Maria Bartomeu decidió cortar de raíz la exitosa trayectoria del preparador cacereño en Can Barça tras la Supercopa de España, una competición de oscuro recuerdo para un Valverde que, ahora, comandando al Athletic Club, vuelve a disputar el torneo y amenaza en las semifinales de este miércoles a su exequipo. De fondo, con el técnico siempre hubo el debate del estilo.

Valverde recuerda su último partido con el Barça.

El capítulo que hizo saltar por los aires la etapa de Valverde en el Barça fue la semifinal de la Supercopa de España que el conjunto azulgrana perdió contra el Atlético de Madrid (2-3) en el estadio King Abdullah Sports City de Yeda, el mismo que acogerá hoy el reencuentro entre el Athletic Club y el FC Barcelona. De los que jugaron aquel día de azulgrana, por cierto, solo quedan Ansu Fati y De Jong. Ter Stegen no estuvo por lesión, como tampoco estará esta noche.

En el año que se estrenaba formato y sede, el Atlético del Cholo, a través de un verdadero ejercicio de supervivencia y una postrera remontada contra el Barça, frustró el Clásico en la final tan esperada por los saudís, que por primera vez pagaban la fiesta del fútbol español. Morata, de penalti, y Correa, en los últimos diez minutos, dieron vuelta a los tantos de Messi, que aquel día corrió como pocas veces se le recuerda, y Antoine Griezmann, que al inicio de la segunda había igualado el gol inicial de Koke.

Un Barça en descomposición

Aquel era un Barça plagado de estrellas, y de sueldos astronómicos, pero en proceso de descomposición y con algunos retales. Una plantilla que agotaba su fútbol y una directiva que terminó por hundir a la entidad. Ante los colchoneros, un nervioso Neto no rindió al nivel de Ter Stegen y Umtiti, ya lejos de su mejor nivel, todavía estuvo peor. Luis Suárez compitió infiltrado, antes de pasar por el quirófano. Y el Atlético condenó a Valverde. Aquella derrota, unida a una mala racha de tres empates en los últimos cuatro partidos de Liga -el 2-2 en Cornellà ante el Espanyol fue especialmente doloroso- le costó la cabeza a Valverde.

Su sustituto en el cargo fue Quique Setién, el elegido tras varias llamadas poco fructíferas y la negativa de Xavi Hernández después un viaje televisado a Catar del secretario técnico Eric Abidal y Òscar Grau, CEO del Barça. Ambos trataron sin éxito de convencer al de Terrassa, que más adelante volvería a Barcelona comprometido, de inicio, con Víctor Font, pero de la mano de Joan Laporta, actual presidente azulgrana.

A Valverde le sentenciaron en Arabia Saudí, pero su despido se gestó en Roma y Liverpool, en la Champions. Sobrevoló la posibilidad de echarle en su primera temporada tras el sangrante 4-1 en el Olímpico, pero el 0-5 en la final de Copa del Rey contra el Sevilla calmó los ánimos. El 4-0 en Anfield fue si cabe todavía más doloroso que lo del curso anterior, a lo que hay que añadir la derrota ante el Valencia en la Copa.

Pero a la postre, las dos ligas pesaron más que ambas tragedias europeas, con las que cargó a su espalda Valverde hasta Yeda, desde donde se firmó su epitafio. Tras una digna eliminación en la Supercopa de España de Arabia Saudí, un título menor, Bartomeu tomó la decisión de ejecutar a Ernesto Valverde, sin tener siquiera atado a Xavi Hernández, su gran anhelo. Ese es el resumen.

Triste e insospechado final para el 'Txingurri', que en dos temporadas y media levantó cuatro títulos (dos Ligas, una Copa del Rey y una Supercopa de España) y tuvo a su equipo líder de LaLiga en 81 de las 95 jornadas que estuvo al frente del Barça.