Y en la semana de la moda de Milán, el Udinese y Macron 'se cuelan' con la camiseta más sostenible de la historia
El líder de la Serie A sigue apostando por fusionar el fondo y la forma en su indumentaria.
Durante la semana de la moda, en Milán se respira un aire especial. La efervescencia recorre las calles de la ciudad y la innovación desfila en eventos y tertulias. En medio de este entusiasmo contagioso, Udinese y Macron nos abren las puertas para presentar en sociedad su flamante tercera camiseta, un kit que captura la imaginación al instante como un vaso de prosecco con burbujas. Udinese y Macron están de dulce. Llevan juntos desde 2018 y la complicidad se nota. El club friulano lidera la Serie A después de una remontada épica en Parma y la firma con sede en Valsamoggia, muy cerca de Bolonia, sigue creciendo en un mercado en el que las marcas medianas (ya no debemos llamarlas así) aprietan las tuercas a las grandes (¿hasta cuándo podremos llamarlas así?). Macron x Udinese vuelven a demostrarnos que fútbol y moda ya no solo coexisten, sino que colaboran, conviven y se enriquecen recíprocamente.
Tras el gran éxito cosechado la temporada pasada junto a Marcello Pipitone, el club y el fabricante han vuelto a colaborar con la organización sin ánimo de lucro Camera Moda Fashion Trust, premiando en esta ocasión a la diseñadora emergente Flora Rabitti. Su marca Floriana es la encargada de proyectar la tercera camiseta de los de Udine, un uniforme que promete ser el más sostenible de la historia mientras combina los registros de la pasarela y el césped. Por primera vez, una equipación completa está fabricada con materiales ecológicamente sostenibles. Udinese lleva años vistiendo prendas producidas con el material Eco Fabric, 100% derivado del plástico reciclado, pero la genial vuelta de tuerca alude a todos los parches termoimpresos sobre la ropa. Todos son ecológicamente sostenibles.
Digerimos un gran número de lanzamientos cada temporada. Es por eso que muchos apasionados de los trozos de tela nos sentimos obligados a exigir fondo y forma a las camisetas. A no quedarnos en el mero juicio impulsivo, de pulgar arriba o pulgar abajo, cuando descubrimos una nueva equipación que nos gusta o no. En ese sentido, conocer la inspiración conceptual en palabras de la diseñadora es una fortuna que aporta credibilidad. Escuchamos y aprendemos. Flora Rabitti reconoce que "manejó varias opciones cromáticas" y que al final acabó imponiéndose un particular tono violáceo o thistle (color cardo) que imprime indudablemente una fuerte identidad. También desliza una interioridad con la que deben convivir los diseñadores: "tenemos que respetar los límites reglamentarios que imponen las ligas y organismos del fútbol". En efecto, el cliente debe tener en cuenta que no hay exactamente carta blanca cuando se proyecta una camiseta.
El evento prosigue entre sonrisas de complicidad y ganas de conocer más detalles. El uniforme se caracteriza por un patrón irregular compuesto por llamas blancas en referencia a los rayos del sol, "una imagen simbólica de especial importancia para la ciudad de Udine", explica Flora. La trama retoma el sol que está presente en el campanario de Piazza della Libertà. El recurso refuerza el mensaje de sostenibilidad y se enlaza con la energía solar, un elemento clave en la remodelación del estadio del Udinese. Como nos explica Magda Pozzo, "más de 2.400 paneles solares de última generación permitirán que el renovado recinto alcance la autosuficiencia energética parcial", convirtiéndose en uno de los estadios más avanzados en Europa en términos de producción de energía limpia. La forma salta a la vista. Hay que saber detenerse en el fondo.
Símbolos que miran al futuro
Además del escudo de Udinese, innegociable sobre el lado izquierdo del pecho, en la camiseta aparecen dos símbolos. El característico logo Hero de Macron y la F de la marca Floriana. ¿Presagio de una moda inminente en las colaboraciones? Recordemos que ya el curso pasado Udinese, institución vanguardista donde las haya, fue uno de los clubes en adoptar la tendencia del escudo temporal al modificar el emblema en la camiseta local. Si hace un año apareció la zebretta (pequeña cebra) en referencia a las equipaciones lucidas de 1978 a 1980, esta vez se trata de una coexistencia entre marcas que, quién sabe, quizá mire al futuro.
Las equipaciones de las últimas temporadas no dejan dudas: el nivel global de las camisetas sigue subiendo año tras año. Las marcas de clase media ponen en jaque a la realeza de la industria. Hemos hablado maravillas de Kappa, Hummel y Joma. Pues bien, ningún fabricante crece tanto como Macron. Bologna, Real Sociedad, Basilea, Crystal Palace, Cádiz, Osasuna, Castellón, Wrexham, Sampdoria o el propio Udinese presumen de indumentaria gracias a una marca ambiciosa, como nos explica su CEO Gianluca Pavanello: "la ambición está en nuestro nombre, que viene del término griego Macro, largo, extenso". Macron piensa en grande. Se siente embajadora italiana en el mundo y el 80% de la facturación se produce fuera de Italia, síntoma inequívoco de que la firma no solo crece en cuanto a popularidad o crítica camisetera. Antes de irnos, Pavanello nos regala una de las perlas del día: se pronuncia Mácron, sin tilde pero con acento en la a.
La pregunta del millón que se hacen clubes, marcas y consumidores: ¿qué le podemos pedir a una camiseta en 2024? Detallismo, personalización, sostenibilidad, sinergia con la realidad local y atención por el fondo sin descuidar la forma son solo algunos de los ingredientes de la receta. Udinese y Macron conocen el secreto del éxito para sentarse en la mesa de los grandes. Están en camino. El evento nos deja un pensamiento que será recurrente. La "contaminación positiva" del fútbol a través del mundo de la moda es un vehículo imparable.