El presunto racismo de Acerbi lleva al Nápoles a la huelga y hunde a Juan Jesús: "Estoy abatido"
El central dijo "solo eres un negro" a su adversario y después se disculpó. Más tarde lo negó y el juez ha decidido no sancionarle.

Mientras en Madrid se celebra un partido contra el racismo, a cientos de kilómetros, en Italia, ha vuelto a quedar en evidencia que este problema continúa muy presente en la sociedad y más concretamente en el fútbol. Todo comenzó en el partido entre Nápoles e Inter cuando, presuntamente, Acerbi se dirigió a Juan Jesús en los siguientes términos: "Vete negro, solo eres un negro". A posteriori, el brasileño reveló que se lo comunicó al árbitro y que su adversario le pidió perdón con una excusa poco creíble: "Negro es un insulto como cualquier otro".
Lo que parecía haberse quedado en un lamentable incidente sobre el césped, se agravó cuando Acerbi, vista la magnitud del asunto, decidió negarlo. "Nunca dije frases racistas, estoy muy tranquilo. Llevo veinte años siendo un profesional y sé lo que digo. Ninguna de esas palabras salió de mi boca. Juan Jesús malinterpretó". Pero entonces, ¿por qué el central contó que se había producido una disculpa? Acerbi no se lo termina de explicar: "Creo que entendió mal, pero en el campo pasan muchas cosas y es normal. Al final del partido se da un apretón de manos y todo vuelve como antes".
Juan Jesús había decidido dejar el asunto atrás: "Para mí, la cuestión se había cerrado en el campo con las disculpas de Acerbi. Sinceramente prefería no volver a hablar de algo tan innoble como lo que tuve que sufrir". Pero que Acerbi le desmintiera le terminó por sacar de sus casillas: "Es algo evidente en varios vídeos en los que me pide perdón. Así no vale. Con el racismo se lucha aquí y ahora. Hoy cambió su versión y dijo que no hubo insultos racistas. No tengo nada que añadir".
Pese al intercambio de acusaciones entre los futbolistas, el asunto pasó a los juzgados deportivos. Acerbi no fue sancionado, pese a que el Código de Justicia Deportiva en Italia establecía sanciones desde los diez partidos a la inhabilitación por asuntos de este calibre. El Nápoles entró en la ecuación, incrédulo con tal decisión: "El señor Acerbi no ha sido sancionado. Llegados a este punto, para la 'justicia', el culpable debería ser Juan Jesús, que acusó a un compañero injustamente. No es razonable pensar que haya entendido mal. El principio de mayor probabilidad de un evento, claramente visible en la dinámica de los hechos y de las disculpas en el campo, que en la justicia deportiva se considera, desaparece en esta sentencia. Estamos atónitos".
En el mismo comunicado, el Nápoles informó de que ya no volvería a participar de ninguna campaña contra el racismo que se dé por parte de la federación o de la liga, al considerar que son "solo para aparentar". Por supuesto, no renuncia a realizarlas de forma individual: "Seguiremos haciéndolas solos, como siempre. Con renovada convicción y determinación".
Juan Jesús explota
El asunto continúa siendo de actualidad en Italia y este miércoles la pelota ha vuelto al tejado de Juan Jesús, que se mantuvo al margen tras la determinación del juez, pero definitivamente ha estallado. En un durísimo comunicado conjunto junto al Nápoles, el jugador explota: "Es una decisión que me cuesta comprender y me deja con mucha amargura. Estoy abatido por un incidente tan grave en el que mi único error fue haberlo abordado como un caballero, decidiendo no interrumpir un partido importante, con todas las molestias que habría causado a los espectadores que presenciaban el partido".
Incluso adoptó una postura diferente en torno al racismo al considerar que era lo mejor: "Lo hice creyendo que tal actitud habría sido respetada y tal vez tomada como ejemplo". Sin embargo, que el juez haya decidido así le genera la impresión de que ya nadie volverá a actuar así: "No me siento en modo alguno protegido por una decisión que admite que existieron ciertamente pruebas del insulto".
De hecho, la sentencia establecía que podía entenderse como ofensivo, pero no discriminatorio. Juan Jesús no lo entiende: "Por qué todo el revuelo aquella noche si 'solo fue un insulto'. Si el propio Acerbi sintió la necesidad de disculparse, el árbitro avisó al VAR, el partido se suspendió un minuto y sus compañeros se apresuraron a hablar conmigo". Tampoco comprende la actitud de su rival, que decidió negar los hechos no cuando ocurrieron, sino un día más tarde ya en la concentración de Italia.
El jugador del Nápoles cierra con una dura sentencia sobre el futuro de esta clase de comportamientos: "No esperaba que esto terminara así. Temo y espero equivocarme que esto pueda sentar un grave precedente para justificar determinados comportamientos. Espero sinceramente que este triste asunto pueda ayudar al mundo del fútbol a reflexionar sobre un tema que es a la vez grave y urgente".