Manfredonia, uno de los primeros futbolistas en sufrir arresto cardíaco en Italia, habla claro tras el caso Bove: "Se están diciendo muchas estupideces"
El italiano, que se desplomó en un Bolonia-Roma de 1989, habla con Relevo. Tuvo que retirarse: "Estuve tres días en coma farmacológico, y después me desperté. Ese día me retiré del fútbol".
El triste episodio padecido por Edoardo Bove durante el Fiorentina-Inter es el último de una larga lista de jugadores del Calcio que han sufrido problemas de corazón en un campo de fútbol o durante una concentración. Nadie olvida las muertes del excapitán viola Davide Astori o Piermario Morosini, el centrocampista del Livorno que cayó desmayado tras un partido de Serie B contra el Pescara. Poco después moriría en el hospital.
El elenco, desgraciadamente, no termina ahí. Los casos de Eriksen, el romanista N'Dicka, el funesto fallecimiento de Renato Curi (Perugia) en un partido contra la Juventus en 1977 o el problema de Giancarlo Antognoni, cuyo corazón se detuvo treinta segundos tras un choque fortuito con Silvano Martina (portero del Genoa), completan el registro.
Lionello Manfredonia (Roma, 1956) atiende a Relevo para explicar su caso. Sucedió el 30 de diciembre de 1989, cuando el entonces futbolista giallorosso se desplomó por un arresto cardíaco. Tuvo que retirarse.
¿Qué sucedió?
El partido era Bolonia-Roma. Tras cinco minutos me desmayé en el terreno de juego. Más o menos lo que sucedió ayer con Bove. La suerte que tuve es que estaba la ambulancia en la pista de atletismo. Me desfibrilaron y me llevaron rápidamente al hospital. Estuve tres días en coma farmacológico, y después me desperté. Estaba todo ya bien, bajo control. Ese día colgué las botas para siempre porque los médicos no me dieron la idoneidad para volver.
Me recuerda al caso de Eriksen, en la Eurocopa de 2021. Tuvo que dejar el Inter para volver a jugar a fútbol, ¿no?
Tuve que esperar seis meses para que me dijeran que, efectivamente, no podría volver. Tenía 32 años. A Christian, que tuvo lo mismo que yo, le dieron el alta porque ya jugaba en Premier League. Es que en Italia la ley es diferente, son más rígidos con estas cosas. Por esto se tuvo que marchar.
¿Cree que Bove volverá? Lo cierto es que le salvó el desfibrilador.
Antes de nada, hay que esperar para ver qué ha sucedido. Imagino que en los próximos días tendremos todo más claro, pero no hay que precipitarse.
¿A usted los médicos qué tipo le explicación le manifestaron? ¿Estos incidentes pueden ser la consecuencia de algo?
No me dieron ninguna explicación. Quizás que hacía mucho frío ese día. También pudo haber incidido el estrés, pero ninguna certeza.
¿La ansiedad puede derivar de la carga de partidos y la enorme exigencia?
No todo es causa-consecuencia. En aquel periodo también jugábamos muchos partidos. En mi caso el estrés era debido al fallecimiento de mi madre, dos meses atrás. Era un periodo difícil para mí, y quizás lo somaticé. Sí. Pero quiero subrayar que los médicos no me dieron una explicación certera. A día de hoy estoy en forma. Práctico mucho deporte. Juego a pádel, a fútbol… Sin problemas de nada y sin necesidad de tomar nada.
"En mi caso pudo haber incidido el estrés, pero ninguna certeza. Mi madre había fallecido dos meses antes, era un periodo difícil; quizás lo somaticé"
Estaba leyendo hoy el diario La Repubblica, donde entrevistan al doctor Simone Vanni, profesor de medicina interna en Florencia. Además de ser un especialista de medicina en el deporte. Dice esto: «El esfuerzo físico intenso a veces hace soltar una adrenalina tal que podría aumentar la probabilidad de arritmias. También los traumas torácicos a veces lo ocasionan». Bove, al inicio del partido, tuvo un fuerte choque con Dumfries.
Desde mi punto de vista el fútbol no es un deporte intenso. Sí las dos horas del partido, pero ya está. Hay otros deportes más duros. Esto que dices podría valer para todos los deportes, no sólo el fútbol… Y repito que esto no es por los viajes, la tensión, los encuentros… las cosas desagradables suceden de vez en cuando. Ya está. Le puede pasar a un tenista, un futbolista, un jugador de voleibol. Lo de Bove fueron muchos factores, desgraciadamente, que le llevaron a eso. Habrá que esperar, y no precipitarse en juicios rápidos.
Usted habla de la casualidad, pero in Italia son muchos capítulos oscuros ya.
Es pura casualidad. También ha sucedido en otros países. Hay estrés, presión, pero no es un caso italiano sino mundial. Le puede suceder a cualquiera en un determinado momento.
¿Usted, tras dejar el fútbol, hizo vida normal?
Sí. Tengo casi setenta años. Me encuentro muy bien. Sí, tengo controles protocolarios cada año, pero nada más.
Ahora todos son especulaciones, pero a Bove le podrían haber encontrado los índices de potasio bajos. ¿Cómo es posible esto con deportistas de élite siempre tan controlados y expuestos?
No lo sé. Tienen constantemente visitas médicas apropiadas, así que esto no creo que incida en nada. No creo que tenga este problema. Mira, ahora se están diciendo muchas estupideces. Esta mañana estaba leyendo La Gazzetta dello Sport… Un doctor (Daniele Andreini, responsable en cardiología del deporte en el hospital de Milán) dice que quien ha sido desfibrilado tendrá difícil jugar a fútbol. Es una estupidez, insisto. Lo sucedido fue algo momentáneo. Habrá que esperar, pero no veo los motivos por los que no tenga que seguir con su carrera este chico. Desde mi punto de vista, quien haya sido desfibrilado podría volver a jugar una vez realizadas todas las pruebas pertinentes. ¿Por qué no?