SEGUNDA FEDERACIÓN

Cuando eres entrenador y Juan José Hidalgo te despide en Nochevieja: "Son maneras de hacer de la propiedad, cuando uno tiene una visión irreal..."

Oriol Riera, exjugador de Osasuna o Deportivo, habla en Relevo sobre su extraña destitución.

Oriol Riera (en el centro) posa con la camiseta del Estepona el día de su presentación. /CD ESTEPONA
Oriol Riera (en el centro) posa con la camiseta del Estepona el día de su presentación. CD ESTEPONA
Manuel Amor

Manuel Amor

Oriol Riera, exfutbolista con 102 partidos en Primera y 148 en Segunda, asumió este verano las riendas del CD Estepona (Segunda Federación) con la ilusión de abrirse paso en los banquillos a sus 38 años y después de temporada y media en el Tudelano. Lo que se encontró al llegar distaba mucho de lo que le habían ofrecido. "Me vendieron un proyecto y allí la palabra proyecto no existe. El día a día, incluso ganando, era muy complicado", resume a Relevo, con quien conversa por teléfono dos días después de que el club malagueño ejecutase su despido… ¡a tres horas de las campanadas! Las 21:01 del 31 de diciembre fue el momento escogido por la dirección para comunicar a través de las redes sociales que su técnico, que tenía al equipo a tres puntos de la fase de ascenso y había eliminado al Málaga en Copa y llevado al Leganés a los penaltis, había sido destituido.

La noticia generó sorpresa por el qué y por el cómo. Además de su notable papel en el torneo del K.O., el Estepona, que compró una plaza en Segunda Federación en 2022, manejaba un balance positivo en Liga. Ahora mismo es séptimo, después de ganar el último encuentro del año en Don Benito (1-2), y se mueve con solvencia en una tabla en la que los filiales de Granada o Cádiz ocupan posiciones de descenso. A pesar de ello, Riera notó desde el principio que tenía la guillotina encima: "El grupo estaba en una dinámica buenísima, pero cuando uno vive en una visión irreal, en las antípodas, todo se hace complicado. Desde que aterrizamos notamos cómo se manejaba el día a día desde la propiedad y la presión que ponían sin decirlo. Hasta los propios jugadores lo notaban".

Cabe reseñar que el Estepona es propiedad del famoso empresario Juan José Hidalgo, dueño de Air Europa y Halcón Viajes y máximo dirigente de la UD Salamanca entre 1987 y 2003. Al Estepona lo convirtió en SAD y quiere llevarlo a Segunda en "dos o tres años". El dominio de la entidad complementa otros de sus planes: según El Confidencial, el directivo de origen dominicano pidió al Gobierno luz verde en noviembre para empezar un macrocomplejo turístico, residencial y deportivo en la localidad valorado en 1.200 millones de euros. A sus 83 años sigue al pie del cañón… y con un ojo permanente en su club, que controla desde Madrid, donde reside, e in situ a través de varias personas de confianza y con relación de parentesco.

Oriol Riera, en un entrenamiento con el Estepona.  CD ESTEPONA
Oriol Riera, en un entrenamiento con el Estepona. CD ESTEPONA

Según Riera, las presiones desde su llegada al cargo fueron constantes. "Hasta cuando ganábamos había mensajes de la propiedad preguntando por qué ciertos jugadores no jugaban o no salían de inicio. Los habían firmado ellos y, cuando no jugaban, te dejaban caer que debían estar ahí. Intentábamos actuar como parapeto con la plantilla, pero eso siempre acaba transformándose en nerviosismo y situaciones difíciles", asegura quien colgase las botas en 2020 como futbolista del Fuenlabrada. Para su tranquilidad, al menos, queda que la dirección deportiva, el vestuario y hasta parte de la junta se uniesen para tratar de frenar sin éxito su cese.

"El director deportivo me comunicó que desde la propiedad se pensaba en despedirme y que eso iba a pasar, pero después intentó pararlo junto a un sector de la junta y la plantilla. Una vez dejamos la Copa, que nos lastró en Liga, hicimos cuatro puntos de seis y entramos de nuevo en dinámica positiva. Cuando sufrimos en Liga lo hicimos por resultados y no por juego. Los futbolistas eran felices", afirma. Hasta los menos habituales han encontrado un hueco para enviarle un mensaje: "Jamás me había pasado. Algunos me han dado las gracias porque, aun sin jugar, habían crecido una barbaridad. Todos me han escrito. También aficionados, gente de peñas y la prensa. Se lo agradezco en el alma".

Los tiempos

Riera sitúa entre el 29 y el 30 de diciembre la fecha en la que se le trasladó que no cumpliría su contrato. El timing del anuncio oficial del Estepona, a última hora del 31, no le sorprendió demasiado: "Son maneras de hacer de la propiedad. El fútbol va a una velocidad y ellos van a otra. Forma parte de su idiosincrasia". La pena por no continuar se impone por ahora al alivio de quedarse con la conciencia tranquila: "La propiedad no es consciente de la dificultad que conlleva el desempeño del día a día y competir en una liga tan complicada. Si ellos pensaban ganar 3-0 todos los partidos, y eso es lo que pensaban, no están en un mundo real. Desde el minuto uno, la jornada uno, sentimos eso, que a ver lo que durábamos incluso estando en play-off. Notábamos esa intranquilidad. Nos pidieron pasar en Copa para recibir a un Primera y así se hizo, pero eso conlleva un riesgo y una pequeña bajada en Liga".

Las únicas que se han llevado una pequeña alegría con el despido de Riera han sido sus hijas pequeñas, que vuelven a verle en el domicilio familiar de Madrid después de muchos meses de "difícil" separación. El de Vic aprovechará el tiempo en el paro para empaparse de conocimiento y examinar el trabajo de cerca de técnicos de élite. "Tengo pendiente ir con Borja Jiménez, del Leganés; Iñigo Pérez, del Rayo; Javi Medina, del Antequera y con el que hablé en pretemporada… Son entrenadores jóvenes que están ahí por sus méritos y que hacen las cosas muy bien".

Para quien no haya visto jugar a sus equipos, el exdelantero se define como un entrenador de perfil asociativo y con gusto por el fútbol vertical: "Soy muy pasional. Me gusta que los chicos sean combinativos y jueguen en campo contrario… pero nos adaptamos al contexto de cada equipo. En Estepona empezamos siendo una cosa y acabamos siendo otra, más cercana al juego atractivo y de ir hacia delante". Aunque su prioridad pasa por "seguir en España", el canterano de Espanyol o Barcelona no se cierra puertas.

"Me acaban de ofrecer ser asistente en el Melbourne Victory australiano. Son situaciones que irán apareciendo. No sé qué me deparará el futuro, pero sí que seguiré entrenando"

Oriol Riera Exentrenador del CD Estepona y exfutbolista

"Uno nunca sabe. Ahora me estoy sacando el curso UEFA Pro, que me habilita para entrenar en el extranjero, y me acaban de ofrecer ser asistente en el Melbourne Victory australiano. Son situaciones que irán apareciendo. No sé qué me deparará el futuro, pero sí que seguiré entrenando. Quiero encontrar un proyecto y equivocarme menos al escoger el equipo". Con su deseo lanzado al aire, cierra la carpeta de Estepona con "sensaciones contradictorias", "de pena y orgullo", y con el recordatorio de que todo barco que desee llegar a puerto necesita "confianza y tiempo". "Para pedir excelencia hay que dar excelencia. Allí todo fue muy difícil. No teníamos campo propio y nos hemos entrenado en siete y jugado en tres. La gente sentía que estábamos muy comprometidos en el día a día y que jugábamos muy bien. Eso te llena de satisfacción". El preparador físico Aratz Olaizola, ex del Alavés y de su confianza, abandona el club costasoleño con él.